Todo parece indicar que la sonda Voyager 2 abandonará el Sistema Solar muy pronto. Al menos, esa es lo que opina la NASA, basándose en diferentes lecturas de los instrumentos de la nave. La sonda Voyager 1 ya lo hizo en 2012…

Voyager 2 se mueve en una dirección diferente a Voyager 1

La sonda Voyager 2 abandonará el Sistema Solar pronto

Concepto artístico de la sonda Voyager 1 en el espacio interestelar.
Crédito: Don Davis

Las sondas Voyager fueron lanzadas a mediados de la década de 1970. Son principalmente conocidas por su exploración de los planetas gigantes del Sistema Solar. Pero, desde hace unos años, han vuelto a capturar nuestra atención. Tras más de cuatro décadas de viaje por el espacio, Voyager 1 ya parece haber abandonado el Sistema Solar. Algo que sucedió en 2012. Ahora, Voyager 2 parece estar siguiendo sus pasos, aunque su dirección es diferente.

¿Cómo es posible saber que la sonda Voyager 2 va a abandonar el Sistema Solar? Es la conclusión a la que ha llegado la NASA después de analizar los datos de dos de sus instrumentos. A finales de agosto vieron que había un pequeño aumento en la cantidad de rayos cósmicos que golpeaban a la sonda. Como seguramente sepas, los rayos cósmicos son partículas, a muy alta velocidad, procedentes de más allá del Sistema Solar.

Los datos encajan bastante bien con lo que Voyager 1 experimentó tres meses antes de abandonar el Sistema Solar en 2012. Así que la suposición de los investigadores no parece descabellada. Ya tenemos un antecedente con el que compararlo. El entorno alrededor de la sonda Voyager 2 está cambiando. En los próximos meses será posible saber cuándo llegará a la heliopausa. O, por lo menos, esa es la esperanza.

Es difícil saber cuándo atravesará la heliopausa

Esta ilustración de la NASA muestra las posibles posiciones de las sondas Voyager 1 y 2 en el espacio.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

En estos momentos, Voyager 2 está a más de 17 000 millones de kilómetros de la Tierra. Sin embargo, es difícil saber en qué momento exacto atravesará la heliopausa. Cuando suceda, se podrá decir con toda certeza que ha abandonado el Sistema Solar. O, mejor dicho, la región de dominio del Sol. No hay que olvidar que la Nube de Oort podría llegar a un año-luz de distancia, muchísimo más lejos de lo que lo está Voyager 2.

La heliopausa es la burbuja alrededor del Sistema Solar formada por el viento solar. El viento solar esa corriente de partículas cargadas que el Sol emite de manera constante. Pero ese viento solar no es uniforme. Su distribución varía a lo largo de los 11 años que dura el ciclo solar. De tal manera que la burbuja que rodea al Sistema Solar se contrae y expande. Es decir, la heliopausa no es una región fija en el espacio. Varía en función de las condiciones en cada momento.

Como, además, Voyager 2 no está siguiendo la misma trayectoria que Voyager 1, hay que esperar a ver qué sucede. Los científicos no pueden asegurar que los cambios en sus datos, una vez haya abandonado el Sistema Solar, sean los mismos. Por lo que, hasta que no haya atravesado la heliopausa, no van a poder saberlo con certeza. Pero cuando suceda, y eso sí está claro que sucederá próximamente, se convertirá en el segundo objeto artificial en abandonar el Sistema Solar.

Dos sondas con un legado

Reverso del disco de oro de las sondas Voyager.
Crédito: NASA

Al igual que Voyager 1, la sonda Voyager 2 lleva consigo un disco de oro. Contiene información sobre nosotros. El disco, en ambos casos, es idéntico. En él, hay fotografías, música, saludos de diferentes idiomas de la Tierra. Es un retrato de quiénes éramos en la década de los 70. La idea partió, entre otros, de Carl Sagan. El objetivo es que puedan ser un legado para la humanidad, en caso de que no abandonemos el Sistema Solar.

En un futuro lejano, quizá dentro de millones de años, es posible que alguna de las sondas pueda ser interceptada por una hipotética civilización extraterrestre. La posibilidad es extremadamente baja. Lo más probable es que, simplemente, las sondas orbiten alrededor del centro de la galaxia durante millones de años. Pero, si se diese esa mínima posibilidad, los hipotéticos alienígenas podrían descifrar el contenido de los discos.

Llegarían incluso a determinar, si comprenden toda la información, el lugar del que procedieron las sondas y cuánto tiempo ha transcurrido desde su lanzamiento. Las sondas Voyager nos permitieron descubrir los confines del Sistema Solar. Durante los próximos años, todavía estarán operativas. Pero no funcionarán mucho más allá de mediados de la década de 2020. A partir de ahí, su viaje será mucho más silencioso y, quizá, sin ninguna parada…

Referencias: Space