La NASA ha anunciado, este pasado fin de semana, que el regreso de la cápsula Boeing Starliner se retrasa de nuevo. Supone un nuevo episodio en una misión que está empezando a resultar una odisea para la compañía. El regreso ya no se producirá antes del mes de julio debido a la combinación de diferentes factores…
El regreso de Boeing Starliner se retrasa por problemas ya conocidos
La misión de la cápsula Boeing Starliner está siendo de lo más ajetreada. La cápsula, que está en una misión de prueba para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional, continúa acoplada al laboratorio orbital. Inicialmente se esperaba que la estancia fuese de tan solo una semana. Tiempo necesario para poder comprobar el Estado y rendimiento de la cápsula antes de que su tripulación volviese a nuestro planeta. Sin embargo, la misión ahora está camino ya de cumplir un mes. Si bien es cierto que en ningún momento se aseguró que fuese a ser de solo una semana.
Las buenas noticias son que la situación en la Estación Espacial Internacional es muy tranquila en estas fechas. No se espera que haya mucho movimiento hasta mediados de agosto, por lo que la NASA y sus socios tienen tiempo para planificar los próximos pasos de Boeing Starliner. La última fecha que se había proporcionado era la del 26 de junio. Ahora se ha informado de que se retrasa sin fecha y que no tendrá lugar antes de julio. Este tiempo se utilizará para seguir estudiando la cápsula.
Hay que recordar que, en su viaje de ida a la Estación Espacial Internacional, Boeing Starliner, experimentó diferentes problemas en algunos de sus propulsores. Todo se debe a una pequeña fuga de helio que se detectó antes del lanzamiento. Los ingenieros de Boeing entendieron que no era un impedimento para realizar la misión. Sin embargo, durante el vuelo aparecieron nuevas fugas. Esto afectó a la práctica totalidad de los propulsores de la cápsula, dificultando las maniobras de aproximación a la Estación Espacial Internacional y retrasando el acoplamiento en más de una hora.
Los vuelos de prueba son muy complicados
No podemos olvidar que Boeing Starliner está en una misión de prueba. El objetivo es demostrar que la cápsula está preparada para realizar misiones tripuladas hacia la Estación Espacial Internacional. Los integrantes de la tripulación son los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams. Ambos son antiguos pilotos de prueba de la Armada estadounidense. Durante este nuevo retraso se espera realizar un análisis de los fallos en los propulsores y las fugas de helio que se detectaron durante el vuelo. No hay motivos para creer que esto ponga la misión en peligro, según han explicado los ingenieros.
En estos momentos, sin embargo, la misión se ha extendido hasta una fecha que todavía está por precisar. La nave despegó desde Florida a bordo de un cohete Atlas V, de la compañía United Launch Alliance. Algo que supuso todo un triunfo para Boeing después de años de retrasos y problemas de seguridad. Así como dos intentos frustrados de lanzamiento en los que los astronautas ya estaban preparados para el despegue. De este último retraso solo se ha dicho que se están ajustando los plazos, con relación a la actividad propia de la estación.
Así, explicaban que esto resolvió un conflicto entre la actividad de Starliner y la estación. Ya que su desacoplamiento y retorno a la Tierra afectaría a los paseos espaciales programados ya planeados. Además, la ventaja de esta decisión es proporcionar más tiempo a los equipos para revisar los datos relativos al sistema de propulsión. Steve Stich, mánager del Programa de Tripulación Comercial de NASA, explicaba que se están siguiendo los procedimientos estándar. Naturalmente, se busca evitar cualquier tipo de sobresalto.
La cápsula Boeing Starliner no está en peligro
A pesar de todo esto, hay que destacar que no hay peligro para la cápsula ni su tripulación. Así Stich, explicaba que están dejando que los datos guíen su toma de decisiones respecto a las fugas en el sistema de helio. Así como el rendimiento observado en el sistema de propulsión de la cápsula durante el acoplamiento. Pero resaltaba que en cualquier caso, el rendimiento de la cápsula es el correcto mientras permanece en órbita acoplada a la Estación Espacial Internacional. La fuga de helio no supone un peligro para la tripulación.
En ningún momento se ha puesto en duda que la cápsula pueda regresar a la Tierra. De hecho, los ingenieros de Boeing calculan que en el sistema de helio todavía quedan unas 70 horas de combustible. Aunque ya retrasado, el vuelo previsto para el 26 de junio, planteaba un tiempo de regreso de siete horas. Por lo que estaría muy lejos de cifras que pudiesen resultar preocupantes en cuanto al funcionamiento de los propulsores. El papel del helio es muy importante porque aunque no es combustible si proporciona la presión necesaria para el sistema de propulsión.
Sin él, la cápsula Boeing Starliner no puede realizar las operaciones necesarias para regresar a la Tierra. Cada vez que el regreso de Boeing Starliner se retrasa, la compañía se lleva un pequeño varapalo más. Actualmente se encuentra bajo crítica por diferentes problemas relacionados con su división de aviación. Así que estas noticias respecto a Starliner seguramente son un jarro de agua fría. En cualquier caso, una vez termine este vuelo de prueba, si todo va bien, la cápsula estará preparada para comenzar su funcionamiento a nivel comercial. A partir de ese momento, se alternará en el lanzamiento de misiones tripuladas a la Estación Espacial Internacional con los de SpaceX…
Referencias: Phys
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