Farout es el nombre de un objeto descubierto por un grupo de astrónomos. Está a 120 veces la distancia entre el Sol y la Tierra. Es el objeto más distante que se ha descubierto, hasta la fecha, dentro del Sistema Solar. Aunque todavía no sabemos muchos detalles…

Farout, una consecuencia del Planeta Nueve

Farout, el objeto más lejano descubierto en el Sistema Solar

Concepto artístico de Farout.
Crédito: Roberto Molar Candanosa/Carnegie Institution for Science.

Hay que decir que Farout es, simplemente, el nombre que le han puesto los investigadores. Su nombre oficial es 2018 VG18. En cualquier caso, es el objeto más distante que se ha observado hasta la fecha en el Sistema Solar. Está a 120 UAs (unidades astronómicas). Es decir, 120 veces la distancia que separa la Tierra del Sol. El descubrimiento de Farout ha sido posible gracias a la búsqueda del Planeta Nueve. Un posible planeta masivo en la región exterior del Sistema solar.

Su presencia afectaría a la órbita de objetos lejanos, como Farout. Sin embargo, es pronto para saber si este nuevo objeto tiene alguna relación con el posible Planeta Nueve (que no hay que olvidar que solo sigue siendo una hipótesis, su presencia no se ha confirmado todavía). Los investigadores todavía no han logrado determinar cuál es la órbita de Farout. Cuando lo logren, es posible que encuentren señales de la influencia del Planeta Nueve.

Curiosamente, el descubrimiento ha sido realizado por los mismos investigadores que, en octubre de 2018, descubrieron otro planeta enano. Se trata de Goblin, del que también hablé en su respectivo artículo. Pero Farout es mucho más lejano y lento que cualquier otro objeto que se haya observado hasta la fecha. Así que, en palabras de los propios investigadores, hará falta años para poder determinar con exactitud su órbita.

Farout, un objeto extremadamente lejano

Concepto artístico de Farout con las distancias, a escala, de diferentes objetos del Sistema Solar.
Crédito: Roberto Molar Candanosa/Scott S. Sheppard/Carnegie Institution for Science

Lo que sí vale la pena destacar es que Farout ha sido descubierto en la misma región del cielo que otros objetos muy lejanos del Sistema Solar. Podría ser una señal de que tiene el mismo tipo de órbita que el resto. Si es así, sería otra pista que apuntaría en la dirección del elusivo Planeta Nueve. Sin embargo, hará falta esperar a que recojan esos datos sobre este nuevo objeto para saber si su hipótesis es la correcta.

El descubrimiento de Farout ha sido posible gracias al Telescopio Gigante de Magallanes, localizado en el observatorio de Las Campanas, en Chile, y el telescopio de 8 metros Subary, localizado en lo alto del monte Mauna Kea, en Hawái. De ellos, Subaru fue el primero en detectar la presencia de Farout, el pasado 10 de noviembre de 2018. A principios de diciembre, el Telescopio Gigante de Magallanes lo observó por segunda vez.

Después, los investigadores utilizaron este último durante una semana para confirmar el movimiento del objeto y comprender sus características básicas. Cosas como el color y su brillo. Las observaciones con el Telescopio Gigante de Magallanes permitieron estimar que se encuentra a 120 UAs. Además, parece que es esférico (o casi) y que tendría, aproximadamente, un diámetro de 500 kilómetros, por lo que sería un planeta enano. Presenta un tono rosáceo, que podría indicar abundancia de material helado.

De momento solo conocemos los detalles básicos

La Sputnik Planitia, de Plutón, observada por la sonda New Horizons.
Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute.

Pero, de momento, la información disponible es muy esencial. Se calcula que su órbita alrededor del Sol dura unos 1 000 años. Es lo único que podemos sumar a su tamaño aproximado y su color. En cualquier caso, este hallazgo demuestra que, poco a poco, los astrónomos pueden observar objetos cada vez más lejanos en el Sistema Solar. Con el paso del tiempo, vamos descubriendo nuevos habitantes en las regiones más alejadas de nuestro rincón de la galaxia.

Con mejores telescopios, y nuevos métodos de búsqueda, podrían encontrarse muchos más objetos en el futuro. Eso es algo muy importante. Porque en este caso, el principal método para descubrir nuevos planetas enanos más allá del Cinturón de Kuiper tiene que ser la observación desde la Tierra. No podemos esperar explorar la región con sondas. Al menos no a corto plazo, porque el tiempo de viaje es extremadamente largo.

Valga un ejemplo. La sonda New Horizons, que visitó Plutón en 2015, necesitó 9 años de viaje para llegar allí. Pero Plutón está mucho más cerca. Se encuentra a 34 UAs del Sol. ES decir, aproximadamente 3,5 veces más cerca que Farout. Si quisiésemos mandar una misión a este nuevo planeta enano, solo la duración del viaje sería de 31 años. Por lo que planificar una misión así sería muy complicado.

Otra pista para el Planeta Nueve

Concepto artístico del Planeta Nueve.
Crédito: Caltech/R. Hurt (IPAC)

Quizá lo más interesante del descubrimiento de Farout es lo que podría ayudarnos a descubrir. Los mismos investigadores que han descubierto Farout y Goblin también descubrieron otro planeta enano, Biden. Sus investigaciones indican que más allá de la órbita de Plutón podría haber un planeta masivo. Quizá hasta 10 veces más masivo que la Tierra. En 2016, Mike Brown y Konstantin Batygin publicaron un estudio presentando evidencias sobre su existencia.

Pero, desde entonces, no se han producido grandes avances. Es cierto que se han descubierto otros planetas enanos que presentan órbitas muy similares a los de algunos mundos lejanos que ya conocíamos. Algo que apunta a que el planeta realmente debería estar ahí. Pero del Planeta Nueve, en sí mismo, por ahora no hay evidencias. Ni siquiera una posible pista. Quizá estemos más cerca de lograrlo, pero es posible que pase mucho tiempo hasta que suceda.

Es más, sigue cabiendo la posibilidad de que, en realidad, se termine descartando la idea de que el Planeta Nueve existe. Si está ahí, podría ser algo así como un mini-Neptuno, un planeta similar al gigante helado, pero más pequeño. Por otro lado, también podría ser una supertierra. Un planeta rocoso pero mucho más grande que el nuestro. Sea como fuere, la búsqueda continúa, pero la consecuencia es que poco a poco conocemos mejor los confines del Sistema Solar…

Referencias: Universe Today