El origen del cinturón de asteroides es algo que no tenemos completamente claro. Curiosamente, divide los planetas terrestres, más pequeños, de los planetas gigantes. Pero… ¿cómo se formó? ¿por qué se formó, en su lugar, un planeta?…

El complicado origen del cinturón de asteroides

¿Cuál es el origen del cinturón de asteroides?

Concepto artístico de un cinturón de asteroides alrededor de la estrella Vega.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

El cinturón de asteroides, como seguramente sepas, está entre las órbitas de Marte y Júpiter. Está formado por asteroides y otros objetos menores, que forman un disco alrededor del Sol. Además, es también una linea divisoria muy llamativa. Marca la frontera entre el Sistema Solar interior, formado por los cuatro planetas terrestres: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte, y el Sistema Solar exterior, formado por los gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

La hipótesis más asentada propone que el cinturón de asteroides no siempre fue así. En el pasado debió estar mucho más poblado. Los asteroides debieron ser muchísimo más abundantes. Sin embargo, la influencia gravitatoria de Júpiter se encargó de transformar la región. Expulsó el 99% del material a otras regiones del Sistema Solar. O incluso peor, los expulsó de los confines de nuestra estrella.

Del mismo modo, la gravedad del planeta más grande del Sistema Solar también habría sido clave de otra manera. Impidió que todo ese material pudiese dar lugar a la formación de otros planetas. Pero esta es solo una hipótesis sobre el origen del cinturón de asteroides. Ahora, un grupo de investigadores ha planteado una nueva posibilidad, que busca un enfoque completamente diferente a lo propuesto hasta ahora.

Una teoría opuesta

Esta imagen explica, de manera gráfica, la teoría de los dos investigadores.
Crédito: Sean Raymond, planetplanet.net

Sean Raymond y Andre Izidoro son dos investigadores de la Universidad de Burdeos (en Francia). Son los autores de esta nueva teoría que intenta explicar el origen del cinturón de asteroides. Sus conclusiones son muy interesantes porque nos ofrecen una perspectiva completamente diferente. Su propuesta es sencilla. La hipótesis más aceptada en la actualidad es que el cinturón de asteroides era muy denso, como he comentado antes.

Sin embargo, ellos plantean que el origen del cinturón de asteroides es precisamente el opuesto. Comenzó como una región del espacio vacía que, poco a poco, fue llenándose con el material que terminaba ahí, expulsado tanto por los planetas interiores como exteriores. El razonamiento está apoyado en una evidencia que parece muy prometedora, y tiene que ver con la composición de los asteroides.

Los que están más cerca de los planetas rocosos (llamados asteroides de tipo S) tienden a contener silicato. De manera muy similar a los propios planetas rocosos. Sin embargo, los asteroides que están más cerca de los gigantes gaseosos (a los que llamamos asteroides de tipo C) suelen tener más carbono. Es decir, se parecen más a los gigantes gaseosos. La conclusión de los investigadores parece totalmente lógica…

Asteroides de dos lugares diferentes

Júpiter, visto desde el Polo sur, fotografiado por la sonda Juno.
Crédito: Alejandro Riveiro/Astrobitácora

El origen del cinturón de asteroides pudo ser ése. Material que fue expulsado por los planetas. Es decir, algo así como las sobras de todo lo que sirvió como base para que se formasen los planetas que conocemos en la actualidad. Terminó en el cinturón de asteroides, y ahí sigue. En cualquier caso, esta hipótesis no altera el valor del cinturón de asteroides. Sigue tratándose de material increíblemente interesante, porque nos permite estudiar el Sistema Solar tal y como era en su infancia.

Para poner a prueba su teoría, los dos investigadores tuvieron que crear un modelo que imitase la infancia del Sistema Solar. En él, partieron de la base de que la región del cinturón de asteroides estaba vacía, y pusieron en marcha su modelo. En la simulación, a medida que pasaba el tiempo, vieron que era posible que el material sobrante de la formación de los planetas terminase aterrizando en esa región del espacio.

El resultado sería el disco que podemos observar en la actualidad. Pero de momento es solo una hipótesis. Eso sí, una que resulta especialmente intrigante y atractiva. Los dos científicos tienen pensado seguir trabajando en esta investigación. Esperan encontrar evidencias, o bien que apoyen este estudio, o bien que nos permitan reforzar la hipótesis que ya está asentada. En cualquier caso, será muy útil.

El estudio es Sean N. Raymond y Andre Izidoro; «The empty primordial asteroid belt». Publicado en la revista Science Advances el 13 de septiembre de 2017. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Phys.org