NEOCam podría ser una nueva misión de la NASA en busca de detectar los asteroides peligrosos para la Tierra más pequeños. Todo podría deberse al asteroide 2019 OK, que pasó casi desapercibido en julio de 2019 y se quedó a solo 77 000 kilómetros de nuestro planeta…

2019 OK podría ser el culpable del interés en NEOCam

El 25 de julio de 2019, el asteroide 2019 OK pasó a apenas 77 000 kilómetros de la Tierra. Tiene un tamaño estimado de entre 57 y 130 metros. Por un cúmulo de factores, pasó desapercibido hasta, prácticamente, solo un día antes de que se produjese el máximo acercamiento a nuestro planeta. Fue un pequeño telescopio, en Brasil, el que dio la voz de alarma. Pero pasó desapercibido por los sistemas de detección, forzando también, lógicamente, las reacciones sobre cómo pudo suceder. No solo eso, ¿cuántas veces ha pasado?

NEOCam: En busca de asteroides peligrosos pequeños
Concepto artístico de WF9 2016, un asteroide cercano a la Tierra. Crédito: JPL/NASA

Porque parece lógico suponer que, si 2019 OK casi pasa sin que se viese su aproximación, habrá habido casos de asteroides que han pasado muy cerca de la Tierra y que no han sido detectados, como comentaba Paul Chodas, un empleado de la NASA, en un correo de la agencia espacial. Pero, ¿por qué pasó desapercibido? La mayoría de sistemas de detección se encuentra en la superficie del planeta. Por tanto, se ve sometido a las limitaciones derivadas por las condiciones en cada momento. Además, se apoyan principalmente en el espectro visible.

2019 OK pasó desapercibido por varios factores. Uno de ellos fue el brillo de la Luna, que hizo que fuese aun más difícil de observar. Además, el mal tiempo y la velocidad (relativamente) baja del asteroide, provocó que fuese muy difícil observarlo. Pero la búsqueda de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra no es ni mucho menos nueva. Ya en 1998, el congreso de EE. UU. pidió que se crease un sistema de detección capaz de identificar el 90% de asteroides, cercanos a nuestro planeta, de al menos 1 kilómetro de diámetro en un plazo de 10 años.

Una misión constante para entender el entorno de la Tierra

Aquel objetivo se superó y, en 2005, se definió otro aun más ambicioso. Descubrir el 90% de los asteroides, de al menos 140 metros, hacia el año 2020. La mayor parte de esa tarea ha recaído en el telescopio NeoWISE. En realidad, se trata del telescopio WISE, cuya misión original terminó en 2011, que fue reactivado en 2013 y recibió su nueva designación. NeoWISE, en la órbita de la Tierra, utiliza sus sensores infrarrojos para identificar asteroides. Todavía sigue operativo y, desde su entrada en funcionamiento, ha descubierto 34 000 nuevos asteroides.

Concepto artístico del telescopio NEOWISE en su órbita alrededor de la Tierra. Crédito: NASA/JPL

De ellos, 135 son asteroides cercanos a la Tierra. Y, a pesar de estas cifras, NeoWISE tampoco logró observar el asteroide 2019 OK. Pero sí permite ver que hay dos rutas claras a seguir. Por un lado, hace falta tener sistemas de detección espaciales. Por otro lado, observar el espectro infrarrojo es una garantía mucho mayor. Así es como llegamos a la propuesta de NEOCam. Un proyecto en el que se ha estado trabajando desde 2005 pero que, hasta el momento, no ha llegado a materializarse. Siempre ha habido otros proyectos, de la NASA, con más prioridad.

Pero puede que la espera no se alargue mucho más. El principal inconveniente es que, en realidad, NEOCam es una misión de defensa planetaria, más que una misión científica. La situación se podría haber desbloqueado, curiosamente, en junio. Cuando la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina, de EE. UU. observó que las misiones de alta prioridad de defensa planetaria no deberían competir con las misiones de alta prioridad científica. Y el asteroide 2019 OK podría ser uno de los culpables del devenir de los hechos.

NEOCam podría ser la nueva misión para detectar asteroides

Porque el 23 de septiembre, la NASA se comprometió a crear una nueva misión para detectar asteroides. No se nombró específicamente a NEOCam, pero es un sistema que lleva muchos años en desarrollo. Por lo que parece lógico esperar que se convierta en una realidad. Si recibe la financiación necesaria para entrar en fase de construcción (entre 500 y 600 millones de dólares), podría entrar en funcionamiento en 2025. Esa nueva misión se ubicará en el punto de Lagrange L1. Desde allí, podrá observar el entorno de nuestro planeta.

Este gráfico muestra los cometas y asteroides observados por NEOWISE. Crédito: NASA/JPL-Caltech/UCLA/JHU

Lo hará sin enfrentarse a todos los inconvenientes de los observatorios terrestres. Con un sensor infrarrojo, de medio metro de diámetro, se espera que pueda detectar el 65% de asteroides, de al menos 140 metros de diámetro, en 5 años, y el 90% en 10. El espectro infrarrojo es, además, mucho más atractivo que la luz visible para detectar este tipo de asteroides. Porque, en algunos casos, pueden ser muy tenues como para ser detectados en el espectro visible. Pero todos emiten radiación infrarroja por la energía que reciben del Sol.

De momento, habrá que esperar para saber si la misión, que finalmente se desarrolle, será NEOCam o una propuesta diferente. Pero el movimiento es un buen recordatorio de que, aunque hemos avanzado mucho, todavía hay muchos objetos en el entorno de la Tierra que no han sido descubiertos. Estos asteroides, aunque menos peligrosos, pueden provocar destrucción a nivel local y regional. Por lo que es muy recomendable que, tan pronto como sea posible, puedan estar localizados. Así se podrán evitar sustos como el de 2019 OK…

Referencias: Universe Today