Sólo quedan 5 días para que la sonda New Horizons llegue a su momento de máxima aproximación al planeta enano. La NASA está publicando imágenes que nos permiten ver a Plutón y Caronte cada vez con más detalle…

La secuencia de acercamiento ya ha comenzado

En 5 días, podremos observar esta zona de Plutón con una resolución 500 veces superior.  Crédito: NASA-JHUAPL-SWRI

En 5 días, podremos observar esta zona de Plutón con una resolución 500 veces superior.
Crédito: NASA-JHUAPL-SWRI

Después de más de nueve años de viaje (y más de cuatro mil millones de kilómetros recorridos), la sonda New Horizons ya está oficialmente en la fase de acercamiento al planeta enano. La última imagen que tenemos (que acompaña este párrafo) fue tomada el pasado 7 de julio, cuando la sonda se encontraba a algo menos de 8 millones de kilómetros de Plutón (es todavía más de 20 veces la distancia de la Tierra a la Luna) y es la primera tras un fallo que, el pasado sábado, provoco que la sonda se pusiese en modo seguro (aunque parece que no tendrá ninguna consecuencia para la misión).

Lo más interesante, es que esta imagen está centrada (más o menos) en la zona que se verá con mejor detalle el próximo 14 de julio. En esta zona hay tres regiones con diferentes brillos. De ellas, la NASA destaca dos. La más oscura (que está en el ecuador del planeta enano), y a la que llaman de manera informal «la ballena» y la parte más clara a la derecha, que parece tener forma de corazón y que, calculan, mide unos 2.000 kilómetros de largo.

El otro planeta rojo

Vídeo creado a partir de las imágenes enviadas por New Horizons de Plutón y Caronte. Crédito: NASA

Vídeo creado a partir de las imágenes enviadas por New Horizons de Plutón y Caronte.
Crédito: NASA

Con los primeros mapas de Plutón que se han creado a partir de los datos de la New Horizons, hemos visto que el planeta enano tiene un color marrón rojizo. En cierto modo, recuerda a Marte, aunque el motivo es muy diferente (al menos eso es lo que se cree por ahora). En el caso de Marte, es el óxido de hierro el que produce ese color (sí, el mismo hierro oxidado que puedes encontrar en la Tierra). En Plutón, sin embargo, parece que el color proviene de las moléculas de hidrocarbonos que se forman cuando los rayos cósmicos y la luz solar ultravioleta interactúan con el metano presente en la atmósfera y en su superficie.

Sabíamos desde hace décadas que éste es el color de Plutón, pero ahora los investigadores van a tener la oportunidad de poder estudiar su geología, su composición y, con toda probabilidad, crear modelos que les permitan entender cómo ha evolucionado el planeta enano hasta aparecer tal y como lo conocemos hoy en día. Durante mucho tiempo, los expertos han sospechado que las sustancias rojizas se generan cuando un color en particular de la luz ultravioleta del Sol (al que llaman Lyman-alfa) golpea las moléculas de metano en la atmósfera de Plutón, provocando una reacción química que genera un complejo compuesto llamado tolina. Las tolinas se precipitan al suelo y le dan ese tono rojizo.

Lo más curioso de este fenómeno es que sucede en todo el planeta, incluso en el lado nocturno, y hasta durante los largos inviernos del planeta enano, cuando el sol no se alza por encima del horizonte durante décadas. Las tolinas también aparecen en otros cuerpos del sistema solar exterior, como Titán y Tritón.

Después de un pequeño susto, todo sigue en orden

Como he comentado anteriormente, el 4 de julio la sonda sufrió una anomalía que provocó la pérdida de comunicación con la Tierra. Por suerte, no la interrupción no duró mucho y se pudo comprobar que la sonda está en perfecto estado. Durante ese breve lapso de tiempo, la sonda no estuvo a la deriva, ni mucho menos. El piloto automático de la sonda identificó el problema y cambió a la computadora de apoyo para poner a la sonda en modo seguro. Después de eso, el ordenador de apoyo reinició la comunicación con la Tierra para mandar datos de telemetría y permitir a los ingenieros diagnosticar el problema.

Como la New Horizons se encuentra a casi cinco mil millones de kilómetros de distancia, la comunicación entre la sonda y nuestro planeta tarda 9 horas (y eso es por cada instrucción, es decir, si necesitas pedir a la sonda algo, tendrás que esperar 9 horas antes de poder seguir…). La reparación del error ha provocado que la sonda no estuviera operativa hasta el pasado 7 de julio, cuando la NASA informó de que no había ningún error de hardware o software, si no que el problema se había producido debido a un error de sincronización al mandar los comandos para preparar el acercamiento al planeta.

Sea como fuere, lo importante es que estamos a 5 días de poder ver, con todo lujo de detalles, el que hasta hace poco fue el planeta más lejano del Sistema Solar… (y esperemos que no haya más sobresaltos de aquí al 14 de julio).

Referencias: NASA