Hasta hace unos años, pensábamos que los anillos debían ser algo probable sólo en los gigantes gaseosos. Pero ahora sabemos que incluso los asteroides como Cariclo pueden tener un sistema de anillos (este en particular tiene dos). Así que la siguiente pregunta es obvia (hasta cierto punto)… ¿Por qué no tiene anillos la Tierra? Y si los tuviera… ¿cómo sería la vida en nuestro planeta?

Es posible que los planetas interiores tengan anillos ocasionalmente

Cariclo, un asteroide en nuestro sistema solar con dos anillos.

Cariclo, un asteroide en nuestro sistema solar con dos anillos.

No hay ningún motivo por el que los planetas interiores (es decir, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte) no hayan tenido anillos en el pasado, ni nada que impida que los tengan en el futuro. Hay una teoría por la que se cree que los sistemas de anillos son mucho más jóvenes que el Sistema Solar, y por tanto, aparecen y desaparecen con el tiempo. Si La Tierra tuvo anillos en el pasado (por ejemplo, tras destrozar un cometa o asteroide que se acercase demasiado) entonces esos anillos habrían desaparecido hace tiempo al esparcirse por el espacio. Puede que en el futuro nuestro planeta tenga un anillo si un cometa o un asteroide se acerca con la orientación y velocidad apropiadas para ser desintegrado por la gravedad del planeta en lugar de por la atmósfera. Eso sí, a diferencia de Tritón, nuestra Luna no será quien nos de ese sistema de anillos.

El motivo principal por el que la Tierra no tiene anillos es su proximidad al Sol. Como está mucho más cerca que Saturno, las partículas de hielo se transformarían en vapor, destruyendo la mayor parte del material que podría formar el anillo, y la radiación ultravioleta del sol arrancaría las moléculas de agua de cualquier material que sobreviviese. En definitiva, aunque podríamos tener un sistema de anillos durante una temporada (y hay científicos que teorizan con la idea de que pudo haber sido así tanto cuando se extinguieron los dinosaurios hace 65 millones de años, como cuando se formó la Luna), estamos demasiado cerca del Sol como para poder conservarlos durante largos períodos de tiempo.

¿Cómo sería la vida en la Tierra si tuviese anillos?

Como sería la Tierra, con anillos, vista desde la Luna

Como sería la Tierra, con anillos, vista desde la Luna

Pero esto nos lleva a la pregunta más interesante de todas: ¿cómo se vería afectada la vida en nuestro planeta (y nuestro planeta en sí) si las reglas del cosmos no interfiriesen y tuviésemos un sistema de anillos perpetuo?

El paisaje sería bastante alucinante (como puedes ver en este vídeo, muy popular desde hace unos años), porque los anillos serían visibles en todo momento, tanto de día como de noche. Las noches serían impresionantes, y veríamos con mucha frecuencia la sombra de nuestro propio planeta en los anillos.

Sin embargo, no todo serían buenas noticias… la cantidad de luz reflejada por los anillos tras el atardecer sería problemática para las especies nocturnas. Muchas de ellas tienen una vista que ha evolucionado específicamente para adaptarse a la oscuridad. Por tanto, un aumento significante en la cantidad de luz de la noche les alteraría enormemente (esto ya sucede en nuestras ciudades con algunas especies debido a la contaminación lumínica). Los escarabajos peloteros utilizan las estrellas para orientarse, y la gaviota de los galápagos varía su comportamiento en función del ciclo lunar, así que ambas se verían afectadas (probablemente) de manera muy importante.

Jupiter, visto desde la sombra, con su sistema de anillos visible.

Jupiter, visto desde la sombra por la sonda Galileo, con su sistema de anillos visible.

No sólo tendrían problemas algunas especies, la sombra de los anillos sobre la superficie de la planeta provocaría cambios en nuestro sistema climático, incluyendo cambios como la cantidad de luz que llega a la superficie (algo particularmente malo para las plantas y la fotosíntesis). Durante el invierno, la sombra de los anillos haría que la temperatura fuese algo más baja, y quizá algo más alta durante los veranos, aunque cuánto dependería del grosor de los anillos, así como de su composición (los anillos de saturno son tan brillantes porque están compuestos en gran medida de hielo, y reflejan mucha más luz que las rocas.)

Por último, nuestros satélites geosíncronos podrían verse afectados (suponiendo que los anillos estuviesen situados sobre el ecuador), y explorar el espacio podría ser un problema dependiendo de qué ruta de lanzamiento escogiésemos (una roca viajando a altas velocidades puede destrozar cualquier equipamiento, es más, los micrometeoritos son una preocupación muy real para los astronautas de la Estación Espacial Internacional). En definitiva, si la Tierra tuviera anillos, seguramente seguiría habiendo vida, pero no la vida que conocemos (y quizá ni siquiera nosotros estaríamos aquí), así que… mejor nos quedamos con lo que tenemos, ¿no?