Una enana blanca púlsar. Leído así, parece que algo esté mal en la frase. A fin de cuentas, hasta ahora pensábamos que los púlsares eran un tipo de estrellas de neutrones. Puede que no sea tan sencillo, según un nuevo estudio…

Púlsares y estrellas de neutrones

Imagen compuesta por el espectro de rayos X y visible de la Nebulosa del Cangrejo, en la que se muestra la emisión del Púlsar del Cangrejo.
Crédito: NASA

Las últimas observaciones de una enana blanca han permitido comprobar que su comportamiento es similar al de un púlsar. Mientras gira rápidamente, sacude a su compañera estelar con un potente rayo de radiación. Los púlsares son un tipo de estrellas de neutrones; los objetos más densos del universo, con la excepción de los agujeros negros. Las estrellas de neutrones se forman cuando un astro masivo explota y colapsa sobre sí mismo.

El púlsar es único porque emite un rayo (o varios) de luz a medida que gira. Lo extraño, en este caso en particular, es que el púlsar es una enana blanca. Es decir, son los restos de una antigua estrella de poca masa que ha colapsado sobre sí misma. El Sol, por ejemplo, no explotará en forma de supernova, si no que se convertirá en una enana blanca. Estos remanentes estelares no tienen la densidad de una estrella de neutrones.

AR Scorpii, una enana blanca púlsar

Impresión artística de AR Scorpii, la primera enana blanca púlsar descubierta.
Crédito: Mark Garlick/University of Warwick

Esta enana blanca púlsar, llamada AR Scorpii (y también AR Sco) es la primera de su tipo descubierta en el universo. La información ha sido publicada en un estudio de la universidad de Warwick (en Inglaterra). En él, se confirma que AR Sco emite un haz de radiación que es típico de un púlsar. Esta enana blanca se encuentra a 380 años-luz de la Tierra y tiene un tamaño similar al de nuestro planeta. Es parte de un sistema binario, girando alrededor de su compañera, una enana roja, a 1,4 millones de kilómetros de distancia.

Por estudios anteriores, ya sabíamos que AR Sco golpea a su compañero estelar con un potente haz de radiación. Eso provoca que el sistema binario brille y se oscurezca cada dos minutos. Además, según se comenta en el estudio, el haz de radiación de AR Scorpii provoca que los electrones de la atmósfera de la enana roja aceleren hasta alcanzar una velocidad muy cercana a la de la luz.

Podríamos decir que actúa como una gigantesca dínamo. AR Sco es como un imán, del tamaño de la Tierra, que tarda dos minutos en girar sobre sí misma. Ese movimiento y la intensidad de su campo magnético (10.000 veces superior a lo que se puede producir en un laboratorio, según los investigadores) son suficientes para provocar una gigantesca corriente eléctrica en su compañera, que es la causante de esa variación en el brillo.

Un acelerador de partículas estelar

En esta concepción artística, un pequeño objeto rocoso es destruido mientras orbita alrededor de una enana blanca.
Crédito: CfA/Mark A. Garlick

Partiendo de observaciones anteriores, el estudio muestra que esa corriente de energía procedente de la enana blanca está concentrado en un haz. Ese haz se emite en una única dirección, de una manera muy similar al funcionamiento de un acelerador de partículas. Algo que no se había visto hasta ahora en el universo. No estamos ante un púlsar tradicional, pero su comportamiento es muy parecido.

Ahora queda descubrir si estamos ante una rareza o, por el contrario, es posible que otras enanas blancas muestren este mismo comportamiento. De ser así, es posible que la definición clásica de púlsar tenga que ser actualizada para incluir tipos de objetos estelares diferentes a las estrellas de neutrones. No sería de extrañar que este tipo de púlsar en una enana blanca sólo sea posible bajo circunstancias muy específicas.

El estudio es D. A. H. Buckley, P. J. Meintjes et al; «Polarimetric evidence of a white dwarf pulsar in the binary system AR Scorpii». Fue publicado el pasado 23 de enero de 2017 en la revista Nature Astronomy, y puede ser consultado aquí.

Referencias: Space, Nature Astronomy