Un grupo de astrónomos ha anunciado la detección de Ross 128b. Se trata del primer exoplaneta detectado alrededor de Ross 128, una de las estrellas más cercanas al Sol. Es un hallazgo muy interesante no solo por su cercanía, también por el lugar en el que está…

Ross 128b, un exoplaneta alrededor de una estrella tranquila

Ross 128b

Concepto artístico de Ross 128b, con su estrella al fondo.
Crédito: ESO/M. Kornmesser

Ross 128b es un exoplaneta que orbita alrededor de Ross 128, a 10,89 años-luz de distancia del Sistema Solar. Es, por tanto, uno de los exoplanetas más cercanos que hemos detectado hasta la fecha. Sólo lo supera Próxima b. Su estrella, dicho sea de paso, es la décimosegunda más cercana al Sol. Se trata de una enana roja, una estrella más pequeña y tenue que la nuestra, del mismo tipo que Próxima Centauri.

El hallazgo ha sido realizado por un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral, utilizando el instrumento HARPS instalado en el Observatorio de La Silla en Chile, por medio del método de velocidad radial. Es decir, observando el efecto que su gravedad tiene en el movimiento de su estrella. Se trata de un planeta con un tamaño similar al de la Tierra, que tarda 9,9 días en completar una vuelta alrededor de Ross 128. Así que es posible que su órbita lo sitúe en el interior de la zona habitable de su sistema estelar.

Así que tenemos un objetivo más, junto a Próxima b, que resulta extremadamente interesante para su estudio. Pero, por si fuera poco, la mayor noticia no es tanto el hecho de ser muy cercano al Sistema Solar, sino la estrella en torno a la que orbita. Próxima Centauri es una enana roja bastante activa, que emite llamaradas potentes con cierta frecuencia, y podría haber provocado que Próxima b pierda su atmósfera.

Ross 128, un astro tranquilo

El firmamento alrededor de Ross 128, que aparece en el centro de la imagen.
Crédito: Digitized Sky Survey 2/Davide De Martin

Ross 128, sin embargo, es una de las enanas rojas más tranquilas conocidas. Estas pequeñas estrellas son conocidas por la gran cantidad de llamaradas, rayos X y radiación, con las que pueden inundar a los planetas que estén demasiado cerca. El problema es que, como son estrellas pequeñas y más frías que la nuestra, su zona habitable está, en consecuencia, mucho más cerca. Por lo que pueden hacer inhabitables los mundos que tengan a su alrededor.

Es, sin ir más lejos, una de las grandes incógnitas que envuelve a Próxima b. No sabemos si ha sido capaz de retener su atmósfera ante la incesante actividad de Próxima Centauri. Sin embargo, en el caso de Ross 128, el panorama es muy diferente. Es una enana roja con un 15% de la masa del Sol y un 21% de su radio y mucho más vieja que nuestra estrella, con una edad estimada de unos 9.450 millones de años.

Es una estrella con una baja cantidad de elementos diferentes al hidrógeno y el helio. Aunque se la considera inactiva, de cuando en cuando puede experimentar llamaradas que pueden aumentar su luminosidad durante varios minutos. Genera su energía tan lentamente, que su brillo es muy bajo, tan solo un 0,036% del brillo que tiene nuestra estrella. Aunque esto puede explicarse gracias a que la mayor parte de su energía se emite en la banda infrarroja.

Las dudas razonables sobre Ross 128b

En esta imagen se muestra la posición de Ross en el cielo, cerca de la constelación de Virgo. No es visible a simple vista.
Crédito: ESO, IAU, Sky & Telescope

Ross 128b, el nuevo exoplaneta descubierto, orbita unas 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol. Recibe un 38% más de irradiación que nuestro planeta. Los investigadores han determinado que tiene una temperatura de equilibrio de entre -60 y 20ºC. La temperatura de equilibrio es, simplemente, la temperatura teórica de un planeta si tenemos en cuenta únicamente la energía recibida por parte de su estrella.

Es decir, no se considera el papel que podría tener una atmósfera. Que, de hecho, podría alterar su temperatura en superficie de manera muy drástica. El caso más obvio lo tenemos en nuestro Sistema Solar. Venus tiene una temperatura de equilibrio de -46ºC. Sin embargo, la temperatura de su superficie es de 466ºC. De ahí que intentar comprender si Ross 128b está dentro, o no, de la zona habitable, sea algo complicado.

Los investigadores han hecho diferentes suposiciones. Por ejemplo, se han fijado en el albedo. Como quizá sepas, el albedo indica la cantidad de energía que refleja una superficie. A grandes rasgos, cuanto más brillante sea un planeta, mayor es su albedo, refleja más energía y, por tanto, es más frío. Suponiendo albedos de 0,100, 0,367 y 0,750, las temperaturas de equilibrio serían de 21ºC, -4ºC y -60ºC.

La habitabilidad de Ross 128b

Concepto artístico de Próxima b, orbitando alrededor de su estrella.
Crédito:ESO/M. Kornmesser

Estos valores pondrían a Ross 128b fuera de la zona habitable en algunos modelos. En otros, sin embargo, lo colocan justo en el borde interior, dentro y fuera de la zona. Hay mucho trabajo por delante, para los investigadores, para determinar exactamente dónde está la zona habitable de su estrella. Probablemente, como cuentan en el estudio, es algo que solo se podrá saber con certeza cuando se haya detectado agua, de forma directa o indirecta, en la superficie de otros mundos.

Mientras tanto, han optado hablar de Ross 128b como un mundo templado en lugar de en la zona habitable. En realidad, podríamos decir que todos los planetas potencialmente habitables son templados. Es un término mucho más correcto, al indicar que puede tener una temperatura relativamente similar a la de la Tierra. Un planeta habitable da a entender, especialmente al público menos informado, que es un planeta que tiene muchas condiciones de la Tierra.

Sin embargo no es así. No sabemos si otros exoplanetas, aunque tengan las condiciones necesarias en apariencia, tienen agua líquida en su superficie. O si tienen una atmósfera. De hecho, de tenerla, estaría por ver si es similar a la de la Tierra o, por el contrario, es más similar a la de un planeta infernal como Venus, que sería claramente incompatible con la vida tal y como la conocemos en nuestro mundo.

Un objetivo ideal para su estudio

Concepto artístico de la superficie de Próxima b.
Crédito: ESO/M. Kornmesser

Una de las notas más positivas de este hallazgo es su cercanía al Sistema Solar. Ross 128b será un objeto de estudio por parte de los telescopios que entrarán en funcionamiento próximamente. Como es el caso del Telescopio Extremadamente Grande, el Telescopio Gigante de Magallanes, o el Telescopio de Treinta Metros. Todos ellos, está previsto que entren en funcionamiento a lo largo de la década de 2020.

Con ellos, será posible observar Ross 128b y analizar su atmósfera (si es que la tiene). Así podremos buscar señales de oxígeno, metano y, por qué no, de vida. El telescopio espacial James Webb, que entrará en funcionamiento en 2019, no tendrá la capacidad de observar Ross 128b en busca de señales de vida. A menos, según los investigadores, que pase por delante de su estrella. Veremos qué sucede…

En cualquier caso, es evidente que Ross 128b va a ser muy estudiado en los próximos años. Los planetas en torno a enanas rojas podrían darnos la respuesta sobre la posibilidad de que haya vida en otros mundos, más allá de la Tierra y el Sistema Solar. El hecho de que Ross 128 sea una estrella tranquila ya es un paso más que prometedor. ¿Cuántos mundos como este, en torno a estrellas de este estilo, podría haber en la Vía Láctea?

El estudio es Bonfils et al., «A temperate exo-Earth around a quiet M dwart at 3.4 parsecs». Aceptado para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics. Puede ser consultado en la página del Observatorio Europeo Austral, aquí.

Referencias: Centauri Dreams, Space