Las consecuencias de DART en el asteroide Dimorphos

Dimorphos, rodeado por las rocas despedidas (visibles como puntos) tras el impacto de DART. Crédito: NASA

A finales de 2022, la sonda DART colisionó contra el asteroide Dimorphos y sus consecuencias todavía son evidentes. La misión de la NASA, que tenía como propósito demostrar que se puede modificar la órbita de un asteroide, sigue siendo una fuente de resultados y observaciones muy interesantes.

Las consecuencias de DART siguen en marcha

La colisión de la sonda DART no solo desvió el rumbo de Dimorphos, alterando su órbita alrededor de otro asteroide, Didymos. También provocó que se lanzasen decenas de rocas al espacio. Algo que se ha podido observar con la ayuda del telescopio Hubble. DART colisionó con Dimorphos a una distancia de 11 millones de kilómetros de la Tierra, en septiembre de 2022. La nave desvió el asteroide de su rumbo de una manera notoria, en lo que ya es la primera prueba de un sistema de defensa planetario para protegernos de posibles colisiones.

El asteroide Dimorphos, visto por la sonda DART. Crédito: NASA

Las imágenes del telescopio Hubble muestran que la colisión envió 37 rocas al espacio. Los tamaños de esas rocas van desde apenas un metro a siete. En realidad, son solo el dos por ciento de todas las rocas que fueron dispersadas por la superficie del asteroide tras el impacto. Al menos, esa es la conclusión a la que han llegado los investigadores en un nuevo estudio que se ha publicado recientemente. El trabajo plantea algo que resulta intrigante, si en un futuro hay que llevar a cabo una misión para desviar un asteroide.

Es posible que, al desviar un asteroide que pueda chocar con la Tierra, la colisión provoque que se lancen rocas en nuestra dirección. Las buenas noticias son que, sin embargo, no habría motivos para preocuparse. Estas rocas no suponen una amenaza para la Tierra y, de hecho, tampoco llegarían demasiado lejos. De hecho, estas rocas que siguen a Dimorphos en su órbita alrededor de Didymos se están moviendo lentamente. Apenas se alejan a un ritmo de un kilómetro por hora. La velocidad a la que se mueve una tortuga gigante.

Más alicientes para la observación de Dimorphos

La Agencia Espacial Europea tiene una misión, Hera, que llegará al asteroide a finales de 2026 para inspeccionar, con mucho más detalle, las consecuencias del impacto de DART. Lo interesante es que las rocas se mueven tan lentamente que Hera tendrá la oportunidad de analizarlas. Los investigadores esperan que, para cuando la nave llegue allí, la nube de rocas todavía esté en proceso de dispersión. En cierto modo, explican, es como una especie de enjambre de abejas que, poco a poco, está expandiéndose y alejándose.

La observación del telescopio Hubble ha servido para, por primera vez, entender qué sucede cuando se golpea un asteroide. Se está viendo el flujo de material expulsado. A esto hay que sumarle otro aspecto sumamente interesante. Las rocas están entre los objetos más tenues que se han logrado observar en el Sistema Solar. La dispersión de las rocas, además, también es otra fuente de información. Indican que el impacto de DART ha debido dejar un cráter de unos 50 metros de diámetro en Dimorphos. Es un cráter de un tamaño considerable.

A fin de cuentas, no podemos olvidar que el asteroide mide unos 170 metros. El objetivo de los investigadores es seguir analizando el movimiento de las rocas para calcular su trayectoria. Así, podrán determinar de qué manera, exactamente, fueron lanzados desde la superficie. Es muy interesante pensar que, casi un año después de que la misión se llevase a cabo, Dimorphos sigue sufriendo las consecuencias del impacto de DART. Algo que da todavía más interés a la misión de Hera, que en solo unos años realizará un estudio mucho más exhaustivo.

Hera estudiará las consecuencias de DART con mucho más detalle

Entre sus objetivos, Hera analizará el tamaño y forma del cráter creado por la colisión. Así, se podrá calcular cuál es el nivel de eficiencia del desvío producido por el impacto. La nave se lanzará en octubre de 2024, entrará en la órbita de Dimorphos en 2026 y estudiará las consecuencias del impacto de DART cuatro años después de tener lugar. La nave llevará consigo diferentes cámaras, un altímetro y un espectrómetro. También le acompañarán dos satélites diminutos (llamados CubeSats). Se trata de Milani y Juventas, que acompañarán a la misión.

Concepto artístico de la misión DART. Crédito: NASA

Hera analizará en detalle la composición y propiedades del sistema binario de asteroides, incluyendo un análisis de su estructura interior. Además, se espera que permita demostrar la capacidad de realizar misiones con operaciones conectadas con otras naves, una vez haya desplegado los CubeSats. Milani tendrá como misión analizar la superficie de los dos asteroides e identificar la presencia de polvo en el espacio en su entorno. Juventas se encargará del análisis de la estructura interna, así como del campo gravitacional y, además, aterrizará en Dimorphos.

Eso sí, habrá que esperar todavía una buena temporada. La fecha exacta de la llegada de Hera, siempre que no haya retrasos, será el 28 de diciembre de 2026. Una vez en su destino, comanzará una misión de seis meses para cumplir con los objetivos que se han establecido. Tanto Milani como Juventas aterrizarán en Dimorphos. Además, también cabe la posibilidad de realizar un experimento que concluya con el aterrizaje de la propia nave Hera en la superficie de Didymos, el asteroide más grande del sistema binario…

Estudio

El estudio es D. Jewitt, Y. Kim, J. Li y M. Mutchler; «The Dimorphos Boulder Swarm». Publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters el 20 de julio de 2023. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys

Alex Riveiro: Divulgador científico. Autor de "Hacia las estrellas: una breve guía del universo", "Más allá de las estrellas: ¿estamos solos en el universo?" y la saga de ciencia ficción "Ecos de un futuro distante". Colaborador en eltiempo.es y Otros Mundos. También en Twitter, YouTube, Twitch e iVoox.
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