En esta entrada de Hijos del Cosmos hablo de la posibilidad de que contactemos con una civilización extraterrestre en el futuro. ¿Es una posibilidad real? Aunque vivimos en una galaxia repleta de estrellas, la probabilidad de que suceda es muy baja…

Una civilización sola en la multitud

Hijos del Cosmos: la soledad de la civilización

Una ciudad futurista.
Crédito: Desconocido

Si la galaxia rebosa vida… ¿dónde están esas civilizaciones inteligentes? Nuestra comprensión de la biología y la física nos dice que la vida más allá de la Tierra debería ser relativamente abundante. Puede que el contacto con otra civilización, si es que llega a suceder, sea accidental. Calculamos que en la Vía Láctea hay entre 100.000 y 400.000 millones de estrellas. Sabemos que muchas de esas estrellas tienen planetas a su alrededor.

Lo que ya no está tan claro es cuántos de esos planetas serían rocosos y con condiciones parecidas a las del nuestro. Aunque en algunas estimaciones se ha planteado que podría haber en torno a 60.000 millones de planetas como este. Todo nos dice que la vida debería ser abundante en la galaxia. Quizá incluso la vida inteligente. Pero no hemos visto nada, por ahora, que nos haga pensar así.

De hecho, ni siquiera hemos logrado encontrar señales de actividad alienígena. Nada que nos haga pensar en naves surcando el espacio interestelar de algún imperio galáctico perdido en algún rincón de la galaxia. Ni construcciones como esferas de Dyson. Sin embargo, eso no quiere decir nada. Puede que no seamos capaces de reconocer las señales de vida, o la tecnología de civilizaciones avanzadas. O quizá nuestra tecnología necesite madurar para poder verlo.

La abundancia de lo invisible

Concepto artístico de una ciudad futurista.
Crédito: Scott Richard

Quizá la vida abunda en la galaxia y nosotros no podemos verla. Piensa en alguna de esas tribus de zonas muy boscosas (como Nueva Guinea o el Amazonas) que no han establecido contacto con otros seres humanos. Para ellos, el lugar en el que viven bien podría ser todo su mundo, a pesar de que lo comparten con 7.000 millones de seres humanos. Incluso en nuestro planeta, si te alejas a según qué regiones, podrías pasar mucho tiempo sin llegar a establecer contacto con otros seres humanos.

La Vía Láctea es muy grande y quizá sea algo así lo que sucede. ¿Y si resultase que vivimos en una región “desértica” de la galaxia? Si la mayor parte de la actividad inteligente está en el extremo opuesto, muy lejos de nosotros, será muy complicado que lo podamos detectar. Además, si queremos pensar en esta posibilidad en toda su dimensión, tenemos que recordar un punto importante. No toda la Vía Láctea tiene las condiciones necesarias para ser habitable.

A esos 200.000 millones de estrellas tenemos que quitarle un porcentaje importante. De estrellas que están demasiado cerca del centro de la galaxia (donde hay una cantidad importante de radiación y, por tanto, la vida debería ser difícil), así como de estrellas que están demasiado lejos. Las afueras de la galaxia tampoco es, creemos, una zona demasiado apropiada para la vida. A esto hay que sumarle las distancias en el espacio. Porque, aunque no lo parezca, todo en el cosmos está a distancias enormes.

¿Qué es una civilización?

Miembros de una tribu no contactada en Acre, en Brasil.
Crédito: Gleilson Miranda / Governo do Acre

No conocemos ninguna manera de viajar a velocidades que, ni siquiera, se acerquen a un porcentaje significativo al de la luz. Viajar a Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, nos llevaría decenas de miles de años utilizando el motor más potente del que disponemos. Incluso dentro de nuestro propio Sistema Solar es difícil viajar. Esperamos ir a Marte en las próximas décadas. Pero solo es el segundo planeta más cercano a la Tierra (después de Venus).

No podemos pensar en cosas como explorar Encélado, aunque sea intrigante. Tampoco deberíamos esperar que los extraterrestres vayan a enviarnos mensajes o a viajar a nuestro planeta. No tienen ningún motivo para hacerlo. Recuerda, cuanto más lejos miras en el espacio, más lejos miras en el tiempo. La galaxia mide unos 130.000 años-luz.

Además, ¿qué entendemos como civilización en este contexto? Es evidente que los antiguos egipcios eran una civilización. Tanto como los romanos o como nuestra sociedad actual. Pero, para unos hipotéticos extraterrestres, esas civilizaciones serían primitivas e indetectables. Porque, si no se puede detectar tu presencia desde el espacio, ¿cómo saber que estás ahí? Las construcciones romanas no son detectables desde otras estrellas.

Detectando una civilización en un planeta remoto

La señal Wow!, registrada el 15 de agosto de 1977.
Crédito: Big Ear Radio Observatory and North American AstroPhysical Observatory (NAAPO)

Estudiar nuestra atmósfera y encontrar una gran porcentaje de nitrógeno y de oxígeno podría hacer pensar que el planeta reúne, seguramente, las condiciones para ser habitable. Pero desde una perspectiva galáctica, por llamarla de alguna manera, no se podría hablar de civilización hasta que se desarrolla la tecnología que puede dar pistas de nuestra presencia. La existencia de compuestos artificiales (como los clorofluorocarbonos) podrían ser una pista.

Así que cualquier civilización que pueda estar a más de cien años-luz no sabría de nuestra existencia. O, si la intuyese, no podría concluir que tuviésemos la capacidad de recibir un mensaje y descifrarlo. Así que… ¿por qué molestarse en enviárnoslo? Parece una idea absurda. Del mismo modo, si fuésemos una civilización avanzada que tiene la capacidad de mandar naves a otras estrellas lejos del Sistema Solar… ¿escogeríamos como objetivo planetas en los que no podemos concluir que haya vida inteligente?

¿Quizá incluso poniendo en riesgo a los tripulantes? Y estamos hablando de tan solo 80 años-luz de distancia. Que, en términos astronómicos, es literalmente al lado de la esquina. Es como decir que, dentro de la ciudad en la que vivimos, ni siquiera podrían haberse dado cuenta de que ya nos hemos instalado en el barrio. Quizá no tenga sentido preguntarse cómo cambiará nuestra sociedad cuando establezcamos contacto con extraterrestres.

Un desarrollo normal

Quizá haya vida extraterrestre con una forma como la de esta recreación artística…
Crédito: Desconocido

Además, no podemos olvidar que, del mismo modo que debería haber civilizaciones más avanzadas que la nuestra, también las habría más retrasadas. Evidentemente, no podemos esperar detectar la presencia de una civilización menos avanzada que la nuestra. Como mucho, podríamos sospechar que un planeta en particular podría tener algún tipo de vida “sencilla”. Mamíferos o criaturas similares, sin tecnología alguna.

En el caso de civilizaciones más avanzadas, incluso podemos preguntarnos si realmente podríamos detectar sus señales. Imaginemos que vivimos en una galaxia hostil. Esto es, entre las civilizaciones que hay en la galaxia, algunas son abiertamente hostiles y buscan el conflicto. Si miramos a nuestra propia sociedad, no es una idea ni mucho menos descabellada. En ese caso, cabe suponer que esas civilizaciones tan avanzadas harían lo posible por pasar desapercibidas y dificultar al máximo que su actividad sea detectada.

¿Avanzar implica ser pacífico? Es difícil saberlo. Personalmente, quiero creer que sí, pero quizá simplemente sea un optimista. Quiero pensar que si dejamos atrás la escalada nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue porque, colectivamente, comprendimos que era absurdo seguir por ese camino. ¿De qué sirve tener un armamento que tiene la capacidad de destruir a toda la civilización, simplemente, para asustar a tu enemigo?

Evitando la autodestrucción

Maqueta de la bomba nuclear ‘Fat man’.
Crédito: U.S. Department of Defense

Me atrevería a decir que quizá incluso sobrevivimos a nuestra propia extinción al superar ese evento. ¿Qué habría pasado en caso de guerra nuclear? La posibilidad de que toda la especie humana acabase extinguida se antoja poco probable. Si algo nos ha enseñado la Tierra, y la naturaleza, es que la vida es mucho más resistente de lo que creemos. Pero sin duda, la civilización que tenemos habría desaparecido por completo.

Probablemente, tardaríamos décadas en regresar a un nivel similar al que tuviésemos antes de aquel momento. ¿Y si todas las civilizaciones, en algún punto de su historia, tienen que hacer frente a una situación similar? Quizá ese sea el Gran Filtro. La Ecuación de Drake es la herramienta más utilizada para intentar comprender cuántas civilizaciones podría haber en la Vía Láctea. Sin embargo, es solo un ejercicio de reflexión. Hay muchas cosas que no conocemos, como cuánto vive una civilización.

A eso hay que sumarle cómo comunicarse con otras civilizaciones. Hoy en día creemos que las matemáticas y nuestro conocimiento del universo podría ser un lenguaje universal. Cosas como el tiempo que tarda el electrón de un átomo de hidrógeno en cambiar de estado. Parece un plan infalible. Una civilización que tenga la capacidad de viajar a otras estrellas debería, sin duda alguna, tener el conocimiento de conceptos como estos.

¿Podemos reconocer un mensaje extraterrestre?

Carl Sagan.
Crédito: Cornell University Library

Pero… ¿cómo sabemos que esos hipotéticos extraterrestres identificarían nuestro mensaje como eso? Del mismo modo, podríamos hacernos la misma pregunta. ¿Cómo podemos saber que hemos recibido un mensaje alienígena y que no lo estamos confundiendo con algún tipo de fenómeno natural? La respuesta es que no podemos. Todo esto nos lleva a una idea que resulta extraña. Podría haber millones de civilizaciones en la galaxia y, sin embargo, quizá todas ellas estén solas, como nosotros.

Incapaces de comunicarse entre sí por estar a demasiada distancia. Es posible que, incluso aún viajando a velocidades cercanas a la de la luz, puedan estar demasiado lejos. O quizá sea difícil identificar a otras civilizaciones inteligentes porque los seres vivos somos muy diferentes entre nosotros. También es posible que, simplemente, exista algún tipo de protocolo interestelar, como decía Carl Sagan, para no ser detectados.

Es decir, una civilización tecnológicamente avanzada podría mitigar las señales de su presencia. Podría ser casi invisible (excepto para otras sociedades tan avanzadas como la suya, ¿quizá?). Puede que exista un protocolo para no interferir con las civilizaciones en desarrollo. Lo cual me lleva a preguntarme… suponiendo que el planteamiento fuese real, ¿sería un protocolo de no interferencia bajo cualquier circunstancia?

El comportamiento de una civilización extraterrestre

Un asteroide pasando cerca de la Tierra.
Crédito: HelloScience.us

Imaginemos que hay una civilización muy avanzada. ¿Dejarían que un asteroide extinga a una menos desarrollada? ¿o es una excepción? Quizá consideren que es justo dejar que se extingan por no haber logrado desarrollarse lo suficiente. O quizá consideren que es necesario salvarlos incluso si eso supone que entren en contacto con tecnología y avances científicos para los que todavía no estén preparados.

Pero, si las civilizaciones fuesen abundantes y el contacto entre ellas común, cabe esperar que hubiese algún tipo de comercio en pequeñas distancias. A lo mejor entre sistemas estelares vecinos, quizá a menos de 10 años-luz, suponiendo que no se pueda viajar más rápido que la luz. O mejor dicho, que no se pueda viajar usando cosas como un agujero de gusano. Nuestra comprensión de la física nos dice que es imposible viajar más rápido que la luz, porque eso requiere una energía infinita. Así que hay que explorar alternativas:

Nuestro conocimiento también nos dice que los agujeros de gusano, aunque teóricamente posibles, no deben ser muy sencillos de crear en la naturaleza. Por no decir que quizá sea, directamente, imposible. Todo esto nos lleva a pintar un panorama que resulta mucho menos romántico. Si la única posibilidad de viajar por el espacio es hacerlo intentando acercarnos a la velocidad de la luz, es posible que ni siquiera se haya producido un contacto entre civilizaciones.

Viajando a velocidades por debajo de la luz

Concepto artístico de una posible planta de terraformación en Marte.
Crédito: National Geographic Channel

Por necesidad, habrá un porcentaje de velocidad (cercano al de la luz que será más eficiente que el resto). Cuanto más nos acercamos al 99,99999…% (podemos poner tantos 9 como queramos) de la luz, hace falta una cantidad de energía mucho más grande que para un peldaño menos. Desde el punto de vista de eficiencia, quizá la cifra ideal sea mucho más baja: algo como un 50% por ejemplo. Es solo una elucubración por mi parte.

En ese caso, viajar a Próxima Centauri nos llevaría 8 años desde el Sistema Solar. ¿Sería viable mantener una relación comercial cuando el tiempo necesario para recibir algo es tan elevado? Quizá haya civilizaciones en contacto por mensajes, compartiendo información. O a lo mejor eso de enviarse mensajes a la velocidad de la luz es un método anticuado para ellos. Quizá transmiten información a través de alguna propiedad de las partículas. Es decir, recurriendo a un nivel de física cuántica más avanzado de lo que nosotros creemos posible.

Sí quiero pensar, de todos modos, que puede haber sistemas planetarios que han sido colonizados por una civilización. Porque pienso que ese es el primer objetivo de cualquier civilización que quiera ser interestelar. ¿Quizá usando terraformación? Por lo que hemos visto hasta ahora, no parece que un sistema planetario vaya a tener múltiples mundos potencialmente habitables. Seguro que los hay, pero ¿cuántos tendrán civilizaciones?

Hay que ir paso a paso

Recreación de un atardecer en el exoplaneta Gliese 667Cc.
Crédito: ESO/L. Calçada

¿Te parece que todo esto es descabellado? Piensa ahora mismo en tu país. ¿Serías capaz de decir qué es lo que está sucediendo ahora mismo en otra ciudad que esté a unos pocos cientos de kilómetros de ti? Quizá te puedas hacer alguna idea general, pero probablemente poco más. ¿Y si escogemos un destino mucho más lejano? ¿Sabrías decir qué sucede ahora en alguna ciudad del interior de China? ¿o de Japón?

En cierto modo, esa soledad en medio de un lugar increíblemente poblado no es imposible. Aunque es verdad que tenemos medios de comunicación. Pensar en contactar con extraterrestres es una idea muy romántica. Pero quizá tengamos que ser más pragmáticos. Lo primero es la supervivencia de nuestra especie. Debería estar claro, a estas alturas, que nadie vendrá a ayudarnos. Estamos solos en esta misión. Dependemos de nosotros.

El primer paso es claro: necesitamos salir de la Tierra y expandir nuestra presencia a otros lugares del Sistema Solar. Tenemos que eliminar la posibilidad de que la colisión con algún asteroide o cometa (en los próximos siglos) acabe con nuestra especie. Después, podremos soñar. En ese tiempo, quizá establezcamos contacto remoto con alguna civilización, o descubramos su existencia. En un futuro lejano, quizá incluso los veamos en persona, y podamos contarles la historia de supervivencia de la especie humana en esta pequeña canica azul…

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