Es una de las ideas más extrañas que podríamos imaginar. Un grupo de investigadores cree que pudo haber un universo espejo del nuestro antes del Big Bang. Una imagen idéntica de nuestro universo antes de que sucediese el Big Bang…

Un universo espejo deducido por lo que observamos

Pudo haber un universo espejo antes del Big Bang

Concepto artístico de la explosión de una estrella. Crédito: NASA

Los investigadores han llegado a esta conclusión tras fijarse en el universo. Lo cierto es que hoy en día podemos describir lo que sucedió desde los primeros instantes del Big Bang hasta la actualidad. Las leyes de la naturaleza no han cambiado desde entonces. Pero en lo que hay más dudas es sobre lo sucedido en los primeros instantes. Cuando el universo, concentrado en un punto muy pequeño y con una temperatura elevadísima, comenzó a expandirse.

En ese momento, se cree que las leyes físicas pudieron ser diferentes. Los investigadores, sin embargo, sugieren que no es así. Plantean que el universo siempre ha sido simétrico y sencillo. Esa suposición la trasladan al primer momento tras el Big Bang. Así, plantean que pudo haber un universo anterior al nuestro. Un universo espejo del nuestro. Es decir, idéntico en todos los sentidos salvo porque ese universo estaba revertido.

De tal modo que el tiempo fluía hacia atrás y las partículas eran antipartículas. En realidad, no es la primera vez que se sugiere la idea de que pudiese haber un universo anterior al nuestro. Aunque en esas hipótesis lo que se planteaba era diferente. Se sugería que esos universos eran diferentes al nuestro. En este caso, lo que se sugiere es que era nuestro mismo universo, pero funcionando en el sentido contrario al universo actual.

Un universo espejo… o un antiuniverso

Las diferentes eras del universo, desde el Big Bang hasta la actualidad.
Crédito: NASA

En cierto modo, podemos imaginarlo como un antiuniverso. Estaría hecho de todo lo contrario a nuestro universo. Contendría antiprotones, con carga eléctrica negativa, y antielectrones, con carga eléctrica positiva. Del mismo modo, el tiempo funcionaría exactamente al revés. Veríamos las ondas en un lago uniéndose en el centro, formando un bloque de hielo y pegándose de nuevo a la pared del glaciar del que se desprenderían.

Esta maquinaria, en ese universo espejo, funcionaría en todos los sentidos. El universo se comportaría, por tanto, en sentido inverso. Iría en constante contracción hacia un Big Bang del que, después, surgiría nuestro universo actual. La idea es, como mínimo, intrigante. Pero en realidad oculta lecturas muy interesantes si se plantea de una forma diferente. Puede que esta secuencia no fuese secuencial. Es decir, nuestro universo quizá no fuese sucedido por uno anterior.

Ese universo espejo podría haber nacido del mismo momento del Big Bang. Es decir, a la vez, explotó hacia delante y atrás en el tiempo. Esta propuesta permitiría explicar algunos de los problemas a los que la física se ha enfrentado durante años. Explicar el primer segundo del universo sería mucho más sencillo. No haría falta recurrir a los multiversos ni a dimensiones adicionales para explicar algunos de los aspectos más complejos del universo.

Una explicación para la materia oscura

Ilustración a escala logarítmica del universo observable, con el Sistema Solar en el centro.
Crédito: Pablo Carlos Budassi

Los investigadores van un paso más allá. Creen que esta hipótesis permitiría explicar qué es la materia oscura de una manera mucho más sencilla. Un tipo específico de neutrino, que se plantea que pasaría a través de la materia ordinaria sin interaccionar con ella, sería el candidato perfecto para la materia oscura. Lo más interesante, en cualquier caso, es que este estudio plantea afirmaciones que se pueden poner a prueba.

Se puede comprobar si la historia del universo es más sencilla de lo que se pensaba inicialmente. Eso es un gran paso. Aunque, claro está, no quiere decir que sea correcto. Puede que las pruebas que se lleven a cabo no den resultados satisfactorios y que esta idea caiga en saco roto. De hecho, muchas de las afirmaciones que se hacen en el estudio ya han sido calificadas como especulativas. Aunque los investigadores lo tienen presente.

Quieren utilizar el modelo que han desarrollado para proponer pruebas que permitan ver si están en lo correcto. Una de sus predicciones, por ejemplo, es que los neutrinos más ligeros no deberían tener masa. Si esa afirmación demuestra ser correcta, afectaría profundamente a la comprensión del universo. El planteamiento de los investigadores no es descabellado. Creen que quizá el universo sea más simple de lo que se ha planteado.

Una física más sencilla

Esta ilustración muestra una membrana de la que los universos individuales aparecen y se expanden (es una de las hipótesis sobre el multiverso).
Crédito: Moonrunner Design

Porque la existencia de un universo espejo permitiría simplificar lo que observamos a nuestro alrededor. No en vano, hay que recordar que, durante años, se han planteado ideas como la teoría de cuerdas. O la posibilidad de que los WIMPs (partículas masivas que interactúan débilmente) pueda ser la materia oscura. Pero en todos esos casos, de momento no ha habido ningún resultado tangible que permita sospechar que podrían ser soluciones reales.

Por eso, este estudio resulta interesante. Es un planteamiento muy diferente a lo que se venía sugiriendo en las últimas décadas. No quiere decir que sea la respuesta correcta, pero es otra forma de enfrentarse al mismo dilema. En cualquier caso, suponiendo que ese universo existiese realmente, es posible que no haya forma alguna de estudiarlo. Tampoco sería sorprendente que no se pueda verificar si hay un universo opuesto al nuestro.

Este estudio es, también, un recordatorio de que todavía queda mucho por entender y descubrir. La búsqueda de una teoría del todo es un gran objetivo que permitiría unificar el mundo de lo muy grande, donde domina la gravedad, y el mundo de lo muy pequeño, donde domina la mecánica cuántica. Ambos parecen ser irreconciliables. Quizá la solución no sea intentar unir ambos, sino encontrar un camino nuevo. ¿Podría ser éste?

El estudio es L. Boyle, K. Finn, N. Turok; «CPT-Symmetric Universe». Publicado en la revista Physical Review Letters el 20 de diciembre de 2018. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Space