Esta semana, en Los mundos del Cosmos 1×08, hablamos de la zona habitable, y de cómo ha cambiado el concepto a lo largo de los últimos años, gracias a nuevos hallazgos. En YouTube, además, hablamos de la retirada de la Estación Espacial Internacional, que llevará a cabo SpaceX…
Los mundos del Cosmos 1×08: La zona habitable
Uno de los motivos de buscar planetas lejos del Sistema Solar es comprender mejor la variedad de mundos que puede haber en la galaxia. Por supuesto, también se busca comprender si pudiera haber otros planetas que reúnan condiciones similares a las de la Tierra. Para determinar si es así, uno de los conceptos más populares (y extendidos) es el de la zona habitable. Un planeta debe encontrarse a la distancia adecuada de su estrella para poder tener agua en estado líquido en su superficie. Aunque solo es un factor a tener en cuenta.
De hecho, habrá que determinar, también, si el planeta tiene un campo magnético (o una atmósfera con la composición adecuada). Pero, con la tecnología actual, es difícil determinar estos aspectos. Por lo que la definición es relativamente simple. Con el descubrimiento de miles de exoplanetas, en las últimas décadas, el concepto de zona habitable se ha expandido. Algunos planetas pueden ser habitables a mucha distancia de su atmósfera (suponiendo que tengan una atmósfera muy densa). Por lo que la zona habitable puede ser muy amplia.
Del mismo modo, se ha planteado que Europa o Encélado (satélites de Júpiter y Saturno, respectivamente) podrían tener un océano con condiciones habitables bajo su superficie. Por lo que, sin duda, la vida podría existir incluso muy lejos de la zonas habitable que se plantea habitualmente… De esto, y mucho más, hablamos en Los mundos del Cosmos 1×08, disponible en la aplicación de iOS y Android de iVoox; también en su web, en este enlace. También está disponible aquí mismo (para los mecenas del podcast):
YouTube: SpaceX se encargará de retirar la Estación Espacial Internacional
En 2031, la Estación Espacial Internacional será retirada de la órbita terrestre. La intención es que caiga al Océano Pacífico (o al Océano Índico) tras su reentrada en la atmósfera. Aunque gran parte de la estación se desintegrará durante la reentrada, habrá fragmentos (en algunos casos relativamente grandes) que aguantarán todo el viaje, por lo que es necesario asegurarse de que no caen en una zona habitada, y de que no suponen ningún peligro. Por ello, la mejor forma es reducir la órbita de la estación de manera paulatina.
Ahora, la NASA ha anunciado que ha otorgado un contrato de 843 millones de dólares a la compañía SpaceX para encargarse de esta tarea. Aunque había diferentes soluciones sobre la mesa, como el uso de tres cápsulas Soyuz que, conjuntamente, moviesen a la estación hasta la atmósfera, se decidió que era necesario una nave más robusta, para poder soportar la reentrada. Por ello, la agencia espacial estadounidense envió una solicitud a sus socios comerciales, en busca de soluciones, hace apenas unas semanas, y ahora tenemos el resultado.
SpaceX utilizará una cápsula Dragon modificada y reforzada, con más propulsores, para encargarse de la tarea. Algo que todavía no se sabe en qué momento sucederá exactamente. Aunque la intención es que se produzca en 2031, el objetivo de NASA es que no se retire hasta que haya estaciones espaciales privadas en funcionamiento. Algunas compañías, como Axiom Space, ya están trabajando en sus propios laboratorios orbitales. Como siempre, puedes ver el vídeo en el canal de YouTube, en este enlace; o, si lo prefieres, al principio del artículo.
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