Un grupo de investigadores plantea que los planetas congelados podrían albergar vida. Algo que choca con lo supuesto hasta ahora y que, de estar en lo correcto, aumenta el abanico de planetas habitables. La Tierra es, de hecho, un buen ejemplo de cómo la vida podría hacer frente a las duras condiciones de un planeta así…

¿Qué son los planetas congelados?

Los planetas congelados, o planetas bola de nieve, son planetas rocosos en los que el hielo llega hasta el ecuador. Sus océanos pueden estar congelados por completo. Generalmente, estos mundos se han visto como demasiado fríos para poder albergar vida. Pero un grupo de investigadores ha concluido que podría no ser así. Estos planetas podrían tener tierra y regiones habitables, por encima del punto de congelamiento, donde la vida podría desarrollarse. Además, hay que recordar que la fase de congelación puede ser temporal.

Los planetas congelados podrían albergar vida
Durante una glaciación, las capas de hielo se expanden. Crédito: NASA

En cualquier caso, el estudio plantea que el ecuador de los planetas congelados podría tener temperaturas adecuadas para el desarrollo de la vida. Este tipo de mundos es posible dentro de la zona habitable. Es una franja, alrededor de una estrella, en la que la temperatura en el planeta es la adecuada para que pueda tener agua en su superficie. Esos planetas pueden ser cálidos como la Tierra, o ser planetas congelados. No solo eso, es posible que pasen de un episodio a otro. Nuestro propio planeta apunta en esa dirección.

Se sospecha que la Tierra pasó por al menos entre una y tres fases de congelación completa. En esos períodos, la vida fue capaz de sobrevivir y continuar su camino. Porque nuestro planeta estaba habitado antes de que comenzasen esos episodios. Si bien, como explican los investigadores, la vida en aquella época estaba en los océanos y no en la superficie. Así que decidieron descubrir si la superficie en los planetas congelados también podría llegar a alcanzar temperaturas óptimas para la vida. Para ello, desarrollaron un modelo por ordenador.

Muchas características diferentes

Analizaron las características de los planetas congelados en función de diferentes aspectos. Cosas como la cantidad de luz que llega al planeta, la configuración de sus continentes… y la presencia de dióxido de carbono. Este gas es muy importante porque atrapa el calor. Permite que pueda tener una temperatura agradable. Sin dióxido de carbono, los planetas se congelan. Por otro lado, y como hemos visto en Venus, también puede provocar un efecto invernadero potentísimo. Su presencia hace más difícil que haya planetas congelados.

La capa de hielo antártico, que se expandió durante la última glaciación. Crédito: Wikimedia Commons/Stephen Hudson

De hecho, los planetas congelados aparecen cuando su nivel de dióxido de carbono atmosférico es demasiado bajo. Algo que puede suceder por la combinación de la lluvia y la erosión. El agua absorbe el dióxido de carbono y se convierte en ácido carbónico, que reacciona con las rocas durante la erosión. Ese proceso rompe el ácido carbónico y provoca que se combine con minerales. Con el tiempo, esos minerales se ven arrastrados al océano y terminan almacenándose en el lecho oceánico. Pero, ¿qué sucede con el dióxido de carbono en los planetas congelados?

Hasta ahora, se pensaba que la pérdida de dióxido de carbono, de la atmósfera de un planeta, se detenía durante la fase de planeta bola de nieve porque todo el agua de la superficie está congelada. Pero en el estudio, los investigadores han observado que algunos planetas congelados pueden seguir perdiendo dióxido de carbono incluso tras su congelación. Para ello, debe haber parte de la superficie sin congelar, donde pueda haber lluvias ocasionales y, por tanto, presencia de agua, permitiendo que siga desapareciendo el dióxido de carbono atmosférico.

Vida en el ecuador de los planetas congelados

En el caso de los planetas congelados más cálidos, que se simularon en el estudio, los investigadores observaron que había regiones terrestres lo suficientemente templadas para tener agua. Ofreciendo un entorno habitable incluso cuando la congelación de los océanos llegaba hasta el ecuador. Las regiones terrestres centrales, lejos de los océanos congelados, podrían llegar a temperaturas de 10 ºC. Muy por encima de la temperatura más baja en la que la vida se puede reproducir, que está estimada en unos -20 ºC. Buenas noticias para la vida…

El glaciar Hiawatha. Crédito: NASA ICE

El estudio también plantea que los planetas congelados pueden quedarse atascados en esta fase si se dan ciertos requisitos. Hasta ahora se pensaba que podría tratarse de episodios por los que pasan los planetas rocosos en ciertas circunstancias. Pero según los investigadores, es posible que un planeta pierda la cantidad suficiente de dióxido de carbono como para impedir que nunca llegue a descongelarse significativamente. ¿Cómo se adaptaría la vida a esa circunstancia? ¿Puede llegar a aparecer en condiciones así?

El estudio no responde a estas preguntas, pero es una cuestión interesante. A fin de cuentas, lo que indica es que la habitabilidad es mucho más difusa de lo que podríamos pensar. No hay un límite claro entre un planeta habitable y uno inhóspito. Si los investigadores están en lo correcto, es otro punto a favor para la abundancia de vida en la Vía Láctea. Las condiciones para que un planeta pueda ser habitable parecen mucho más flexibles de lo que se pensaba hace solo unas décadas. Aunque, por ahora, la búsqueda de otros mundos habitados continúa…

Estudio

El estudio es A. Paradise, K. Menou, D. Valencia y C. Lee; «Habitable Snowballs: Temperate Land Conditions, Liquid Water, and Implications for CO2 Weathering». Publicado en la revista Journal of Geophysical Research: Planets el 18 de julio de 2019. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Phys