Un nuevo estudio plantea que Europa podría tener señales de vida cerca de su superficie. Si están en lo cierto, descubrir sí hay algún tipo de vida en este satélite de Júpiter podría ser mucho más sencillo de lo que parecía…

Europa podría tener señales de vida en algunas regiones

Europa podría tener señales de vida cerca de su superficie

Concepto artístico del océano líquido de Europa, con Júpiter e Ío en la imagen.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

Es posible que en Europa haya señales de vida a solo unos centímetros de profundidad bajo la superficie. En un nuevo estudio, un grupo de investigadores sugiere varias posibilidades. Cerca de los polos, los aminoácidos podrían sobrevivir durante 10 millones de años. Estarían a solo de 1 a 3 centímetros de profundidad. En el ecuador, sin embargo, habría que profundizar más y descender varias decenas de centímetros.

Esto es interesante porque hay que recordar que se cree que Europa tiene un océano de agua líquida en su interior. Es posible que tenga las condiciones necesarias para albergar vida. Pero ese océano está a kilómetros de profundidad. No podemos pensar en perforar y analizarlo directamente. Al menos no a corto plazo, porque nuestra tecnología todavía no ha llegado a ese nivel de desarrollo.

Pero, se cree el material del océano podría ser transportado hasta la superficie. Eso abre una posibilidad muy interesante. Examinar la superficie en busca de muestras es mucho más sencillo. Salvo por un pequeño inconveniente. El satélite recibe una enorme cantidad de radiación de Júpiter. Así que Europa podría tener señales de vida… pero no en su superficie. Todo el material biológico que termine en su superficie seguramente es destruido.

Una radiación muy intensa

Concepto artístico de Europa Clipper.
Crédito: NASA/JPL

Sin embargo, los investigadores concluyen que a solo unos centímetros de profundidad el panorama es mucho más alentador. Es la conclusión a la que han llegado gracias a un modelo y los datos de las sondas Galileo y Voyager 1. Con todo eso en la mano, han podido observar cuál es el patrón global de Europa. Han determinado cómo golpean los electrones la superficie de este pequeño mundo helado.

Así, han visto que algunas regiones de Europa pueden llegar a alcanzar un nivel de 74 millones de grays de radiación de Júpiter. Para ponerlo en perspectiva, la bacteria más resistente a la radiación, en la Tierra, es el Deinococcus radiodurans. Puede resistir a una dosis de hasta 5 000 grays, muy lejos de esos 74 millones. Así que podemos descartar la posibilidad de encontrar vida en la superficie.

Las señales de esa vida, sin embargo, sí que podrían sobrevivir. Es posible que se puedan encontrar restos bioquímicos, de organismos anteriores, mezclados en el hielo de la superficie. Cosas como, por ejemplo, aminoácidos. Algo que hace que la misión Europa Lander, propuesta por la NASA, tenga una oportunidad muy interesante. Solo tendría que rascar ligeramente la superficie para poder encontrar señales biológicas.

En busca de la mejor región

Recreación artística de penachos de agua en Europa.
Crédito: NASA

Ya hemos dicho que Europa podría tener señales de vida. También, que no todas las regiones son igual de apropiadas. El nivel de radiación es inferior en los polos que en el ecuador. Así que es razonable pensar que allí será más fácil encontrar material biológico. Buscar organismos vivos será mucho más complicado. No parece que los investigadores lo consideren una posibilidad que valga la pena perseguir, al menos por ahora.

En cualquier caso, si una nave se posase en una región con material reciente, depositado en los últimos 1 000 años, podrían incluso encontrarse restos biológicos en un estado casi puro. Es decir, que apenas hayan sido dañados por la radiación de Júpiter. Aunque hay que tener en cuenta un aspecto muy importante. Esto es solo un estudio apoyado en un modelo. No hay mediciones directas que confirmen si está en lo correcto.

A decir verdad, ni siquiera está completamente claro que el océano de Europa pueda tener vida. Aunque no es menos cierto que, poco a poco, parece reunir cada vez más requisitos para ello. Finalmente, también tenemos que tener en cuenta los impactos de meteoritos. Porque pueden dificultar las detecciones en ciertas de la superficie. Considerando todo esto, parece evidente que no estaríamos ante una tarea sencilla.

Un objetivo relativamente cercano

Europa, visto por la sonda Voyager 1.
Crédito: NASA

En cualquier caso, el estudio nos plantea un escenario muy interesante. Europa podría tener señales de vida… Es decir, podemos encontrarlas en nuestro jardín (cósmicamente hablando). Está bastante cerca de la Tierra. Con nuestra tecnología actual ya es posible realizar la búsqueda que plantean los investigadores. Las evidencias apuntan cada vez más a su favor desde hace años. Porque no podemos olvidarnos de sus columnas de agua.

Como quizá sepas, cada cierto tiempo, parte del agua del océano de Europa es expulsada al espacio desde los polos. Es algo similar a lo que sucede en Encélado, el satélite de Saturno. Los dos son lugares tremendamente atractivos para intentar encontrar señales de vida en otros lugares del Sistema Solar. También se ha propuesto que, en el caso de Europa, se vuele a través de una de esas columnas para analizar su composición.

En el horizonte hay varias posibilidades. Europa parece que será un lugar de atención en los próximos años. Ya tenemos una misión planeada para la que no habrá que esperar mucho. Y, sin que todavía haya despegado, se está pensando ya en los próximos pasos. A principios de la década de 2020, la misión Europa Clipper se acercará al satélite y lo analizará con todo el detalle posible, y uno será la única misión…

Las misiones a Europa

Concepto artístico de un aterrizador de la NASA en Europa.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

Por un lado, tendremos Europa Clipper, que realizará hasta 45 sobrevuelos del satélite. Con ellos, intentará crear un mapa de su superficie lo más detallado posible. En 2022, también tendremos otra misión de camino. Será la Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE, por sus siglas) de la Agencia Espacial Europea. Su objetivo también estará en Europa. Y no es lo único, porque también hay planes para un aterrizador.

Una nave que, directamente, se pose en la superficie de Europa. Esta es, además, la mejor opción para buscar señales de vida en este pequeño satélite de Júpiter. Hay diferentes posibilidades sobre la mesa. Una de ellas, que la NASA está contemplando, es incluirlo como parte de la misión Europa Clipper. Sin embargo, no hay nada concreto todavía y es posible que, finalmente, no se termine llevando a cabo.

En cualquier caso, está claro que Europa es un objetivo muy interesante para la búsqueda de vida. A solo unos centímetros de su superficie, Europa podría tener señales de vida. En un entorno, además, muy diferente de Marte, que también es uno de los objetivos de estudio actuales. Son dos entornos muy diferentes, pero representan, junto a Encélado, las mejores opciones que tenemos para encontrar vida en otros lugares del Sistema Solar…

El estudio es T. A. Nordheim, K. P. Hand y C. Paranicas; » Preservation of potential biosignatures in the shallow subsurface of Europa». Publicado en la revista Nature Astronomy el 23 de julio de 2018. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: IFLScience