Cuando pensamos en sistemas de anillos, seguramente lo primero que te viene a la cabeza sea el majestuoso sistema de Saturno. Son los más conocidos, pero no son los únicos que podemos encontrar en el Sistema Solar. Júpiter, Urano y Neptuno también los tienen… y algunos asteroides muy especiales.

Los asteroides centauro

Concepto artístico de Cariclo y sus anillos. Crédito: ESO/L. Calçada/M. Kornmesser/Nick Risinger

Concepto artístico de Cariclo y sus anillos.
Crédito: ESO/L. Calçada/M. Kornmesser/Nick Risinger

Los centauros son planetas enanos con unas órbitas extremadamente inestables. Tanto es así, que sus caminos suelen cruzarse con las órbitas de los planetas gigantes, y tienen un período de vida de solo unos pocos millones de años. Reciben ese nombre tan particular porque exhiben el comportamiento de asteroides y cometas, evocando a las criaturas mitológicas que, como seguramente sepas, son mitad hombre y mitad caballo. De ellos, Cariclo es el más grande conocido. Es posible que fuese un antiguo objeto transneptuniano (es decir, más allá de la órbita de Neptuno) pero en la actualidad tiene una órbita entre Saturno y Urano. Creemos que en el Sistema Solar hay 44.000 centauros con un diámetro superior a 1 kilómetro.

En este grupo, Cariclo y Chiron destacan por encima de los demás por tener su propio sistema de anillos. Algo sorprendente si tenemos en cuenta que las órbitas de los centauros se ven alteradas a menudo por la influencia gravitacional de los gigantes gaseosos. Así que un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de San Pablo, en Brasil, ha intentado responder cómo es posible que un objeto tan pequeño sea capaz de mantener un sistema de anillos.

En el estudio, llamado «Los anillos de Cariclo durante los encuentros cercanos con los gigantes gaseosos» (disponible en inglés, naturalmente) y publicado recientemente en The Astrophyisical Journal, explican cómo construyeron una versión del Sistema Solar incorporando 729 objetos simulados. Todos tenían el mismo tamaño que Cariclo y su propio sistema de anillos (y órbitas ligeramente diferentes), para después examinar cómo interaccionaban con los gigantes gaseosos.

Anillos inesperados

Impresión artística del aspecto que podrían tener los anillos de Cariclo vistos desde la pequeña superficie del centauro. Crédito: ESO/L. Calçada/Nick Risinger

Impresión artística del aspecto que podrían tener los anillos de Cariclo vistos desde la pequeña superficie del centauro.
Crédito: ESO/L. Calçada/Nick Risinger

En 2013 descubrimos que Cariclo tiene anillos, lo supimos gracias a una ocultación estelar, que nos permitió saber que son dos anillos, con un radio de 391 y 405 kilómetros y un ancho de 7 y 3 kilómetros, respectivamente. Por las líneas de absorción, sabemos que están parcialmente compuestos de hielo, y son muy similares a los de los gigantes gaseosos, que están compuestos en gran parte de hielo y polvo.

A partir de otros hallazgos realizados en 2015, se determinó que Chiron también podría tener un anillo. Esto llevó a los astrónomos a especular con la posibilidad de que haya muchos más planetas enanos, en el Sistema Solar, que tengan su propio sistema de anillos. Los anillos son muy bonitos cuando los vemos en Saturno, desde luego, pero la conclusión es desconcertante porque, al menos hasta ahora, se consideraban que son estructuras frágiles que exclusivas de los planetas más grandes.

El estudio de la Universidad de Sao Paulo ha arrojado algunos resultados interesantes. La principal conclusión es que los sistemas de anillos de los centauros pueden sobrevivir a los acercamientos a los gigantes gaseosos. La simulación de las órbitas de los 729 clones de Cariclo mostró que, a medida que orbitaban alrededor del Sol durante 100 millones de años, cada uno de ellos tenía unas 150 aproximaciones a los planetas gigantes. Algunas de esas aproximaciones eran a un sólo radio de Hill (aunque puedes leerlo en más detalle en el artículo, y es recomendable si nunca has oído hablar de la esfera de Hill, a lo que se refiere es a la distancia a partir de la cual un objeto entra en la esfera de influencia gravitacional de otro).

Muchos acercamientos, pero pocas perturbaciones

Concepto artístico de Chiron. Crédito: dailygalaxy.com

Concepto artístico de Chiron.
Crédito: dailygalaxy.com

En el 90% de esas simulaciones, los anillos de los centauros sobrevivían a los acercamientos. Sólo se veían perturbados en un 4% de las ocasiones (por lo que no necesariamente los perderían por completo), y sólo eran arrancados en un 3% de los encuentros. Así que se puede concluir que, si hay un mecanismo eficiente de creación de anillos, entonces es muy posible que los centauros que tengan uno sean capaces de mantenerlo.

También nos permitiría concluir que los anillos son mucho más comunes de lo que se pensaba inicialmente. Los planetas interiores no tienen (aunque es posible que la Tierra tuviese en el pasado), pero podrían ser relativamente comunes en el Sistema Solar.

El próximo paso del equipo de investigación es algo más ambicioso. Quieren intentar determinar el proceso de formación de los sistemas de anillos, y es posible que nos permita descubrir que los adquieren, directamente, de los propios gigantes gaseosos. Sea como fuere, lo que está claro es que Cariclo y Chiron no parecen ser excepciones en el Sistema Solar, y que no van a perder sus anillos en los próximos años. Ahora sólo falta ver si añadimos más miembros a su familia…

Referencias: Universe Today