Durante dos semanas, el Sol ha estado completamente libre de manchas solares. No es una situación nueva y, de hecho, indica que vamos camino al mínimo del ciclo solar en el que nos encontramos. Pero… ¿qué quiere decir?

Dos semanas sin manchas solares

El observatorio de Dinámica Solar (SDO, por sus siglas en inglés) de la NASA observa nuestra estrella. Del 7 al 20 de marzo de 2017, el Sol ha estado completamente libre de manchas solares. Lo más significativo es que se trata del período más largo sin manchas desde Abril de 2010. Así que tenemos señales de que estamos entrando en un nuevo mínimo solar. Los astrónomos predicen que tendrá lugar entre 2019 y 2020.

Esta pequeña animación muestra el Sol observado por el SDO.
Crédito: NASA

Nuestra estrella pasa por estos ciclos solares cada 11 años. Están definidos por dos extremos, el máximo y el mínimo solar. Durante un máximo solar podemos llegar a observar más de 200 manchas (o grupos de manchas) en su superficie. Las manchas solares son, simplemente, regiones oscuras, algo más frías, en las que hay una compleja actividad magnética. Así que podemos medir su presencia como un indicador de la actividad solar.

El mínimo solar no es un motivo de preocupación. Es, simplemente, el momento en el que nuestra estrella muestra menos actividad y la cantidad de manchas solares es menor. En ocasiones puede llegar a cero, como ahora, durante períodos de tiempo prolongados. Pero aunque no haya manchas, sigue habiendo otras fuentes de actividad. Por ejemplo, corrientes a alta velocidad de material solar de los agujeros coronales. Estos últimos son los responsables de las auroras y de otros efectos climáticos espaciales.

Ciclo solar 24

Imagen del Sol en la que se pueden apreciar diversas manchas solares.
Crédito: NASA

En la actualidad nos encontramos en el ciclo solar 24. El primero fue registrado por un astrónomo suizo, Johann Rudolf Wolf, en el año 1755. Desde entonces, lo hemos venido observando de forma ininterrumpida. Este ciclo está resultado interesante porque todo apunta a que va a ser el más débil en más de cien años. Desde el ciclo solar 14 (en 1906), no teníamos un período de tan poca actividad solar.

En cualquier caso, sus efectos en nuestro planeta no son especialmente preocupantes. Lo único que implica es que nos exponemos a recibir una mayor cantidad de impactos de rayos cósmicos, y que las auroras no serán tan espectaculares como de costumbre. Tampoco es descartable que en el futuro nos encontremos con períodos incluso más largos de ausencia de manchas solares. Lo importante es recordar que no es ningún motivo de preocupación. A fin de cuentas, no sería la primera vez que aparece algún rumor absurdo relacionado con la actividad del Sol…

Referencias: NASA