La sonda OSIRIS-REx ha detectado agua en el asteroide Bennu. El hallazgo sirve para demostrar que este objeto podría ser muy interesante para comprender mejor las circunstancias del Sistema Solar en sus orígenes. Bennu es, en muchos sentidos, una cápsula del tiempo…

La misión a Bennu

OSIRIS-REx detecta agua en el asteroide Bennu

El asteroide Bennu visto de cerca por OSIRIS-REx.
Crédito: NASA/Goddard/University of Arizona

La sonda OSIRIS-REx está de actualidad en estos momentos. Hace solo unos días entró en su órbita. Pero, en realidad, lleva observándolo desde, aproximadamente, mediados de agosto. Dos de sus instrumentos son los responsables de haber detectado agua en el asteroide Bennu. Eso sí, hay que tener claro que no hablamos de agua en estado líquido. Además, no es el objetivo principal de OSIRIS-REx.

Su misión es lograr devolver una muestra del asteroide a la Tierra. Pero saber que contiene agua apunta a que es un objetivo de estudio ideal. Ya se sabía que Bennu es un asteroide que se ha mantenido prácticamente intacto desde su formación. Procede de los orígenes del Sistema Solar. Ahora, sabemos que contiene minerales hidratados, por lo que podrá estudiarse la composición de los elementos orgánicos y volátiles en aquel momento.

OSIRIS-REx lleva varios instrumentos a bordo. Tres cámaras, un altímetro láser, un instrumento para recoger la muestra y tres espectrómetros. Un espectrómetro analiza el espectro electromagnético de un objeto. Algo que permite determinar diferentes propiedades o la presencia de ciertos elementos. Son dos de estos espectrómetros los que han detectado la presencia de hidróxilos. Moléculas que contienen átomos de hidrógeno y oxígeno unidos.

El agua en el asteroide Bennu podría abundar

Concepto artístico de la sonda OSIRIS-REx llegando a Bennu.
Crédito: NASA/Goddard/University of Arizona

El equipo de OSIRIS-Rex cree que estos hidróxilos podrían ser abundantes. Estarían presentes en los minerales de arcilla. Bennu es demasiado pequeño para tener agua líquida. Pero si los datos son correctos, se puede suponer algo. El asteroide tuvo que interactuar con el agua en algún momento. Es decir, el agua en el asteroide Bennu nos cuenta, hasta cierto punto, parte de su historia. Nos permite comprender su origen.

Bennu era parte de un asteroide mucho más grande. Parece razonable, teniendo en cuenta la detección de agua, suponer que ese gran asteroide sí contenía agua líquida. En 2023, cuando la muestra del asteroide llegue a la Tierra (si todo sale bien), los científicos podrán analizarla con mucho detalle. Se podrá obtener mucha información sobre la historia y la evolución del Sistema Solar. Seguro que la espera valdrá la pena…

Durante su aproximación, OSIRIS-REx recogió otros datos sobre Bennu. En 2013, los científicos crearon un modelo del asteroide. Para ello, recurrieron a los telescopios terrestres para observarlos. Ahora, los datos de la sonda confirman que su modelo era muy certero. El diámetro, su ritmo de rotación y su aspecto, entre otros, encajan casi a la perfección con el modelo previsto. Salvo por un detalle inesperado.

Conociendo Bennu poco a poco

Animación de OSIRIS-REx y su viaje hasta el asteroide Bennu.
Crédito: Wikimedia Commons/Phoenix7777

Bennu tiene una gran roca en su polo sur. El modelo desarrollado por los científicos predecía que tendría una altura de unos 10 metros. Sin embargo, las cámaras de OSIRIS-REx demuestran que es considerablemente más grande. Tiene una altura aproximada de 50 metros. La sonda todavía está realizando análisis preliminares del asteroide. Está orbitando a su alrededor a una distancia de 7 kilómetros. El objetivo calcular su masa y, en el camino, entender su estructura y composición.

Ahora, mucho más cerca, OSIRIS-REx puede crear mapas topográficos de Bennu. Especialmente de los posibles lugares en los que aterrizar para recoger la muestra de su superficie. El equipo de la misión destaca que, por ahora, no se han encontrado ninguna barrera insuperable. La misión está funcionando como se esperaba y no parece que haya ningún contratiempo a la vista. Buenas noticias para un proyecto que, en realidad, acaba de comenzar.

El descubrimiento de agua en el asteroide Bennu es muy intrigante. Porque nos lleva a preguntarnos qué hallazgos nos esperan en el futuro. Tanto en las próximas observaciones como, ya en 2023, cuando se recoja la muestra de la superficie del asteroide. Estamos a las puertas de comprender mucho mejor cómo fueron los orígenes del Sistema Solar. El descubrimiento del agua será, sin duda, solo uno de los muchos que nos esperan en esta pequeña y vieja roca…

Referencias: Universe Today