Esta semana, el programa 2×04 de Astrobitácora, hablamos de las raíces astronómicas de Halloween, una celebración que no deja de ganar popularidad. En YouTube, además, repasamos algunos de los desafíos que habrá que superar para, en el futuro, tener una presencia permanente en Marte.
Astrobitácora 2×04: Halloween y el firmamento
En los últimos años, Halloween no ha dejado de ganar popularidad más allá de Estados Unidos. Es una celebración cada vez más popular en Europa. Curiosamente, su origen se remonta al viejo continente, a celebraciones como el Samhain, de la antigua cultura celta (presente en lugares como el noroeste de España o en Irlanda). Por lo que, en realidad, nos encontramos con una celebración que se originó en el Viejo Continente, se desplazó hasta América del Norte y ahora, ha regresado a la tierra de sus orígenes, pero con variaciones importantes.
Sin embargo, lo que seguramente pocos pensarían, es que Halloween tiene una relación bastante clara con el firmamento. No en su forma moderna, por supuesto. El Samhain (o Samaín, en castellano), del que se deriva la celebración moderna, tenía lugar en una fecha muy concreta. Para los celtas era la celebración más importante de los cuatro cross-quarter days. Se trata de cuatro días, a lo largo de un año, que se encuentran aproximadamente a la misma distancia del equinoccio (o solsticio anterior) y el siguiente solsticio (o equinoccio).
Para los antiguos celtas, el de Halloween indicaba la llegada del invierno. Era el momento de prepararse para las noches más largas del año. Algo que, en muchas tradiciones antiguas, es un denominador común. La mitad más oscura del año era considerada el momento más difícil. De esto, y de mucho más, hablamos en Astrobitácora 2×04, el podcast de esta semana, en el que también repasamos otras noticias y citas importantes. Como siempre, puedes escucharlo tanto en las aplicaciones de iVoox, en Android e iOs, como en su web, en este enlace.
YouTube: La colonización del planeta rojo
Marte es, sin duda, el gran atractivo en la exploración espacial de los próximos años y décadas. Tarde o temprano, parece lógico suponer, llegará el momento de plantearse cómo podríamos tener una presencia permanente más allá de nuestro planeta natal. Pero, para poder conseguirlo, vamos a tener que superar una serie de retos que nos resultan totalmente ajenos. Son condiciones que no nos afectan en la Tierra. Por ejemplo, en nuestro planeta la temperatura media es de 16 ºC. En Marte, es de -60 ºC y la variación diaria es enorme.
Además, hay que tener en cuenta que la atmósfera es 100 veces más fina que la de nuestro planeta. Su composición es completamente incompatible (contiene un 95% de dióxido de carbono) con la vida tal y como la conocemos. Por lo que será necesario utilizar trajes de protección para poder sobrevivir en el exterior. La base, o asentamientos, tendrán que ser capaces de soportar grandes variaciones de temperatura a lo largo del día. Así como de proporcionar un entorno adecuado para protegernos de la radiación del planeta.
También será imperativo pensar en cómo mantener una fuente de energía constante, a pesar de las grandes tormentas de arena que, de cuando en cuando, afectan al planeta. Son solo algunos de los obstáculos que impedirán, de no resolverse, que podamos tener asentamientos más allá de la Tierra. Pero también habrá que pensar, por si no fuese suficiente, en cómo llegar hasta allí. El viaje por el espacio no será sencillo. Puedes ver el vídeo al principio del artículo o, si lo prefieres, directamente en el canal de YouTube, en este enlace.
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