Los mundos oceánicos podrían ser habitables, según un nuevo estudio. Esto desafiaría la idea de que es necesario un planeta que sea similar a la Tierra. Podríamos encontrar vida en planetas completamente cubiertos de agua…

Los mundos oceánicos podrían ser habitables

Los mundos oceánicos podrían ser habitables

Concepto artístico de un mundo oceánico.
Crédito: David A. Aguilar (CfA)

Durante mucho tiempo, los científicos han partido de la base de que los planetas, cubiertos por un océano profundo, no podrían ser habitables. Ya que no serían capaces de mantener el ciclo de minerales y gases que permite que el clima en la Tierra sea estable. Sin esas condiciones, la vida no tendría posibilidad de desarrollarse. Pero un nuevo estudio plantea que los mundos oceánicos podrían ser habitables.

No solo eso, sino que además ofrecerían esas condiciones durante mucho más tiempo del que se pensaba. Para llegar a esta conclusión, han realizado más de mil simulaciones diferentes. La conclusión parece bastante clara. No hace falta un planeta similar a la Tierra, es decir, con superficie terrestre y un océano relativamente poco profundo, para que pueda haber vida. Algo que abre un mundo de posibilidades.

Con el paso del tiempo, los telescopios son cada vez mejores. Cada vez se detectan más planetas alrededor de estrellas en otros sistemas. Sus descubrimientos están ayudando a tener una imagen mucho más clara de cómo podría encajar la vida en todo esto. Con estos datos, se están publicando nuevos estudios centrados en esos exoplanetas. Algunos son muy diferentes a la Tierra. Es el caso de los planetas oceánicos, que podrían tener océanos de cientos de kilómetros de profundidad.

En busca de climas estables

Concepto artístico de exoplanetas similares a la Tierra.
Crédito: NASA

Aunque no sabemos cómo se originó, sí que sabemos que la vida necesita tiempo para evolucionar. La luz y el calor que recibe un planeta cambia a medida que la estrella evoluciona. Por lo que, a grandes rasgos, lo que se busca es mundos que tengan algo de agua y un mecanismo para mantener su clima estable a lo largo del tiempo. El principal método que conocemos es, evidentemente, el de la Tierra.

En escalas de tiempo muy grandes, nuestro planeta se enfría a sí mismo al atrapar los gases de efecto invernadero en minerales. Del mismo modo, se calienta al liberarlos a través de volcanes. Pero este modelo no sirve absolutamente de nada para saber si los mundos oceánicos podrían ser habitables. Porque allí nos encontramos una capa de agua muy profunda y una ausencia completa de volcanes. Condiciones muy diferentes a las nuestras.

Así que los investigadores querían saber si había alguna otra manera de lograr un clima estable. Crearon una simulación con miles de planetas generados al azar. Después, analizaron cómo evolucionaban a lo largo de miles de millones de años. Lo que les sorprendió fue descubrir que muchos de esos mundos eran estables durante más de 1 000 millones de años. Aunque fuese, simplemente, por tener las mejores condiciones posibles.

Algunos mundos oceánicos podrían ser habitables, pero no todos

Este concepto artístico muestra un hipotético planeta, cubierto de agua, alrededor del sistema Kepler-35.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

La conclusión de los investigadores es que quizá el 10% de los mundos oceánicos podrían ser habitables. Se trataría de planetas que están a la distancia adecuada de sus estrellas. Planetas que tienen la cantidad correcta de carbono. Además, no tienen muchos minerales, ni elementos de la corteza, disueltos en los océanos. Por lo que no podrían atrapar el carbono de la atmósfera. El ciclo que describen es bastante simple.

Desde su inicio, tienen suficiente agua. Así que el carbono recorre un ciclo desde la atmósfera solo al océano. Si la concentración es la adecuada, el clima de ese hipotético planeta oceánico podría ser estable durante mucho tiempo. ¿Cuánto? Según los investigadores, depende de la cantidad de dióxido de carbono y de su distribución entre el océano, la atmósfera y las rocas del planeta, en sus primeros instantes. Así, se podría tener un planeta habitable a largo plazo sin necesidad del ciclo geoquímico de la Tierra.

Aunque hace falta una precisión. Este modelo se centra en estrellas como la nuestra. Sin embargo, creen que en el caso de enanas rojas, también podrían tener las condiciones adecuadas. A fin de cuentas, estas estrellas tardan mucho más en volverse brillantes, por lo que dan más tiempo a que la vida pueda arrancar en sus mundos. Si están en lo correcto, lo más importante sería, en consecuencia, la luz de una estrella…

El estudio es Edwin S. Kite, Eric B. Ford; «Habitability of Exoplanet Waterworlds». Publicado en la revista The Astrophysical Journal el 30 de agosto de 2018. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Phys