Los róvers que viajen a Marte puede que tengan que excavar para encontrar vida. Es algo que se plantea desde hace mucho tiempo y que, ahora, un experimento de la NASA afirma que podría ser una suposición correcta. Además, no habría que excavar demasiado…
Los róvers tendrán que excavar varios metros bajo el suelo de Marte para encontrar vida
El experimento de la NASA plantea que los róvers necesitarán excavar dos metros (o más) bajo el suelo de Marte para poder encontrar señales de vida. El motivo es que la radiación ionizante, procedente del espacio, degrada las moléculas pequeñas, como los aminoácidos, con relativa facilidad. Los aminoácidos pueden crearse por la vida y por química no biológica. Sin embargo, encontrar algunos aminoácidos, en el planeta rojo, podrían ser una posible señal de antigua vida marciana. A fin de cuentas, son usados abundantemente por la vida terrestre.
Esos aminoácidos son un componente de las proteínas. Hay que recordar que las proteínas son esenciales para la vida, porque se utilizan para fabricar enzimas, que aceleran o regulan las reacciones químicas, y también para crear estructuras. Desde NASA, explican, los resultados del experimento son llamativos. Sugieren que los aminoácidos, en las rocas y el regolito en la superficie de Marte, son destruidos por los rayos cósmicos mucho más rápido de lo que se pensaba. Las misiones actuales excavan tan solo cinco centímetros bajo la superficie.
A esas profundidades, hacen falta unos 20 millones de años para que los aminoácidos se destruyan por completo. Si a eso le sumamos los percloratos y el agua, el ritmo de destrucción de aminoácidos aumenta todavía más. 20 millones de años es, en este contexto, muy poco tiempo. Los indicios de esa vida pasada (si la hubo) deberían estar presentes en la superficie desde hace miles de millones de años. Fue en la infancia del Sistema Solar, cuando el planeta rojo se parecía mucho más a la Tierra y tenía condiciones para ser habitable.
Recogida de muestras a más profundidad
Este resultado apunta a una estrategia diferente para las misiones que busquen recoger muestras a poca profundidad. Las misiones que extraigan material muy cercano a la superficie tendrán que buscar material recién expuesto. Es decir, microcráteres que tengan una edad inferior a 10 millones de años. Así como el material que haya sido expulsado de esos cráteres. Los rayos cósmicos son partículas de alta energía (principalmente protones e iones de helio), generados por potentes eventos en el sol y en el espacio profundo.
Son el producto de fenómenos como llamaradas solares y explosiones estelares. Los rayos cósmicos pueden degradar, o destruir, las moléculas orgánicas al penetrar varios metros en rocas. A su paso ionizan y destruyen todo. La densa atmósfera de la Tierra, y su campo magnético global, protege la superficie de la mayoría de rayos cósmicos. En su infancia, Marte también tenía ambas cosas, pero esa protección desapareció a medida que el planeta envejecía. Sin embargo, quedan indicios de que, hace miles de millones de años, esa atmósfera más densa permitió que Marte pudiese tener agua líquida en su superficie. Algo que sabemos que es esencial para la vida.
Por ello, los científicos quieren saber si la vida llegó a aparecer en Marte, y buscan indicios de antigua vida marciana estudiando sus rocas en busca de moléculas orgánicas y aminoácidos. Los investigadores han mezclado de diferentes tipos de aminoácidos en silicatos, silicatos hidratados, así como silicatos y percloratos para simular las condiciones del suelo marciano. Las muestras fueron selladas en tubos de prueba, en condiciones de vacío, para simular la fina atmósfera del planeta rojo. Algunas muestras se conservaron a temperatura ambiente…
Un experimento para entender por qué hay que excavar para encontrar indicios de vida en Marte
Es la temperatura más alta que se puede encontrar en la superficie de Marte. Otras muestras se congelaron hasta los -55 ºC. Después, las muestras fueron expuestas a diferentes niveles de radiación gamma, un tipo de luz muy energética, para simular las dosis de rayos cósmicos recibidas a lo largo de 80 millones de años de exposición en la superficie de Marte. El experimento es el primero en mezclar aminoácidos con una simulación de suelo marciano. En experimentos anteriores, se había analizado la radiación gamma en muestras puras de aminoácidos.
Sin embargo, es poco probable encontrar una gran cantidad de un único aminoácido en una roca de mil millones de años. Este trabajo es el primero, explican, en analizar la destrucción de aminoácidos teniendo en cuenta diferentes factores de Marte. Hay que recordar que, por ahora, no se han encontrado aminoácidos en el planeta. Sí que se han encontrado, por contra, en meteoritos procedentes del planeta rojo. Los meteoritos de Marte, por lo general, proceden de profundidades de, al menos, un metro. Eso permite realizar alguna suposición.
Es posible que los aminoácidos de meteoritos, como RBT 04262, pudiesen procedan de una profundidad superior a un metro y, por tanto, estuviesen protegidos de la radiación cósmica. Los róvers Curiosity y Perseverance han encontrado materia orgánica. Sin embargo, no es suficiente para afirmar que sean indicios de vida, porque podría tener un origen no biológico. Los resultados de los experimentos, además, sugieren que es probable que esa materia orgánica haya sido alterada por la radiación y, por tanto, que no sea igual que cuando se formó…
Estudio
El estudio es A. Pavlov, H. McLain, D. Glavin et al.; «Rapid Radiolytic Degradation of Amino Acids in the Martian Shallow Subsurface: Implications for the Search for Extinct Life«. Publicado en la revista Astrobiology el 24 de junio de 2022. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: NASA
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