La compañía SpaceX ha simulado cómo funcionaría un aterrizaje lunar. Es un paso importantísimo porque, si no hay cambio de planes, en la misión Artemisa III veremos el retorno de seres humanos a la superficie del satélite. Para ello, se utilizará una versión modificada de la nave Starship…
SpaceX ha simulado el funcionamiento de un motor en un aterrizaje lunar
La NASA ha anunciado que, recientemente, SpaceX ha logrado comprobar una capacidad importante de su motor Raptor, optimizado para el vacío, que necesitará utilizar en su aterrizador: la capacidad de encenderse en condiciones de frío extremo. La prueba se llevó a cabo a finales de agosto y ha permitido confirmar que el motor puede encenderse en las frías condiciones del espacio. De hecho, es posible hacerlo incluso tras un período de tiempo largo en el espacio. Las temperaturas caen mucho más que en la Tierra.
El procedimiento para realizar esta prueba fue simple. Se enfrió el motor Raptor de vacío fue enfriado para imitar las condiciones después de un largo período de viaje por el espacio. El encendido, en esas condiciones, fue todo un éxito. Esta prueba era importante porque las misiones del programa Artemisa se enfrentan a un reto que no sucede en las misiones que se realizan en la órbita baja de la Tierra. En estas misiones, los aterrizadores podrán estar en el espacio, sin encenderse, durante un período de tiempo muy largo.
Esto provocará que la temperatura del equipo caiga a un nivel por debajo de lo que experimentarían en una misión mucho más corta, en la órbita baja de nuestro planeta. Hay que recordar que SpaceX firmó un contrato con la NASA, por valor de 2890 millones de dólares, para desarrollar el sistema de aterrizaje humano (HLS, por sus siglas en inglés) para la misión Artemisa III. En estos momentos, el plan es que ese aterrizaje se produzca a finales de 2025. Además, la compañía ha firmado otro contrato (por 1150 millones de dólares) para Artemisa IV, que podría suceder en 2028.
El programa Artemisa sigue adelante
Pero antes de todo eso, Artemisa II, la próxima misión en el programa, es el gran reto que tiene la agencia espacial estadounidense por delante. Esta segunda misión será la primera con una tripulación a bordo de la cápsula Orión. El plan es que se lance en el SLS, el nuevo cohete de la agencia, en noviembre de 2024. Sin embargo, hay motivos para pensar que el vuelo podría retrasarse. También existe esa posibilidad en el caso de la misión Artemisa III. La nave Starship HLS (la versión modificada de Starship) utilizará dos variantes del motor Raptor de SpaceX.
Uno estará optimizado para funcionar con la presión atmosférica que encontramos a nivel del mar. El otro estará optimizado para funcionar en el espacio, o en el vacío, donde no hay atmósfera alguna. Anteriormente, SpaceX ya había llevado a cabo una prueba para comprobar que el motor podía encargarse del descenso. Se mantuvo encendido durante 281 segundos (casi 5 minutos). La cantidad de tiempo aproximada hasta descender a la superficie de la Luna. Esa prueba se llevó a cabo en noviembre de 2021 y fue tremendamente útil.
Permitió demostrar la capacidad del motor Raptor de cambiar el nivel de potencia del motor a lo largo del tiempo. Es algo llamado un perfil de aceleración. También demostró que el motor era capaz de funcionar durante todo el tiempo de descenso. La NASA dijo de aquella prueba que le daba confianza sobre el desarrollo del motor. En Artemisa III, la Starship HLS llevará a la tripulación a una región cercana al polo sur. Allí realizarán paseos lunares y analizarán la región que parece más probable para la instalación de una futura base lunar.
Starship cumplirá con otros objetivos
SpaceX también ha explicado que, en misiones futuras, Starship será la nave encargada de realizar entregas de suministros, equipo y cargamento científico para poder realizar una exploración extensa de la superficie. Las pruebas de SpaceX, como haber simulado un aterrizaje lunar, resultan esenciales porque, al igual que con cualquier otro componente espacial, es necesario demostrar que la tecnología crítica y el hardware funcionan bien tanto en condiciones simuladas como las reales. Por esto mismo, en abril de este mismo año, 2023, vimos un vuelo de prueba de Starship y Super Heavy.
Es el cohete más potente que se ha lanzado, y que todavía no está listo para entrar en funcionamiento. Tras el despegue, el vehículo experimentó varias anomalías, incluyendo la pérdida de varios motores de la primera fase. Además, la segunda fase no logró separarse de la primera. Esto provocó que se activase el sistema de terminación de vuelo, destruyendo el cohete y obligando a SpaceX a realizar multitud de modificaciones en diferentes aspectos. Es imprescindible para que la FAA (la Administración Federal de Aviación) otorgue el permiso para volar.
Será en ese segundo vuelo de prueba, del conjunto de Starship y Super Heavy, cuando los motores Raptor vuelvan a ponerse a prueba. Ahora mismo, se baraja la posibilidad de que ese vuelo pueda realizarse a finales de octubre. Si bien es cierto que todavía no hay nada oficial. En cualquier caso, este retraso puede afectar a Artemisa III. Si Starship no entra en funcionamiento próximamente, parece muy difícil que Starship HLS pueda estar preparado para encargarse del aterrizaje de seres humanos en la Luna. Veremos cómo avanzan las pruebas…
Referencias: Universe Today
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