Un grupo de investigadores ha determinado que los anillos de Saturno son jóvenes. Algo que, si están en lo correcto, respondería a una de las preguntas que más se ha repetido en las últimas décadas sobre el planeta más espectacular del Sistema Solar. Naturalmente, también tiene consecuencias…
Los anillos de Saturno son jóvenes, tienen unos cuantos cientos de millones de años
Un nuevo estudio, liderado por Sascha Kempf, de la Universidad de Colorado Boulder, ha aportado las evidencias más robustas de que los anillos de Saturno son muy jóvenes. En el trabajo, se determinar que, como máximo, los anillos no pueden tener más de unos 400 millones de años. Esto implica, naturalmente, que los anillos del planeta son muchísimo más jóvenes. No podemos olvidar que Saturno tiene, al igual que el resto del Sistema Solar, unos 4500 millones de años. Para poder obtener una respuesta, se han fijado en el polvo.
Así, Kempf explica que hay pequeños granos de material rocoso, que recorren el Sistema Solar de manera casi constante. En algunos casos, esa corriente puede dejar tras de sí una fina capa de polvo en objetos planetarios, incluyendo el hielo que forma los anillos de Saturno. En el nuevo estudio, los investigadores buscaban determinar la edad de los anillos de Saturno estudiando la velocidad con la que esta capa de polvo se acumula en ellos. En cierto modo, como si quisiésemos determinar la edad de una casa de la misma manera.
En función del polvo que recojamos al pasar nuestros dedos, sabremos que la casa es más o menos vieja. Esto es algo similar, aunque un poco más sofisticado. Los investigadores cuentan una analogía para imaginarlo mejor. Si tenemos una alfombra en nuestra casa, recién limpiada, el polvo tardará un tiempo en acumularse. En el caso de los anillos, salvo por la limpieza, sucederá lo mismo. Poco a poco, se irá acumulando ese polvo que recorre el Sistema Solar. Para poder determinar si es así, hubo que recurrir a una nave que ya es legendaria.
La inestimable ayuda de la sonda Cassini
De 2004 a 2017, el equipo utilizó un instrumento llamado Cosmic Dust Analyzer (analizador de polvo cósmico) instalado en la sonda Cassini. Analizaba las motas de polvo que volaban alrededor de Saturno. A lo largo de esos 13 años, los investigadores recogieron 163 granos cuyo origen estaba más allá del vecindario del planeta. Basándose en sus cálculos, los anillos de Saturno, seguramente, solo llevan unos cuantos cientos de millones de años acumulando polvo. Así que parece que se puede contestar a cuál es la edad del sistema de anillos.
Esto, sin embargo, no responde a otras preguntas. Como destacan los propios investigadores, todavía no se sabe cómo se formaron los anillos. A lo largo de los siglos, han sido muchos los investigadores cautivados por estos espectaculares anillos. En 1610, Galileo Galilei los observó por primera vez a través de un telescopio. En aquel entonces, no sabía qué era lo que estaba observando. En sus bocetos originales, los anillos se parecen más bien a algo similar a las asas de una jarra de agua. No fue el único que los estudió.
En el siglo XIX, Maxwell, un científico escocés, concluyó que los anillos de Saturno no podían ser sólidos. Debían estar compuestos por muchos fragmentos individuales. Hoy en día, los científicos saben que Saturno tiene siete anillos formados por incontables fragmentos de hielo. Ninguno es mayor que una roca de la Tierra. En total, este hielo supone la mitad de la masa del satélite Mimas y se encuentra a más de 280 000 kilómetros del planeta. Durante la mayor parte del siglo XX, se supuso que los anillos debían ser tan antiguos como el propio planeta.
Que los anillos de Saturno sean jóvenes responde algunas cuestiones
El inconveniente de ese planteamiento es que los anillos están muy limpios. Las observaciones sugieren que están compuestos en un 98% por agua pura (por volumen). Solo tienen una pequeñísima cantidad de material rocoso. Es casi imposible, dicen los investigadores, tener algo tan limpio. La sonda Cassini ofreció una oportunidad magnífica para determinar la edad de los anillos de Saturno. La sonda llegó en 2004 y recogió datos hasta que se estrelló, intencionadamente, contra la atmósfera del planeta en el año 2017.
El instrumento recogió motas de polvo en todo su recorrido. La misión Europa Clipper, de la NASA, cuenta con un analizador de polvo mucho más sofisticado. Su lanzamiento está previsto para 2024. El equipo estima que este polvo interplanetario supone menos de un gramo de polvo por cada 0,1 metros cuadrados. Poco, pero suficiente para que se acumule con el paso del tiempo. En estudios anteriores ya se había sugerido que los anillos de Saturno podían ser jóvenes, pero no se había contado con la acumulación de polvo.
De hecho, los anillos ya podrían estar desvaneciéndose. En un estudio de la NASA, se explicaba que el ritmo al que el hielo se precipita sobre el planeta implica que los anillos podrían desaparecer en unos 100 millones de años. Lo que queda sin responder, por ahora, es cómo se formaron esos anillos. Es posible que se formasen cuando la gravedad del planeta destruyó alguno de sus satélites. En la escala astronómica, la vida de los anillos de Saturno es más bien breve. Así que es todo un golpe de suerte que, en este momento, podamos verlos…
Estudio
El estudio es S. Kempf, N. Altobelli, J. Schmidt et al.; «Micrometeoroid infall onto Saturn’s rings constrains their age to no more than a few hundred million years». Publicado en la revista Science Advances el 12 de mayo de 2023. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Phys
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