Han pasado casi dos años desde que descubriésemos la Estrella de Tabby (KIC 8462852). Saltó a la fama por sus intensas pérdidas de brillo, que parecen seguir un patrón irregular. Ahora, un nuevo estudio plantea una solución diferente…

El misterio de KIC 8462852, la estrella de Tabby

La estrella de Tabby podría tener un gigante gaseoso a su alrededor.

Concepto artístico de un sistema gigante de anillos alrededor de un exoplaneta.
Crédito: Ron Miller

Desde que descubriésemos la estrella de Tabby, nos hemos encontrado con todo tipo de sugerencias para explicar su oscurecimiento. Desde las hipótesis más mundanas como nubes de asteroides, planetas anormalmente grandes o incluso un disco de material… hasta la existencia de una megaestructura alienígena. No es que los investigadores hubiesen perdido la cabeza, si no que, realmente, sugerían que la explicación podía ser más fantástica de lo imaginado.

La última hipótesis proviene de Sudamérica, de un grupo de investigadores de la Universidad de Antioquia, en Colombia. En ella, los científicos proponen que los descensos de brillo podrían ser el producto de un planeta similar a Saturno. Es decir, estaríamos viendo el tránsito de un gigante gaseoso con anillos. Teniendo en cuenta lo que se ha sugerido hasta el momento, no parece ni mucho menos una idea descabellada.

Como quizá sepas, el método de tránsito consiste en analizar la caída de brillo de una estrella cuando un planeta pasa por delante. Es uno de los métodos más populares de búsqueda de mundos más allá del Sistema Solar. Lo extraordinario de la estrella de Tabby, sin embargo, es que esas reducciones de brillo son mucho más pronunciadas de lo que solemos observar. Cómo podría oscurecer una estrella un plantea gaseoso con anillos es algo complicado, porque lo haría de manera irregular.

Un gigante gaseoso con anillos

Concepto artístico de una exoluna similar a la Tierra alrededor de un planeta gaseoso.
Crédito: Andy McLatchie

La idea, sin embargo, no podría ser más sencilla de explicar. Lo que pasaría en la estrella de Tabby es esto: los anillos son la primera cosa en oscurecerla, pero solo hasta cierto punto. Cuando la mayor parte del planeta pasa por delante, se produce esa reducción más pronunciada, seguida por otro oscurecimiento más pequeño con el paso de los anillos al otro lado. En cada paso los anillos estarían en ángulos diferentes, los oscurecimientos más pequeños serían diferentes en cada ocasión, así que habría que comparar varios tránsitos.

Hace algún tiempo, investigadores de esta misma universidad ya desarrollaron un método para detectar anillos alrededor de exoplanetas. O, como los llamaríamos (una vez detectados), exoanillos. En este método, demuestran que un aumento de la profundidad de la señal de tránsito (es decir, más oscurecimiento), podría ser explicada por la presencia de anillos alrededor del planeta que pasase por delante de la estrella.

Para poner a prueba esta teoría, y comprobar si podría estar sucediendo en la estrella de Tabby, los investigadores contaron con uno de los científicos que participó en él. De hecho, es coautor del estudio. El equipo simuló la curva de luz que produciría un planeta con anillos que estuviese a 0,1 unidades astronómicas de la estrella. Es decir, 10 veces más cerca que la distancia que separa la Tierra del Sol. Lo que vieron es que una estructura de anillos, inclinada, podría explicar los oscurecimientos detectados en el pasado.

Podría encajar en lo observado…

Concepto artístico de un planeta con un sistema de anillos muy extenso.
Crédito: Ron Miller

Una estructura de anillos que estuviese inclinada cambiaría de aspecto y orientación a corto plazo, en cada paso del planeta. Esos cambios serían producto de la interacción gravitacional de la estrella. Sólo serían aparentes debido a las fuertes variaciones de la caída del brillo de la estrella, y al tiempo entre cada tránsito. Esta irregularidad podría provocar que se pensase que se trata de anomalías en los datos o, peor aún, provocar que no se calculen correctamente las propiedades del planeta (su tamaño, período orbital, etcétera).

No es la primera vez que se sugiere la existencia de una estructura de anillos. El equipo de investigadores también reconoce que hay otras posibles explicaciones. Por ejemplo, podría tratarse de una exoluna que estuviese en proceso de destrucción alrededor de un planeta grande. El producto sería un disco de restos alrededor de ese planeta. Pero los investigadores creen que este estudio tiene una buena base.

A fin de cuentas, con él intentan demostrar que hay mecanismos naturales que podrían alterar las curvas de luz provocadas por el paso de un planeta. Estos cambios pueden generarse por cosas como la presencia de anillos y exolunas. Además, podrían suceder en una escala de tiempo tan breve, que las diferencias entre tránsitos se podrían detectar en lapsos de tiempo muy cortos. De hecho, abre todo un campo de posibilidades…

¿y si ya hubiésemos detectado exoanillos?

Concepto artístico de una esfera de Dyson.
Crédito: Adam Burn

Porque, este estudio, al final, lo que nos indica es que las estructuras de anillos, si oscilan (es decir, si están inclinadas desde nuestra perspectiva), pueden explicar las extrañas curvas de luz que hemos visto en la estrella de Tabby. Y si es así, cabe suponer que en otros casos, donde quizá se descartaron simplemente como anomalías en los datos, se hubiesen producido, en realidad, detecciones de anillos alrededor de planetas.

En futuras búsquedas de planetas, es posible que encontremos muchos mundos de este estilo. Si los investigadores de la Universidad de Antioquia están en lo cierto, tenemos buenas y malas noticias. Por un lado, podríamos tener la explicación definitiva a qué está sucediendo en la estrella de Tabby. Por otro, terminaría de descartar esa tentadora idea de que podría haber una estructura alienígena alrededor de la estrella.

Pero seamos sinceros, por muy intrigante que pueda parecer, la hipótesis alienígena nunca ha gozado de mucha popularidad. No quiero decir que sea imposible detectar una megaestructura alienígena. No lo es. Pero descubrir, de una tacada, que hay vida en otros planetas, que esa vida es inteligente y, además, mucho más avanzada que la nuestra, se me antoja el equivalente a ganar el premio gordo en la búsqueda de vida extraterrestre… ¿Posible? Sí. ¿Probable? No…

El estudio es M. Sucerquia, J.A. Alvarado-Montes, V. Ramírez y J. I. Zuluaga; «Anomalous lightcurves of young tilted exorings». Publicado en arXiv el 16 de agosto de 2017, puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Universe Today, arXiv