La búsqueda de civilizaciones extraterrestres, utilizando la contaminación industrial como una posible tecnofirma, puede que no sea tan útil como se ha planteado en diferentes ocasiones. Es algo que resulta útil porque, aunque podría eliminar una posible técnica de búsqueda, refina en qué fijarse…
La contaminación como tecnofirma era una idea atractiva
La búsqueda de civilizaciones extraterrestres, en realidad, está muy ligada a la búsqueda de planetas habitables. Algunos astrónomos buscan mundos que contentan elementos químicos, en su atmósfera, que puedan ser una señal de la presencia de una civilización avanzada. Estos elementos químicos (conocidos como tecnofirmas, porque permitirían saber que existe una civilización, en lugar de solo vida). En la Tierra nos encontramos con algunos de esos elementos, resultado del quemado de combustibles fósiles.
Ahora, un grupo de investigadores ha analizado los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs, por sus siglas en inglés) y si se pudiera llegar a detectar su presencia. A lo largo de las décadas, los investigadores han desarrollado diferentes maneras de buscar civilizaciones extraterrestres. Las técnicas han cubierto desde el estudio de estrellas (en busca de posibles señales atípicas de radio, o pulsos láser). Por ahora, no han dado resultado positivo, a pesar de que se ha recurrido a algunos de los telescopios más potentes del mundo.
Iniciativas como SETI (búsqueda de vida extraterrestre inteligente, por sus siglas en inglés) han recurrido a radiotelescopios muy potentes. Al mismo tiempo, se ha estudiado la zona habitable de algunos exoplanetas en busca de posibles señales de agua. Algo que sugeriría la existencia de vida (si bien no se podría llegar a afirmar). Un grupo de investigadores ha estudiado la viabilidad de los PAHs como manera alternativa de seguir la búsqueda de posibles tecnofirmas. Los PAHs ganaron popularidad al ser detectados en el interior de un meteorito marciano.
Los hidrocarburos son un producto de la vida
El descubrimiento de esos hidrocarburos fue toda una sorpresa. Recibió mucha atención porque los hidrocarburos son un producto de la vida. Encontrarlos almacenados en meteoritos procedentes de Marte sugiere que pudo haber algún tipo de vida en el pasado del planeta rojo. El debate sigue en marcha hoy en día y el equipo de investigadores cree que la búsqueda de hidrocarburos, en atmósferas de otros planetas, podría permitir descubrir la presencia de una civilización avanzada. Hay fuentes de PAHs en el espacio.
Podemos encontrarlos en lugares como el medio interestelar, sin embargo, están principalmente asociados a la actividad de seres vivos. El equipo se ha centrado en los hidrocarburos que tienen secciones transversales de absorción disponibles en la atmósfera de exoplanetas como la Tierra. Aunque esto puede sonar un tanto indescifrable, una sección transversal de absorción es una medición de la probabilidad de que un proceso de absorción, como la dispersión de partículas, sea detectado por el Observatorio de Mundos Habitables.
Los elementos químicos seleccionados son naftalina, antraceno, fenantreno y pireno. Partiendo de evidencias de la concentración de PAHs en la Tierra, los miembros del equipo sabían que sus niveles se han reducido un poco desde la revolución industrial. Con esto en mente, han realizado simulaciones en una amplia variedad de concentraciones, esperando poder determinar la capacidad de detección de una civilización similar a la nuestra. En el estudio también se ha analizado la arquitectura del telescopio, centrándose en aspectos como el tamaño de los espejos.
La contaminación como tecnofirma no es útil con los telescopios planteados
Los espejos grandes mejoran la resolución y la capacidad de recoger luz, pero el resultado no era especialmente positivo. El análisis dependía de que un gran espejo de telescopio fuese capaz de resolver detalles en la firma espectral de cuatro moléculas. Sin embargo, lo que descubrieron es que los telescopios con una apertura de 6, 8 o 10 metros tendrían un ratio de señal a ruido insuficiente. No sería capaz de llegar a observar los detalles necesarios. Por ello, la conclusión del equipo resulta poco halagüeña para la tecnología presente.
La detección de firmas de esos PAHs utilizando grandes telescopios terrestres es inviable. A pesar de todo, este es un gran ejemplo de cómo un trabajo que no da un resultado positivo puede suponer una contribución valiosa. No importa que, en este caso, el resultado sea negativo y la contaminación industrial no sirva como tecnofirma. Ahora es necesario llevar a cabo más investigaciones y mediciones en laboratorio para ayudar a mejorar la detectabilidad de moléculas y, quizá, lograr así encontrar una civilización en otros lugares de la galaxia. Por otra parte, es importante recordar que no es la única técnica que se puede utilizar.
El Telescopio de Mundos Habitables no tiene todavía fecha concreta de lanzamiento, pero ya se ha empezado a trabajar en su diseño y en convertirlo en una realidad. Tendrá un espejo principal de entre 6 y 8 metros y no se lanzará antes de la década de 2040. Por lo que queda un gran camino por delante y mucho que resolver y descubrir hasta ese entonces. Sin duda, en los próximos años, se plantearán otras técnicas que puedan ayudar a descubrir civilizaciones lejos de la Tierra… siempre y cuando no seamos la única que puebla la galaxia.
Estudio
El estudio es D. Dubey, R. Kopparapu, B. Ercolano y K. Molaverdikhani; «Polycyclic Aromatic Hydrocarbons as an Extraterrestrial Atmospheric Technosignature». Publicado en la revista The Planetary Science Journal el 6 de enero de 2025. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Universe Today
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