Describen la inversión de los polos sucedida hace 700 000 años

La Tierra, vista el 6 de julio de 2015, desde una distancia de 1,5 millones de kilómetros. Crédito: NASA

Aproximadamente, cada 200 000 o 300 000 años, se produce una inversión de los polos magnéticos de la Tierra. El polo norte magnético y el sur cambian constantemente a lo largo de la historia. La última inversión sucedió hace más de 700 000 años, y ahora un grupo de investigadores ha publicado qué pudo suceder…

La inversión de los polos magnéticos de la Tierra va con retraso…

La última inversión de los polos sucedió hace ya 772 000 años. Entre el doble y el triple de la frecuencia habitual. No es un hecho destacable por sí mismo. A fin de cuentas, la media es entre 200 000 y 300 000 años, pero es lógico suponer que habrá habido períodos, como este, más largos, y otros mucho más breves entre inversiones. Un grupo de investigadores ha estudiado el registro de la última inversión de los polos magnéticos, para entender mejor como sucedió. Algo interesante porque permite arrojar luz sobre un tema cada vez más actual.

Concepto artístico del campo magnético de la Tierra. Crédito: ESA/ATG Medialab

El estudio del campo magnético de la Tierra en el pasado es conocido como paleomagnetismo. En él, se estudian rocas, sedimentos e incluso material arqueológico. Las rocas que, en el pasado, estaban fundidas, preservan un registro del campo magnético cuando se solidificaron. El campo de la magnetoestratigrafía se dedica al estudio del registro de las inversiones de los polos que están contenidos en esas rocas. Al datar la edad de las rocas, es posible reconstruir la historia de los cambios del campo magnético del planeta.

La última inversión de los polos es conocida como la inversión geomagnética Matuyama-Brunhes, por sus descubridores: Bernard Brunhes, un geofísico francés, y Motonori Matuyama, geofísico japonés. Desde su descubrimiento, se ha intentado entender en qué momento tuvo lugar y cuánto tardó en completarse. Ahora, un nuevo estudio intenta aportar más información sobre el evento. Algo que debería ayudar a entender mejor qué podemos esperar en el futuro. A fin de cuentas, la próxima inversión, en escala geológica, es inminente.

La ayuda de las corrientes de lava

El fluir de la lava es un indicador muy útil para conocer la orientación de los polos magnéticos de la Tierra cuando se solidificó. Sin embargo, no permiten reconstruir su historia. Son, únicamente, momentos capturados en el tiempo. Aunque el flujo de lava es muy útil, a la hora de entender cómo era el campo magnético en ese instante, no son una fuente de información constante porque las erupciones no suceden de forma continua. Por ello, los depósitos de sedimentos son una fuente que resulta mucho más práctica en este aspecto.

Un flujo de lava en Hawái. Crédito: Brocken Inaglory/Wikimedia Commons

Se forman en grandes escalas de tiempo y pueden ser muy útiles. Uno de esos depósitos es la sección compuesta de Chiba, en la prefectura del mismo nombre, en Japón. Está considerada por los geofísicos como un lugar con un registro muy detallado de la inversión de Matuyama-Brunhes. Así que, para este estudio, los investigadores recogieron muestras de la zona y llevaron a cabo diferentes análisis. El objetivo era reconstruir la secuencia competa de la inversión. La sección de Chiba está muy bien preservada y proporciona muchas pistas.

Se utiliza como el estándar internacional para el límite inferior del Pleistoceno medio y el Chibaniense, cuando apareció el Homo Sapiens. En esos compuestos hay polen y fósiles marinos (tanto microscópicos como macroscópicos) muy bien conservados. También contiene tefra (o piroclasto), un material producido en las erupciones volcánicas, al que también se suele llamar ceniza volcánica. Los hallazgos de los investigadores resultan muy interesantes porque van en dirección opuesta a lo que se ha observado en otros estudios…

¿Cuánto duró la última inversión de los polos?

Por ejemplo, en algunos estudios se sugiere que la última inversión duró miles de años. En otros, que apenas duró unas pocas décadas. Todo depende de en qué región de la Tierra se recojan las evidencias. El estudio publicado ahora determina que debió durar unos 20 000 años, incluyendo un período de inestabilidad, de 10 000 años, justo antes de la inversión. Los fósiles marinos y el polen también contienen información sobre el fenómeno, y los investigadores ya han anunciado que son su siguiente objeto de estudio para obtener más información.

Imagen de la Tierra tomada desde la Estación Espacial Internacional. Crédito: Expedición 7 de la EEI, EOL, NASA

La gran pregunta, sobre una inversión de los polos magnéticos, es qué efecto tienen. No es algo que se haya intentado responder en este estudio, pero hay otras investigaciones que persiguen ese objetivo. Algunos investigadores se han preguntado, a lo largo del tiempo, si las inversiones podrían tener algún efecto en el cambio climático. No hay evidencias suficientes, todavía, pero algunos investigadores apuntan a que es posible que tengan un impacto. En 2006, un estudio jugaba con esa posibilidad al hablar de causas del cambio climático.

En los últimos tiempos se ha propuesto algo que podemos traducir como tirones arqueomagnéticos (archaeomagnetic jerks en inglés). Parecen estar relacionados con eventos climáticos importantes. Estos tirones son cambios rápidos en el campo magnético terrestre, que tienen lugar a escala local en vez de a escala global. Solo es una correlación entre ellos y el clima, pero podría llevar a más hallazgos en el futuro. Por lo que es inevitable preguntarse si podría haber algún tipo de relación entre las inversiones de los polos y el clima de nuestro planeta.

¿Cómo afectan a la vida?

Del mismo modo, no es menos importante la pregunta de qué efecto tienen estas inversiones de los polos en la vida. Muchos animales se embarcan en migraciones muy largas. Es el caso de ballenas, pájaros y tortugas marinas, por ejemplo. Hay indicios de que algunas especies migratorias dependen del campo magnético terrestre para desplazarse. Es un fenómeno conocido como magnetorrecepción. Estas criaturas, por tanto, podrían verse afectadas. Durante una inversión, los polos magnéticos cambian de lugar y de intensidad.

La Tierra vista desde el espacio. Crédito: NASA

De forma temporal, puede que haya varios polos magnéticos, o que se encuentren en el ecuador. Los polos también pueden desplazarse, abandonando su posición original y regresando a ella antes de que tenga lugar la inversión. Por ello, no está claro qué impacto tiene en los animales. Aunque hay indicios de que las tormentas solares, y su actividad magnética, puede provocar confusión en la migración de las ballenas. Durante una inversión de los polos, la intensidad del campo magnético también se reduce, por lo que hay más peligro.

En ese escenario, puede llegar más radiación solar a la superficie de la Tierra, por lo que podría poner en peligro a animales como las ballenas. Sin embargo, este extremo no está claro. De todos modos, hay que recordar que la vida terrestre ha sobrevivido a muchas inversiones de los polos. El ser humano moderno no ha pasado todavía por ninguna. Pero, probablemente, sus mayores consecuencias serán el impacto en nuestros sistemas de comunicación y energía. Sea como fuere, poco a poco se intenta entender mejor cómo se comporta el campo magnético del planeta…

Estudio

El estudio es Y. Haneda, M. Okada, Y. Suganuma y T. Kitamura; «A full sequence of the Matuyama–Brunhes geomagnetic reversal in the Chiba composite section, Central Japan». Publicado en la revista Progress in Earth and Planetary Science el 1 de septiembre de 2020. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Universe Today

Alex Riveiro: Divulgador científico. Autor de "Hacia las estrellas: una breve guía del universo", "Más allá de las estrellas: ¿estamos solos en el universo?" y la saga de ciencia ficción "Ecos de un futuro distante". Colaborador en eltiempo.es y Otros Mundos. También en Twitter, YouTube, Twitch e iVoox.
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