El cometa Borisov se formó en un entorno muy frío

Concepto artístico del cometa Borisov, viajando a través del Sistema Solar. Crédito: NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello

Desde su detección, en 2019, el cometa Borisov ha captado la atención del mundo de la astronomía. Es el segundo objeto interestelar observado en el Sistema Solar. Ahora, un grupo de investigadores ha detallado su composición, que permite entender cómo era el entorno en que se formó…

El cometa Borisov muestra diferencias respecto al Sistema Solar

Con la ayuda del radiotelescopio ALMA, el cometa Borisov fue analizado el 15 y 16 de diciembre de 2019. Fue la primera ocasión en la que se observa la composición química de un objeto procedente de otro sistema planetario. Era una oportunidad única para comprender cómo puede diferenciarse el Sistema Solar de otros lugares de la galaxia. El equipo de investigadores que ha liderado esas observaciones ha explicado ahora lo observado. El gas expulsado por el cometa mostraba una gran abundancia de monóxido de carbono.

Comparación entre las trayectorias del cometa Borisov y Oumuamua. Crédito: Wikimedia Commons/Tony873004

La concentración observada era superior a la que se ha visto en cualquier cometa a menos de 2 UAs (unidades astronómicas, la distancia media que separa a la Tierra de nuestra estrella) del Sol. La concentración observada en Borisov es entre nueve y 26 veces superior a la que se encuentra generalmente en cometas de nuestro sistema. El estudio de los cometas siempre es muy interesante. Al pasar la mayor parte del tiempo lejos de su estrella, en un entorno muy frío, su composición interna apenas ha cambiado con el paso del tiempo.

Así que pueden permitir comprender mejor cuáles fueron los procesos que tuvieron lugar durante su formación, en el disco protoplanetario de las estrellas. La observación de Borisov, en este sentido, es más que destacable. Es la primera vez que se observa el interior de un cometa procedente de otro sistema planetario. Aunque en un primer momento parecía completamente ordinario, se está viendo ahora que hay diferencias más que notables. ALMA detectó la presencia de dos moléculas: cianuro de hidrógeno y monóxido de carbono.

La sorpresa del monóxido de carbono

Los investigadores esperaban observar cianuro de hidrógeno, presente en cantidades similares a la de los cometas del Sistema Solar. Lo que no esperaban ver era una abundancia de monóxido de carbono. Algo que les permite deducir que tuvo que formarse en un entorno muy rico en hielo de monóxido de carbono. Solo se forma en temperaturas extremadamente bajas, por debajo de -250º C. Algo que ha sido posible detectar gracias a la sensibilidad del radiotelescopio ALMA y que permite comprender mejor dónde se formó el cometa Borisov.

Imagen en color de C/2019 Q4 (Borisov), observado el 9 de septiembre de 2019. Crédito: Gemini Observatory/NSF/AURA

El monóxido de carbono es una de las moléculas más comunes en el espacio. Está presente en la mayoría de los cometas. Sin embargo, la concentración de monóxido de carbono varía enormemente de un caso a otro y no está claro por qué. Podría ser por en dónde se formó un cometa (dentro del Sistema Solar). También podría deberse a la frecuencia con la que la órbita del cometa lo lleva a acercarse al Sol, permitiendo la evaporación de los gases congelados. Esto permite deducir dónde se pudo formar Borisov.

Tuvo que ser un entorno muy diferente al de los cometas del Sistema Solar. En una región muy fría, y distante, de algún sistema planetario lejano. Esa región podría ser comparable al cinturón de Kuiper en el Sistema Solar. ¿En cuál exactamente? Eso es mucho más complicado de determinar, pero se apoyan en las observaciones de ALMA. La mayoría de los discos protoplanetarios observados por el radiotelescopio se encuentran en torno a estrellas de poca masa y mucho más jóvenes que nuestro Sol.

El cometa Borisov plantea muchas preguntas

Muchos de esos discos, según explican los investigadores, se extienden más allá de la región en la que nuestros cometas se formaron. Por lo que habría grandes cantidades de polvo y gas extremadamente frío. Así que Borisov podría haberse formado en uno de esos grandes discos protoplanetarios. Teniendo en cuenta su velocidad, plantean que el cometa pudo ser expulsado por una interacción con una estrella cercana o un planeta gigante. Tras millones de años de viaje, terminó llegando al Sistema Solar.

Concepto artístico de un disco protoplanetario. Crédito: NASA

De momento, es el segundo objeto interestelar conocido, junto a Oumuamua. Es el primer cometa interestelar confirmado, ya que ha mostrado una coma, típica de los cometas. En el caso de Oumuamua nunca se llegó a observar y no se pudo determinar si era un cometa. Mientras no se observen más cometas interestelares, hay preguntas sin responder. ¿Hasta qué punto es típica la composición de Borisov entre los cometas interestelares? Cuando se detecten más cometas, en los próximos años, será posible conocer su composición.

A medida que vaya sucediendo, será posible completar la imagen de cómo son los cometas que se forman más allá de nuestro sistema. Algo que servirá para compararlo con lo que se observa aquí y ver, así, hasta qué punto podría tener algo de especial. Pero, lógicamente, también queda otra gran pregunta en el horizonte. ¿Cuándo encontraremos el próximo objeto interestelar? Borisov todavía seguirá siendo objeto de estudio durante una buena temporada, pero también está abandonando el Sistema Solar para continuar su viaje por la galaxia…

Referencias: Phys

Alex Riveiro: Divulgador científico. Autor de "Hacia las estrellas: una breve guía del universo", "Más allá de las estrellas: ¿estamos solos en el universo?" y la saga de ciencia ficción "Ecos de un futuro distante". Colaborador en eltiempo.es y Otros Mundos. También en Twitter, YouTube, Twitch e iVoox.
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