En la Tierra, el metano tiene su origen en los seres vivos que lo habitan. Pero, ¿cuál es el origen del metano en Marte? Es posible que estemos más cerca de entender cuál es la fuente y descubrir si podría tener relación con alguna forma de vida pasada o presente…

El origen del metano en Marte

El róver Curiosity ha determinado que la cantidad de metano presente en la atmósfera de Marte varía de forma estacional. Alcanza su máximo con el verano en el hemisferio norte. Además, también ha detectado dos aumentos, de la cantidad de gas, en el cráter Gale. El primero sucedió en junio de 2013. El segundo tuvo lugar a finales de 2013 y perduró hasta los inicios de 2014. Es un hallazgo muy intrigante. A fin de cuentas, el metano es una posible señal de vida.

Metano en Marte: ¿cuál es su origen?
Marte, observado por el telescopio Hubble. Crédito: STScI/AURA, J. Bell (ASU), and M. Wolff

Es un gas que pude producirse de forma geológica. Pero, en el caso de la Tierra, la mayoría procede de microbios y otros seres vivos. Es lógico, por tanto, preguntarse si la presencia de metano podría ser una señal de que pudiese haber algún tipo de vida. Nada parece indicar que es así, pero quizá tengamos respuestas próximamente. Porque la nave Mars Express Orbiter, de la Agencia Espacial Europea, ha confirmado la detección de aumento de metano en junio de 2013. Ya que la sonda detectó ese mismo aumento durante sus observaciones.

Las confirmaciones apuntan, por tanto, a que el metano varía de forma estacional en Marte. Pero, ¿cuál es su procedencia? En el caso del aumento de junio de 2013, la fuente podría ser una región geológicamente compleja, localizada a 500 kilómetros al este del cráter Gale. Para determinarlo, los investigadores han recurrido a las observaciones de Mars Express. La sonda lleva en órbita alrededor de Marte desde 2003. En 2004 ya detectó, también, la presencia de este gas en la atmósfera. Junto con Curiosity, ambos vehículos podrán ayudar en una tarea muy complicada…

La dificultad de analizar el metano de Marte

El mayor desafío es lograr medir correctamente la cantidad de metano. Desde la Tierra es muy difícil porque en nuestra atmósfera es mucho más abundante. Por lo que es más difícil interpretar los datos de Marte. Mientras que en la órbita del planeta rojo es algo más sencillo. Sin embargo, por su escasez y la dificultad para detectarlo, tampoco es suficiente. De ahí la necesidad, de los investigadores, de acudir también a las mediciones realizadas por Curiosity. Concretamente, a las realizadas durante los primeros 20 meses de misión.

Imagen del rover Curiosity. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems

Así encontraron lo que buscaban. El 16 de junio de 2013 se produjo un pico en la abundancia de metano en la atmósfera. Subió hasta las 15,5 partes por mil millones. Fue tan solo un día (marciano) después de que Curiosity detectase un pico de 6 partes por mil millones. Son valores muy por encima de las cantidades habituales que detecta Curiosity. Los valores suelen oscilar entre las 0,24 y las 0,65 partes por mil millones. La observación, además, fue casual. No fue parte de un esfuerzo coordinado por parte de ambas misiones para analizarlo.

Tras confirmar esos datos, era necesario determinar cuál podría ser su origen. Para ello, dividieron la región del cráter Gale en áreas cuadradas con 250 kilómetros de lado. Posteriormente, con la ayuda de simulaciones por ordenador, crearon 1 millón de escenarios de liberación de metano en cada uno de esos cuadrados. De esa manera, se intentaba determinar la probabilidad de que cada uno de ellos pudiese ser el responsable de las emisiones. Asímismo, también se estudió la geología de cada zona, en busca de posibles lugares de emisión de metano.

En busca del origen del metano en Marte

Esos lugares podrían ser líneas o intersecciones de fallas. Y, curiosamente, tanto las simulaciones como el estudio de las áreas apuntaba al mismo lugar. Una zona a 500 kilómetros al este del cráter Gale. Puede que allí, bajo el hielo, haya metano atrapado que se va liberando de forma periódica. Algo que sucedería en verano cuando se derrite parte del hielo y el metano termina escapándose. Pero no es una respuesta plenamente satisfactoria. Porque, ¿de dónde viene ese metano? Solo se sabe que estaría atrapado bajo ese hielo, pero no su origen.

Una puesta de Sol en Marte. Crédito: NASA’s Mars Exploration Rover

Es decir, sigue existiendo la posibilidad de que su origen fuesen viejos microbios marcianos. O algún tipo de reacción entre agua caliente y ciertos tipos de roca. Del mismo modo, tampoco es posible determinar si estamos ante metano reciente o producido hace mucho tiempo. Podría haber estado atrapado bajo el hielo durante miles de millones de años. Para saberlo habrá que realizar más observaciones. La nave Mars Express la analizará en el futuro. No será la única, la Trace Gas Orbiter, de la misión ExoMars, también podría hacerlo.

Con esas observaciones, quizá terminemos sabiendo si el origen de ese metano es biológico o geológico. Así como su edad. Cualquier posibilidad es interesante. Tanto si es geológico y reciente o muy viejo, como si es biológico e, igualmente, más o menos reciente. En este último escenario, nos indicaría que Marte tuvo vida en el pasado (si es metano viejo) o que podría tenerla hoy en día (si es reciente). La única forma de salir de dudas será con más observaciones…

Estudio

El estudio es M. Giuranna, S. Viscardy, F. Daerden et al; «Independent confirmation of a methane spike on Mars and a source region east of Gale Crater». Publicado en la revista Nature Geoscience el 1 de abril de 2019. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Space