Ya han pasado varios días desde el máximo acercamiento de la sonda New Horizons a Plutón y Caronte, y ahora la NASA está comenzando a publicar las imágenes y la información que están recopilando de la misión. En este artículo echamos un vistazo a Plutón, Caronte y uno de los diminutos satélites que orbitan al planeta enano: Nix.

La superficie helada de Plutón

La superficie de Plutón. Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

La superficie de Plutón.
Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

En esta imagen, muy cercana a la superficie del planeta, concretamente, en el centro-izquierda de la zona que veíamos con forma de corazón en las imágenes anteriores (a la que informalmente, en la NASA, están llamando Región de Tombaugh, en honor al descubridor de Plutón en 1930), se puede ver una planicie gigantesca, libre de cráteres, y que parece tener poco más de cien millones de años de antigüedad (es decir, un suspiro en la escala geológica), que quizá todavía está siendo sometida a procesos geológicos.

Los fragmentos, que parecen recordar al barro cuarteado, tienen un tamaño de unos 20 kilómetros de lado a lado y están rodeados de pequeños grupos de colinas y valles en artesa (muy similares a los valles glaciares de nuestro planeta). El resto de la superficie, según los astrónomos de la NASA, está cubierta de campos de pequeñas fosas que se han formado por sublimación (el proceso que provoca que el hielo pase directamente a gas). En esta misma región, además, se ha encontrado hielo de monóxido de carbono. Falta por ver si también hay nitrógeno y metano helados, como hasta ahora se sospechaba.

Hay dos teorías sobre cómo se han podido formar estos fragmentos. Los irregulares pueden ser resultado de la contracción de los materiales de la superficie (igual que cuando el barro se seca), o pueden ser producto de la convección (como las gotas de cera en una lámpara de lava). En Plutón, esa convección (si es que ese fuese la fuente de formación) ocurriría en una pequeña capa de monóxido de carbono, metano y nitrógeno gracias al poco calor del interior del planeta.

La atmósfera de Plutón

Recreación de cómo interactúa el viento solar con Plutón. Algunas de las moléculas que forman su atmósfera tienen suficiente energía para superar la atracción gravitatoria del planeta y escapar al espacio. Crédito: NASA/APL/SwRI

Recreación de cómo interactúa el viento solar con Plutón. Algunas de las moléculas que forman su atmósfera tienen suficiente energía para superar la atracción gravitatoria del planeta y escapar al espacio.
Crédito: NASA/APL/SwRI

El equipo de la New Horizons también ha podido observar la atmósfera del planeta enano, llegando a una altura de 1.600 kilómetros por encima de la superficie. Esto demuestra que la atmósfera de Plutón (rica en nitrógeno) es bastante extensa, muy por encima de los 270 kilómetros de altura que se habían medido inicialmente. En comparación a la atmósfera de la Tierra, la de Plutón se eleva a una mayor altura por encima de su superficie.

Además, el equipo de Partículas y Plasma ha podido observar que el viento solar la está arrancando, extendiéndola en una región de unos 30.000 kilómetros por detrás del planeta. Por ahora, no habrá mucha más información sobre cómo está escapando la atmósfera hasta agosto, cuando los investigadores recibirán las mediciones de diversas herramientas y podrán combinarlas para estudiar todos los datos.

Caronte es más sorprendente de lo esperado

Caronte, visto desde una distancia de 466.000 kilómetros. Crédito: NASA-JHUAPL-SwRI

Caronte, visto desde una distancia de 466.000 kilómetros.
Crédito: NASA-JHUAPL-SwRI

Si Plutón está siendo una fuente de noticias interesantes, Caronte no se ha quedado atrás. En esta imagen, que la sonda tomó el pasado 13 de julio a una distancia de 466.000 kilómetros, se pueden apreciar colinas y valles que se extienden a lo largo de unos 1.000 kilómetros (de izquierda a derecha). Esto parece indicar que los procesos internos del satélite están fracturando su manto. En la parte superior derecha se puede ver un cañón con una profundidad estimada de 7 a 9 kilómetros (el Gran Cañón «sólo» tiene una profundidad de 1,8 kilómetros).

Pero lo más llamativo seguramente sea la falta de cráteres en la superficie del satélite. La explicación, probablemente, es que se trata de una superficie joven que ha sido reformada por la actividad geológica. Es decir, la falta de cráteres no quiere decir que Caronte no haya sufrido el impacto de asteroides a lo largo de su existencia, si no que su superficie es lo suficientemente activa como para borrar sus huellas con el paso del tiempo.

En cualquier caso, tendremos más novedades sobre el satélite en los próximos días (o semanas quizá), ya que toda esta información procede de una imagen que fue comprimida antes de su envío a la Tierra, lo que provoca que se haya perdido información en el camino, y que también hace que algunas zonas del satélite parezcan más lisas de lo que en realidad son. La versión sin comprimir sigue en la sonda, y será enviada más adelante.

El retrato de Plutón y Caronte

Plutón y Caronte. Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

Plutón y Caronte.
Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

La imagen más reciente que ha publicado la NASA de ambos objetos es la que acompaña este texto. En realidad, no es una imagen real. Es una composición de dos imágenes tomadas por la sonda durante su aproximación el 13 y el 14 de julio. El tamaño, separación, orientación y la reflectividad de la superficie de cada cuerpo es aproximada, y el color de ambos también (hay que recordar que las imágenes son enviadas a la Tierra en blanco y negro, y aquí se les aplica color con los datos aportados por el resto de herramientas). Quizá en las próximas semanas la agencia americana publique alguna imagen en la que aparezcan ambos objetos en una única toma, pero por ahora nos tendremos que conformar con ésta.

Nix, un satélite diminuto

Nix.  Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

Nix.
Crédito: NASA/JHUAPL/SWRI

Además de observar tanto a Plutón como a Caronte, la sonda New Horizons ha tomado imágenes de otros satélites. En este caso, se trata del diminuto Nix. Sólo tiene unos 40 kilómetros de tamaño (hasta hace poco se creía que podía llegar a 130km), del que sólo tenemos la imagen que acompaña este párrafo. Se tomó a una distancia de unos 600.000 kilómetros, así que no es sorprendente que sólo sea un montón de pixeles en el que no haya gran cosa que se pueda observar.

 Sobrevuelo virtual

Por último, la NASA ha publicado un sobrevuelo de la superficie de Plutón. En realidad las imágenes no son en 3D, pero permiten hacerse una idea de cómo sería sobrevolar la superficie del que, hasta no hace tanto, fue el planeta más alejado del Sistema Solar:

Referencia: NASA