Una de las ideas más extrañas, y quizá más incómodas, es que las estrellas que se acercan lo suficiente, al Sistema Solar, pueden lanzar cometas hacia su interior. Es algo que se ha planteado desde hace décadas, y ahora un grupo de astrónomos ha demostrado que podría ser así. Aunque no es tan catastrófico como podría parecer…

Algunas estrellas pueden lanzar cometas hacia el interior del Sistema Solar

En los confines del Sistema Solar, mucho más allá de la órbita de Plutón y del cinturón de Kuiper, se encuentra la nube de Oort, el hogar de millones de pequeños objetos congelados. Su existencia fue propuesta por Jan Oort y es el hogar de los cometas conocidos como de largo período. Es decir, cometas que tardan más de 200 años en completar una vuelta alrededor del Sol. Un grupo de investigadores ha analizado el movimiento de más de 600 estrellas, que en algún momento llegaron a estar a menos de 13 años-luz del Sol, para analizar su impacto.

Las estrellas pueden lanzar cometas al Sistema Solar
El cometa Hale-Bopp, en abril de 1997. Crédito: E. Kolmhofer, H. Raab; Johannes-Kepler-Observatory, Linz, Austria

Así, han logrado identificar dos estrellas que fueron capaces de lanzar cometas hacia el interior del Sistema Solar. Es decir, su gravedad perturbó alguno de estos objetos y lo lanzó hacia una órbita, alrededor del Sol, mucho más pequeña de la que tenía originalmente. Puede que ese escenario, sin ir más lejos, fuese el que provocó la observación del cometa Hale-Bopp, que tarda 2500 años en dar una vuelta alrededor de nuestra estrella. Pero, hasta ahora, solo era una suposición que puede parecer bastante lógica.

A fin de cuentas, los objetos de la nube de Oort están tan lejos del Sol que, en consecuencia, están expuestos a la perturbación gravitatoria del resto de la galaxia. La gravedad de una estrella que se acerque lo suficiente puede provocar que muchos de esos objetos vean sus órbitas alteradas. En algunos casos, lo necesario para terminar precipitándose hacia el interior del Sistema Solar en una órbita mucho más pequeña que la que describían originalmente. No quiere decir, por otro lado, que por ello impacten más cometas en la Tierra.

El telescopio Gaia al rescate

En su estudio, los investigadores han calculado el movimiento de 650 estrellas y lo han comparado con la órbita de 270 cometas de largo período. Todo ello ha sido posible al último catálogo publicado (por ahora) de la sonda Gaia, que contiene la información de unos 1700 millones de objetos celestes, así como los datos aportados por telescopios como Pan-STARRS, que se dedican a la observación de cometas, asteroides y otros pequeños objetos del Sistema Solar. Con todo esto en mente, se lanzaron a crear diferentes modelos.

Concepto artístico del telescopio Gaia sobre una fotografía de la Vía Láctea vista desde el Observatorio Europeo Austral. Crédito: ESA/ATG medialabab; ESO/S. Brunier

En ellos, intentaban remontarse en el tiempo con distintas parejas de cometas y estrellas, el objetivo era ver el impacto del astro en el cometa. Así, retiraban estrellas del modelo para ver si la órbita del cometa se veía alterada de una manera significativa. Si resultaba ser así, sería una indicación de que la estrella había interactuado con el cometa. Una demostración, por tanto, de que las estrellas pueden lanzar cometas hacia el interior. Pero, entre todos los casos que pusieron a prueba, solo encontraron dos estrellas.

Es decir, solo dos ejemplos de que este comportamiento se produjese. Suficiente para validar la vieja idea de que las estrellas, que se acercan lo suficiente, pueden lanzar cometas hacia el interior del Sistema Solar. Pero ni mucho menos en una proporción lo suficientemente alta como para poder relacionarla con la cantidad de cometas que se observan rutinariamente a lo largo de un año. Tiene que haber otros mecanismos que sean los responsables de provocar que los objetos de la nube de Oort puedan pasar a tener órbitas más pequeñas.

Las estrellas más lejanas también pueden lanzar cometas

Sin embargo, algunos investigadores apuntan a que hay otro factor que no se puede pasar por alto. No basta con fijarse en las estrellas que se acercan lo suficiente a los dominios del Sol. La gravedad de estrellas más distantes también puede tener un efecto en los objetos de la nube de Oort. A pesar de no acercarse mucho, pueden tener la capacidad, conjuntamente, de perturbar la órbita de algunos objetos y provocar que terminen precipitándose hacia el interior del Sistema Solar. Es algo que no está contemplado en este estudio.

El cometa Swift-Tuttle. El responsable de la lluvia de las Perseidas. Crédito: Gerald Rhemann.

Además, por otro lado, no parece sencillo analizar el pasado de cada uno de esos cometas y estrellas. Hay que tener en cuenta que, pese a la potencia de Gaia, no se trata de un catálogo de cada estrella que ha podido pasar cerca del Sistema Solar. A pesar de que 1700 millones de objetos celestes, sin duda alguna, puedan parecer muchos. En muchos casos, por ejemplo, es necesario estimar cuál es la masa de la estrella. Además, también hay que tener en cuenta factores mucho más cercanos. No solo tenemos el papel de las estrellas más lejanas y su gravedad conjunta.

También debemos recordar la contribución de la gravedad de los planetas. Porque, una vez perturbados y lanzados a una órbita más pequeña, no es descartable que la gravedad de los planetas del Sistema Solar provoquen más perturbaciones y alteren sus órbitas todavía más. Los investigadores esperan que, en los próximos años, con un nuevo catálogo de Gaia y más observaciones, puedan refinar sus observaciones. Pero de momento, al menos, parece que se puede confirmar una vieja sospecha, el resto de la galaxia también afecta al Sistema Solar…

Estudio

El estudio es R. Wysoczańska, P. Dybczyński y M. Królikowska; «First stars that could significantly perturb comet motion are finally found». Publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society el 7 de noviembre de 2019. Puede consultarse en arXiv.

Referencias: Space