No todos los planetas orbitan alrededor de una estrella. Algunos lo hacen en torno a dos estrellas. No hemos encontrado muchos hasta el momento, pero los llamamos planetas circumbinarios. Si miras hacia la constelación del Cisne, estarás mirando en la dirección del último planeta circumbinario que hemos descubierto hasta la fecha…

Un planeta especial

El planeta circumbinario Kepler-1647b (el punto negro) transitando delante de sus estrellas. Crédito: Lynette Cook

El planeta circumbinario Kepler-1647b (el punto negro) transitando delante de sus estrellas.
Crédito: Lynette Cook

Por supuesto, no podrás verlo a simple vista, el planeta es demasiado tenue, pero un equipo de astrónomos de la Universidad Estatal de San Diego y del Centro Espacial Goddard de la NASA, con la ayuda del venerable telescopio Kepler, lo han identificado, recibe el nombre de Kepler-1647 b (es decir, es el primer planeta encontrado en torno al objeto estelar Kepler-1647). El descubrimiento fue anunciado el pasado lunes en la reunión de la Sociedad Astronómica Americana.

Estos planetas que orbitan dos estrellas a la vez son popularmente conocidos, también, como planetas Tatooine, en referencia al planeta natal de Luke Skywalker de la popular saga Star Wars. Para detectarlo, los astrónomos observan la cantidad de brillo que emiten las estrellas, en busca de posibles reducciones. De haberlas, podrían ser provocadas por el paso de un planeta por delante suyo (visto desde nuestra perspectiva).

El principal inconveniente es que los planetas circumbinarios son más difíciles de detectar que los planetas alrededor de estrellas solitarias, porque sus tránsitos no suceden de una manera regular en el tiempo y pueden tener una duración e incluso reducción del brillo, diferente. Hay que tener en cuenta que las estrellas binarias suelen orbitar en torno a un centro común de masas que está fuera de ambas (es decir, las dos estrellas también van cambiando de posición en el firmamento a medida que giran una alrededor de otra.

Un gigante tan viejo como la Tierra

Tattoine, en el episodio IV de Star Wars. Crédito: Lucasfilm/20th Century Fox / The Kobal Collection

Tattoine, en el episodio IV de Star Wars, es un planeta circumbinario.
Crédito: Lucasfilm/20th Century Fox / The Kobal Collection

Cuando se descubre un candidato a planeta, los investigadores recurren a diferentes programas por ordenador para determinar si realmente es un planeta o, por el contrario, algún otro tipo de objeto estelar (podría ser otra estrella, una enana marrón…). Es un proceso complejo. El primer tránsito (es decir, el primer paso por delante de sus estrellas) fue detectado en 2011, pero ha sido necesario obtener más datos y varios años de análisis, para confirmar que realmente era el producto de un planeta circumbinario.

Kepler-1647b está a 3.700 años-luz de distancia del Sistema Solar y una edad aproximada de 4.400 millones de años, es decir, más o menos la misma que la Tierra. Las estrellas también son parecidas al Sol, con una de ellas siendo algo más grande, y la otra más pequeña que la nuestra. El planeta tiene una masa y radio prácticamente idénticos a los de Júpiter, por lo que estamos ante el planeta circumbinario más grande detectado hasta el momento.

Generalmente, los planetas grandes son más fáciles de detectar que los más pequeños, pero como Kepler-1647b tiene un período orbital muy largo, han sido necesarios años para confirmar su existencia. En concreto, el planeta tarda 1.107 días (un poco más de 3 años) en completar una órbita alrededor de sus estrellas. Es el período orbital más largo de cualquier exoplaneta detectado hasta el momento (incluyendo los exoplanetas en torno a estrellas solitarias).

Recreación artística de una posible exoluna en Upsilon Andromedae d. Es posible que las exolunas también puedan albergar vida.

Recreación artística de una posible exoluna en Upsilon Andromedae d. Es posible que las exolunas también puedan albergar vida.

Del mismo modo, también es el planeta circumbinario a la mayor distancia de sus estrellas, y rompe con el patrón que veníamos observando hasta el momento de planetas circumbinarios con órbitas muy cercanas. A esa distancia de 3 años, Kepler-1647 b está en la zona habitable, pero, al igual que Júpiter, es un gigante gaseoso, así que es poco probable que tenga vida. Lo que sí podría pasar, y es una posibilidad interesante, es que tenga satélites grandes (vale la pena recordar que Ganímedes, el satélite más grande de Júpiter y del Sistema Solar, es sólo un poco más pequeño que Marte) que podrían tener las condiciones necesarias para permitir el desarrollo de la vida.

En cualquier caso, lo importante es que el hallazgo de Kepler-1647 b lo convierte en el décimo planeta circumbinario conocido y es la punta del iceberg, si la creencia de los astrónomos es cierta, de una gran población de planetas circumbinarios con órbitas largas de la Vía Láctea. Por último, es el único planeta circumbinario que no está tan cerca de sus estrellas que, si su órbita fuese sólo un poco más corta, se volvería inestable.

Referencias: San Diego State News