Un sistema de alerta para asteroides peligrosos

Representación artística del asteroide Apofis acercándose a la Tierra

La Agencia Espacial Europea está trabajando en una misión que serviría como sistema de alerta ante asteroides peligrosos. Específicamente, ayudaría con aquellos que resultan particularmente difíciles de observar, por llegar a la Tierra desde la región en la que se encuentra el Sol…

NEOMIR, un sistema de alerta frente a asteroides peligrosos

La misión en la que trabaja la Agencia Espacial Europea es NEOMIR, Near-Earth Object Mission in the InfraRed (Misión en el infrarrojo sobre objetos cercanos a la Tierra, en castellano). Se trata de una nave que orbitaría entre la Tierra y el Sol. Específicamente, en L1, uno de los llamados puntos de Lagrange. Allí es donde se encuentran algunos observatorios como SOHO, que se dedican al estudio del Sol. Desde esa posición, NEOMIR sería capaz de detectar asteroides que puedan quedar ocultos en el intenso brillo de nuestra estrella.

Concepto artístico de WF9 2016, un asteroide cercano a la Tierra. Crédito: JPL/NASA

Resulta en cierto modo irónico. Si es posible descubrir asteroides es, precisamente, porque reflejan la luz del Sol. Sin embargo, esto sucede cuando no están en la misma dirección que nuestra estrella. En ese caso, pueden quedar ocultos en su luz hasta que quede poco tiempo hasta la colisión. La misión NEOMIR tendría la capacidad de encontrar asteroides de 20 metros, o más, que no pueden ser vistos desde la superficie, que se dirijan hacia la Tierra y procedan del Sol. Estos asteroides podrían estar en rumbo de colisión inminente con el planeta.

La nave utilizaría un telescopio de medio metro, observando en el espectro infrarrojo, en la longitud de onda de 5 a 10 micrómetros. La Agencia Espacial Europea explica que NEOMIR monitorizará una región, en forma de anillo, alrededor del Sol. Es imposible estudiarla con los telescopios en la superficie del planeta, debido al brillo de nuestra estrella. Al realizar las observaciones en el espectro infrarrojo, NEOMIR será capaz de detectar el calor emitido por los asteroides. Es un recurso muy útil, porque ese calor no queda oculto en la luz del Sol.

Una observación que no se puede realizar desde la Tierra

Además, este rango de emisiones térmicas es absorbido por la atmósfera de la Tierra. Es otro motivo por el que un telescopio terrestre no es adecuado para este tipo de misión. Además, NEOMIR será capaz de observar más cerca del Sol de lo que se puede desde la superficie del planeta. Las posibilidades que ofrece una misión de este tipo son muy atractivas. Se considera que sería un sistema de alerta para asteroides peligrosos porque, en el caso de asteroides de 20 metros o más, la detección se podría producir con, al menos, tres semanas de antelación.

En el peor escenario posible, que se daría cuando el asteroide se detectase al pasar cerca de la nave, la advertencia mínima sería de tres días. Es lo más rápido que un asteroide, desde el punto L1, podría llegar a la Tierra. Por ahora, eso sí, NEOMIR está en fase de estudio. Se encuentra en una etapa inicial de desarrollo y habrá que ver si se concreta. Si finalmente se lleva a cabo, el lanzamiento no tendrá lugar hasta 2030. Se utilizará un cohete Ariane 6-2. La misión podría trabajar en conjunto con NEO Surveyor, de la NASA.

Esto permitiría tener un aviso con una antelación todavía superior. NEO Surveyor se lanzará en 2026 y tiene un objetivo ambicioso. Se busca descubrir un 90% de los asteroides, cercanos a la Tierra, con un diámetro de más de 140 metros. El objetivo es poder detectar asteroides como el bólido de Cheliábinsk. Fue un asteroide que se desintegró en la atmósfera, sobre la ciudad del mismo nombre en Rusia. La radiante del bólido (la dirección de la que procedió), estaba cerca del Sol y pasó desapercibido por muchos observatorios.

Las detecciones no serán sencillas

Sin embargo, ese caso, específicamente, estaría en el límite de lo que NEOMIR podría detectar. Se calcula que el asteroide medía unos 18 metros. La onda expansiva, provocada por su desintegración, destrozó ventanas y dañó edificios. En total, 1500 personas resultaron heridas y 7200 edificios, en seis ciudades en la región, sufrieron daños. Los asteroides más grandes, naturalmente, podrían provocar mucha más destrucción y daños si golpeasen la Tierra. Sin embargo, se calcula que su población (es decir, su abundancia) es baja.

Esta fotografía muestra el rastro de humo, del recorrido del meteorito de Cheliábinsk al entrar en la atmósfera. Crédito: Alex Alishevskikh

Además, se cree que más del 90% de esos asteroides ya han sido descubiertos. Ninguno tiene posibilidades de colisionar con la Tierra próximamente. El panorama cambia con asteroides mucho más pequeños. Solo se ha descubierto un pequeño porcentaje de asteroides por debajo de los 10 metros de diámetro. Sin embargo, estos son tan pequeños que, de entrar en la atmósfera del planeta, se desintegrarían y no suponen un riesgo. La que sí supone un problema es, en realidad, la población de asteroides que son prácticamente invisibles.

En la región entre la Tierra y el Sol no se plantea que haya muchos asteroides, pero los hay. Descubrirlos y obtener los detalles de sus órbitas resultaría tremendamente útil. NEOMIR se encargará de encontrar esos asteroides ocultos. En 2021 se llevó a cabo un estudio inicial, en las instalaciones de la Agencia Espacial Europea, y su diseño está siendo finalizado. En estos momentos, se está desarrollando las tecnologías de detección y sistemas electrónicos necesarios para la misión. Veremos si, en los próximos años, finalmente se aprueba…

Referencias: Universe Today

Alex Riveiro: Divulgador científico. Autor de "Hacia las estrellas: una breve guía del universo", "Más allá de las estrellas: ¿estamos solos en el universo?" y la saga de ciencia ficción "Ecos de un futuro distante". Colaborador en eltiempo.es y Otros Mundos. También en Twitter, YouTube, Twitch e iVoox.
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