Poco a poco, la sonda New Horizons está llegando a su destino: el distante planeta enano Plutón. Ahora, a menos de quince millones de kilómetros de distancia, por fin podemos comenzar a ver algunos detalles del que, hasta no hace mucho, era el planeta más lejano del Sistema Solar.

En cierto modo, recuerda a la Luna

En esta imagen puedes ver las dos caras de Plutón (el más grande, en marrón). También aparece Caronte. En la imagen de la derecha, en lo que parece ser la base de Plutón, podrás ver cuatro manchas de un tamaño, y a una distancia, muy similares entre sí. Crédito: NASA / JHUAPL / SWRI

En esta imagen puedes ver las dos caras de Plutón (el más grande, en marrón). También aparece Caronte. En la imagen de la derecha, en lo que parece ser la base de Plutón, podrás ver cuatro manchas de un tamaño, y a una distancia, muy similares entre sí.
Crédito: NASA / JHUAPL / SWRI

Aunque no es un paralelismo muy preciso, nuestro satélite presenta una cara que nos es familiar (la vemos todas las noches) y otra que nunca vemos. La llamada cara oculta de la Luna es muy diferente de la que vemos, mucho más accidentada. Las nuevas imágenes de la sonda muestran que Plutón también tiene dos caras muy diferentes.

En el caso del planeta enano, una de ellas está plagada de puntos a lo largo del ecuador que parecen separados a una distancia muy regular. Cada uno de esos puntos tiene un diámetro de unos 480 kilómetros (prácticamente la distancia que separa Madrid de Cádiz en línea recta). Estos puntos (los 4 puntos negros que puedes ver en la parte derecha de la imagen, casi en la base de Plutón, ya que, aunque vemos las dos caras, las imágenes sólo muestran algo más de la mitad superior del planeta) ya han captado la atención del equipo de astrónomos de la misión porque su tamaño y separación es muy consistente, algo que no habían visto hasta ahora.

El observatorio estratosférico SOFIA.  Crédito: NASA / Jim Ross

El observatorio estratosférico SOFIA.
Crédito: NASA / Jim Ross

No está muy claro cuál es el origen (y la verdad es que es de lo más llamativo que todos parezcan trazar una línea perfecta alrededor del ecuador del planeta), pero probablemente tengamos la respuesta a lo largo de los próximos 12 días, a medida que New Horizons esté más y más cerca de su destino. Con un poco de suerte, no será la única incógnita que resolvamos. Hay otras, y una especialemente antigua: ¿Por qué hay una diferencia de color tan pronunciada entre Plutón y Caronte (que es mucho más oscuro y presenta tonalidades grises).

Estas imágenes no han sido enviadas desde la sonda como aparecen aquí. En su lugar, son el trabajo de combinar las imágenes en blanco y negro (y alta resolución) de la herramienta LORRI (Long-Range Reconnaissance Imager) con los datos de color a menor resolución enviados desde la herramienta Ralph, ambas en la New Horizons para crearlas. El resultado es que estamos viendo Plutón y Caronte en una aproximación de su color auténtico. Es decir, éste es el color en el que los veríamos si pudiésemos estar allí.

¿Habrá nubes en la atmósfera?

Concepto artístico de las nubes en Plutón (si es que las hay). Crédito: NASA / JHUAPL

Concepto artístico de las nubes en Plutón (si es que las hay).
Crédito: NASA / JHUAPL

La sonda New Horizons está equipada con herramientas para poder buscar nubes en la atmósfera. Las dos herramientas (LORRI y Ralph) permitirán, al equipo de astrónomos que trabaja en la misión, buscar nubes en la superficie del planeta durante las fases de aproximación y alejamiento del planeta. Si las hubiera, servirán para poder hacernos una mejor idea de cómo funciona la atmósfera de este planeta enano. Podremos determinar la velocidad del viento y la dirección.

Así a bote pronto, puede parecer poco relevante estudiar la atmósfera de Plutón, ¿verdad? Pero lo cierto es que, desde hace más de dos décadas, muchos científicos querían enviar una nave allí lo antes posible porque predecían que su atmósfera desaparecería (o mejor dicho, que los gases que la componen se congelarían y caerían a la superficie) antes de que pudiese ser explorada. Esta semana, con los telescopios terrestres y el telescopio estratosférico SOFIA han permitido confirmar que la atmósfera sigue allí, y que no se ha congelado.

A las herramientas LORRI y Ralph tendremos que sumarles una más: PEPSSI (Pluto Energetic Particle Spectrometer Science Investigation). Esta herramienta, con una abreviatura sospechosamente similar al nombre de cierta bebida comercial, se dedica a mandar información diariamente de vuelta a la Tierra. En ella, se envían datos sobre el entorno espacial alrededor de Plutón. PEPSSI está diseñada para detectar iones (es decir, átomos que han ganado o perdido uno o más electrones) que han escapado de la atmósfera del planeta. Al escapar, estos átomos caen en el viento solar, la corriente de partículas subatómicas que emana del Sol. ¿Para qué sirve todo esto? Pues para que los científicos puedan determinar la composición de la atmósfera de Plutón y a qué velocidad se está escapando del planeta.

De momento, todo funciona en orden

Plutón y Caronte

Representación de Plutón y Caronte

La sonda ya se encuentra a menos de 15 millones de kilómetros. El momento de mayor aproximación se producirá hacia las 14:00 (hora peninsular) del próximo 14 de julio, y de momento todos los sistemas están operativos. Esperemos que siga siendo así, porque estamos ante una oportunidad única para visitar el planeta más distante al que (al menos por ahora) tenemos planeado enviar misiones.

No sólo encontraremos respuesta (probablemente) al extraño polo de Caronte, o a la atmósfera de Plutón, o la reciente confirmación de que hay metano en el planeta enano (algo que los astrónomos ya sabían pero que hasta ahora no habían podido medir de manera directa), es que todos los datos que recibamos de la sonda van a servir para que, durante los próximos años, podamos mejorar nuestra comprensión del Sistema Solar, de los planetas enanos, y quién sabe, quizá hasta para poder hacernos una mejor idea sobre los planetas enanos que puedan pulular por la Nube de Oort…

Referencias: NASA