Elon Musk ha reivindicado que quiere bombardear Marte, con cabezas nucleares, para hacer que el planeta rojo sea habitable. Aunque sus extravagancias ya son conocidas por todos, la pregunta es inevitable. ¿Es realmente posible hacerlo?

Hace tiempo que Elon Musk quiere bombardear Marte

En realidad, no es la primera vez que Elon Musk menciona que quiere bombardear Marte. En el pasado ya mencionó que detonar bombas nucleares en la superficie del planeta rojo podría hacer que se liberase suficiente dióxido de carbono para que se volviese habitable. Sobre el papel, la idea es una locura en muchos aspectos. La cantidad de lanzamientos necesarios no es nada desdeñable. Tampoco la cantidad de dinero necesaria para llevar a cabo esos lanzamientos. Y, por supuesto, queda la parte científica.

Elon Musk quiere bombardear Marte con cabezas nucleares, pero... ¿tiene sentido?
Animación que muestra la creación de una colonia en Marte. Crédito: SpaceX

Porque, desde que lo plantease por primera vez en 2015, no han sido pocos los científicos que han pensado seriamente en la posibilidad. El año pasado, sin ir más lejos, un grupo de astrónomos determinó que la propuesta de Elon Musk era imposible. No hay suficiente dióxido de carbono en el planeta rojo como para poder provocar un efecto invernadero capaz de transformar el planeta rojo. No solo eso, es que tan solo supondría en torno al 1,5% del dióxido de carbono necesario para llevar a cabo esta iniciativa. Haría falta mucho más.

Pero el propio Musk llevó la contraria a los investigadores al ver los resultados. Según él, si se incluye el dióxido de carbono presente en toda la superficie marciana, debería ser suficiente. Algo en lo que los investigadores tampoco están de acuerdo. Calculan que, en el mejor de los casos, la cantidad de dióxido de carbono sería apenas el 10% de la necesaria para llevar a cabo la terraformación de Marte. Dicho de otro modo, es una misión imposible. Al menos con la tecnología que tenemos en la actualidad. No hay nada que hacer.

Una misión para generaciones futuras

La mayor parte del dióxido de carbono que tenía Marte, en la antigüedad, se perdió al espacio. El que queda es difícil de liberar. Gran parte está atrapado en los polos, y el resto en otras regiones del planeta rojo. Por lo que, se mire por donde se mire, sería necesario añadir un factor externo para intentar desencadenar ese proceso de terraformación con el que sueña Elon Musk. Se podrían añadir otros gases, pero el inconveniente es que habría que fabricarlos en la Tierra y llevarlos hasta su destino. Es algo que no podemos hacer en la actualidad.

Concepto artístico de una posible planta de terraformación en Marte. Crédito: National Geographic Channel

No tenemos la tecnología necesaria para ello. Incluso si intentásemos llevar más dióxido de carbono, desde el punto de vista tecnológico surgen muchas dudas sobre cómo se podría lograr. No solo por la dificultad de un único viaje, sino porque serían necesarios un buen puñado. Nuestra industria aeroespacial privada está avanzando a grandes pasos, pero todavía está muy lejos de poder pensar en realizar lanzamientos, de forma regular, a Marte. Así que el sueño de Elon Musk deberá esperar al futuro. Tardará mucho tiempo en plantearse.

Porque, y en eso sí tiene razón Musk, es posible terraformar Marte. No le falta la razón al decir, como afirmaba en 2018, que lo único necesario es liberar suficiente energía como para poder terraformar un planeta rocoso. Pero eso deja dudas por responder. Sabemos que Marte va perdiendo su atmósfera poco a poco. Cabría preguntarse si no sería deseable, en primer lugar, entender cómo mitigar ese efecto. Después, se podría pensar en los pasos a seguir. El proceso de hacer Marte habitable para los seres humanos no será rápido. Además, en cualquier caso, tampoco supondría una colonia inmediata para para nuestra civilización.

No tenemos la capacidad de colonizar otros mundos

A día de hoy, para bien o para mal, no tenemos la capacidad de colonizar otros mundos. Hacer Marte habitable no supondría una ventaja para la mayoría de la población. Ni siquiera para una minoría significativa. Así que, incluso si la idea de Elon Musk fuese viable (que no lo es), el resultado final tendría poco impacto en nuestra sociedad. En algún momento, nuestra civilización tendrá que expandirse a otros lugares del Sistema Solar. Es un paso necesario para asegurar nuestra supervivencia. Pero todavía estamos muy lejos de ese punto.

La NASA espera enviar humanos a Marte en la década de 2030. Crédito: NASA

No será algo que vivamos nosotros ni nuestros descendientes más inmediatos. Por ahora, el gran objetivo, en cuanto a Marte, es la llegada del primer ser humano. Algo que sucederá, si todo sale según lo previsto, en la década de 2030. La Luna también será un centro de actividad próximamente. Estados Unidos quiere regresar allí en 2024. Otras naciones, como China o Rusia, han expresado su interés por establecer una base lunar. Sería un fantástico campo de pruebas antes de emprender el complicado viaje hasta el planeta rojo.

Así que, muy a pesar de Elon Musk, que es obvio que quiere ver Marte como un lugar acogedor para el ser humano, la respuesta no está en bombardear el planeta. Pero, por otro lado, tampoco hay muchas dudas de que nuestra primera colonia, bajo una atmósfera protectora, por lo menos, probablemente estará allí. La primera colonia, solo por una cuestión de cercanía, seguramente estará en nuestro propio satélite. Pero todo esto es parte de un futuro que no está, ni mucho menos, cerca. Es un camino que hay que recorrer poco a poco…

Referencias: IFLScience