Un nuevo estudio nos plantea un escenario muy interesante. ¿Podríamos detectar la presencia de una civilización industrial anterior a la nuestra? No es que los científicos se hayan vuelto locos. Es que esa pregunta podría ayudarnos a encontrar vida en otros mundos…

El impacto de una civilización industrial anterior a la nuestra

¿Podríamos detectar una civilización industrial anterior a la nuestra?

La actividad humana es uno de los principales factores de la contaminación del aire.
Crédito: cherwell.org

Como especie, suponemos que somos la única que vive en comunidades sedentarias, tenemos herramientas y alteramos el paisaje a nuestro alrededor para cumplir con nuestras necesidades. Parece una conclusión inevitable suponer que, en la historia de la Tierra, los humanos somos únicos. Somos la única especie que ha desarrollado maquinaria, electricidad, comunicaciones en masa… Todas las señales de una civilización industrial.

Pero un estudio se plantea una perspectiva diferente. ¿Y si hubiese existido una civilización industrial hace millones de años? ¿Seríamos capaces de encontrar evidencias de su existencia en el registro geológico? Un grupo de investigadores ha estudiado el impacto que ha tenido en el planeta nuestra civilización. Además, han extrapolado esa pregunta. ¿Cómo podríamos encontrar una civilización así en la búsqueda de vida extraterrestre?

La búsqueda de vida en otros planetas suele depender de buscar mundos similares al nuestro. Después, se intenta comprender bajo qué tipo de condiciones podría existir la vida. En esta búsqueda, además, también se intenta encontrar señales de vida inteligente. Esa vida inteligente podría tener la capacidad de comunicarse con nosotros. Por eso, es lógico supone que una civilización de ese tipo debería haber desarrollado, en primer lugar, una industria.

¿Cómo sería una civilización industrial anterior?

La Tierra vista desde el espacio.
Crédito: NASA

Ese razonamiento lleva a otra pregunta. ¿Con qué frecuencia se desarrolla una civilización industrial? Aquí entramos en terreno pantanoso. Porque, la única civilización industrializada que conocemos es la nuestra. Además, la humanidad solo ha sido civilización industrial durante unos pocos siglos. Es apenas una fracción de nuestra existencia como especie, y aún más pequeña del tiempo durante el que ha existido vida compleja en nuestro planeta.

Con todas estas preguntas sobre la mesa, no resulta sorprendente que los investigadores hayan recurrido a la ecuación de Drake. Como quizá sepas, es una teoría que indica que el número de civilizaciones en la Vía Láctea se puede calcular. Para ello, se tiene en cuenta el ritmo de formación de estrellas, la cantidad de esas estrellas que podrían tener planetas, la cantidad de esos planetas que podrían desarrollar vida…

Así como la cantidad de esos planetas que desarrollarán vida inteligente. Siguiendo con la cantidad de civilizaciones que desarrollarían tecnologías de transmisión y el tiempo durante el que esas civilizaciones enviarían señales al espacio. Muchos de esos parámetros solo se pueden suponer. No sabemos, por ejemplo, cuál es la cantidad de planetas que desarrollan vida a lo largo y ancho de la galaxia.

El papel de la ecuación de Drake

Esta imagen muestra una comparación entre la zona habitable del sistema Kepler-22 y el Sistema Solar.
Crédito: NASA/Ames/JPL-Caltech

En el estudio, explican que estos parámetros podrían cambiar si, además, incluimos la posibilidad de que puedan existir múltiples civilizaciones industriales durante el tiempo en que se desarrolla vida en un planeta. Algo que dificultaría los cálculos de la ecuación porque por ahora, solo se han podido observar y medir los tres primeros factores. La mayor parte de estrellas tienen planetas a su alrededor. Muchos de ellos, por tanto, estarán en la zona habitable de sus estrellas.

A día de hoy, se calcula que en la Vía Láctea podría haber hasta 100.000 millones de planetas potencialmente habitables. Eso no quiere decir que todos hayan desarrollado vida, ni mucho menos. No hay forma de saber cuántos la han desarrollado. Al menos no por ahora. Si encontrásemos evidencias de que hubo otra civilización industrial en la Tierra, la ecuación de Drakae podría ser refinada aún más.

Los investigadores también analizan las consecuencias geológicas de nuestra industrialización. Después, lo comparan con posibles eventos similares que hubiese en el registro geológico. Incluye cosas como la presencia de isótopos de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Todos ellos serían resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero y de fertilizantes de nitrógeno. Y no es la única huella que se puede buscar.

Las posibles señales en el registro geológico

Concepto artístico del meteorito que creó el cráter de Chicxulub, con pterosaurios observando.
Crédito: NASA

También habría que buscar aumentos del ritmo al que se depositan los sedimentos en los ríos y en los entornos costeros. Sería el resultado directo de procesos de agricultura, deforestación y excavado de canales. Así como la aparición de animales domesticados, y la extinción de ciertas especies, también podrían considerarse una consecuencia directa de la industrialización y crecimiento de nuestras ciudades.

Teniendo todo esto en mente, los investigadores se fijaron en varios períodos que resultan interesantes desde esta perspectiva. Son períodos «hipertérmicos», como el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, que tuvo lugar hace unos 56 millones de años. También consideraron otros eventos hipertérmicos menores en otros períodos, como el Jurásico, el Cretácio y durante el Paleozoico.

Resultan interesantes porque coinciden con aumentos de temperatura, de isótopos de carbono y oxígeno, de sedimentos y de reducción del oxígeno oceánico. Eso sí, no se han tenido en cuenta eventos en los que hay una causa muy clara. Por ejemplo, el evento de extinción del Cretácico-Paleógeno, que fue provocado por el impacto de un asteroide y por vulcanismo, o el del Eoceno-Oligoceno (que fue por una glaciación antártica).

Eventos similares al de una civilización industrial anterior

Marte, observado por el telescopio Hubble.
Crédito: STScI/AURA, J. Bell (ASU), and M. Wolff

Según los investigadores, los eventos que han tenido en cuenta muestran ciertas similitudes con la huella que dejaría la presencia de una civilización industrial anterior. Por ejemplo, el máximo término del Paleoceno-Eoceno muestra señales que podrían considerarse similares a las del cambio climático que experimentamos en al actualidad. En aquel momento se produjo un aumento de entre 5 y 7 grados en la temperatura.

Pero para poder responder con certeza a esa pregunta, a si hubo alguna civilización anterior a la nuestra, hacen falta más detalles. Hace falta acotar mejor la pregunta. Según los investigadores, eso se podría hacer con una exploración más profunda de las anomalías en la composición de sedimentos. Es decir, el registro geológico de los eventos de extinción deberían ser examinados a fondo en busca de anomalías que puedan asociarse con una civilización industrial anterior.

Si hubiese alguna anomalía, entonces se podría examinar el registro fósil en busca de posibles especies candidatas. Todo eso llevaría, además, a preguntas sobre cuál fue su destino último. Esto es lo que los investigadores llaman la hipótesis siluriana. Pero son ellos mismos los que dicen que no es algo que haya que considerar viable. Es decir, no están planteando que en la historia de la Tierra haya habido una civilización industrial anterior a la nuestra.

Una dirección de investigación para otros mundos

Marte pudo tener un océano en el hemisferio norte hace unos 4.000 millones de años.
Crédito: ESO/M. Kornmesser/N. Risinger

De hecho, en la mayoría de eventos en los que se produjo un cambio climático pronunciado se ha encontrado una conexión con cambios en la actividad volcánica y tectónica. Además, tenemos el hecho de que los cambios en el clima, en la actualidad, suceden mucho más rápido de lo registrado en el período geológico. Sin embargo, es difícil saberlo con certeza porque hay límites respecto al registro geológico.

Por lo que sería necesario determinar cuánto duraron otros eventos de extinción (aquellos que no estuviesen relacionados con el impacto de cometas o asteroides). Más allá de nuestro planeta, el estudio es interesante porque podría tener implicaciones para la vida en Venus y Marte. Los investigadores sugieren que la exploración de ambos podría desvelar la existencia de civilizaciones pasadas y, quizá, incluso permitir encontrar evidencias de civilizaciones anteriores en la Tierra.

Su razonamiento es que hay amplias pruebas de que en Marte, hace unos 3.800 millones de años, hubo agua en su superficie. Lo mismo se cree de venus, que pudo tenerla incluso durante más tiempo. Por lo que creen que se podría llevar a cabo perforaciones en ambos planetas para poder analizar su registro geológico. Algo que, suponiendo que hubiese habido alguna civilización industrial anterior, ayudaría a entender cuál es la huella de la vida y hasta de las civilizaciones.

¿Qué quiere decir todo esto?

Marte terraformado podría tener un aspecto similar a éste.
Crédito: Daein Ballard/Wikimedia Commons CC BY-SA 3.0.

La Hipótesis Siluriana, como la llaman los investigadores, no tiene, por ahora, mucho más valor que el de una pregunta que se hacen los investigadores. No están planteando, en ningún momento, que haya habido civilizaciones industriales en el pasado de nuestro planeta. Sino que la pregunta es, si las hubiese habido, ¿podríamos detectarlas? La pregunta no es tan descabellada como parece si consideramos que podría ayudar a encontrar vida en otros planetas.

Su planteamiento es que, pensando en la ecuación de Drake, puede que nos equivoquemos al suponer que un planeta solo puede dar lugar a una civilización industrial durante el tiempo en el que puede desarrollarse la vida. Si en lugar de una sola civilización, pudiesen aparecer muchas civilizaciones industriales a lo largo de millones de años, el panorama cambiaría. Porque nos llevaría a concluir que la galaxia debe tener muchas civilizaciones.

Algunas pasadas y otras vivas en el presente. Sin embargo, solo hay que tomarlo como eso. Es una idea interesante como ejercicio de reflexión. No hay ninguna evidencia, al menos por ahora, que apunte a que pudo haber civilización alguna en el pasado. Tampoco tenemos constancia de que haya habido vida inteligente en Venus o Marte. Quizá todo esto cambie en el futuro con nuevos descubrimientos, pero por ahora es lo que sabemos.

El estudio es Gavin A. Schmidt y A. Frank; «The Silurian Hypothesis: Would it be possible to detect an industrial civilization in the geological record?». De momento ha sido enviado solo a arXiv. Desconozco si hay alguna publicación que lo esté revisando.

Referencias: Universe Today