Júpiter ya no es el rey del Sistema Solar. Al menos en cuanto a lunas se refiere, porque se han descubierto 20 nuevos satélites de Saturno. Lo que pone al gigante gaseoso de los anillos con un total de 82 satélites frente a los 79 que tiene el gigante joviano…

20 nuevos satélites de Saturno descubiertos a la vez

Un grupo de investigadores ha anunciado el descubrimiento de 20 nuevos satélites de Saturno. Esto provoca que se convierta en el planeta del Sistema Solar con la mayor cantidad de lunas a su alrededor, con 82, frente a las 79 que tiene Júpiter en su entorno (al menos por ahora). Todos ellos tienen un diámetro aproximado de cinco kilómetros. 17 tienen una órbita retrógrada. Es decir, se mueven en la dirección contraria a la rotación de Saturno. Los tres restantes tienen una órbita prógrada, es decir en la misma dirección en la que rota el gigante gaseoso.

Descubren 20 nuevos satélites de Saturno
Ilustración que muestra las órbitas de los nuevos satélites descubiertos alrededor de Saturno. Crédito: Carnegie Institution for Science/NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute/ Paolo Sartorio/Shutterstock.

Además, según han explicado los investigadores, dos de los satélites prógrados tardan dos años en dar una vuelta alrededor de Saturno. El otro satélite, y todos los demás, tardan más de tres años en completar una órbita. Esta información permitirá a los investigadores entender mejor cómo eran las condiciones, en el entorno de Saturno, hace más de 4000 millones de años, durante su proceso de formación. Los satélites más exteriores del planeta están agrupados en tres formaciones diferentes, según la inclinación de su órbita respecto al planeta.

Dos de las lunas prógradas encajan en la agrupación Inuit, de la que forman parte otros satélites con una inclinación de 46 grados y cuyos nombres proceden de la mitología Inuit. Es posible que, en el pasado, fuesen parte de un satélite mucho más grande que fue destruido. Algo que parece común al resto de satélites que se han descubierto. Porque los satélites retrógrados tienen inclinaciones similares a las de otras lunas, ya descubiertas, de Saturno. Algo que apunta, por tanto, a que podrían compartir un origen común en un satélite mucho mayor.

Similitudes con Júpiter

En este caso, forman parte del grupo Nórdico, recibiendo nombres procedentes de la mitología nórdica. Cabe destacar que uno de estos satélites anunciados ahora es, además, el satélite más lejano observado alrededor de Saturno. La distribución de lunas de Saturno (y su agrupación con características similares) no es exclusiva. Los satélites de Júpiter también están agrupados de una forma similar. Algo que indica que, en ese pasado distante, debieron provocarse colisiones violentas entre las lunas que tenían a su alrededor.

Saturno (en color natural) fotografiado en su equinoccio de 2009. Crédito: NASA/JPL/Space Science Institute Image

Podría ser entre diferentes satélites del planeta, o incluso colisiones con asteroides o cometas. El satélite prógrado restante, con una inclinación de 36 grados, es similar a la agrupación Gálica. Con la salvedad de que se encuentra mucho más lejos de Saturno que el resto de satélites prógrados del planeta. Algo que hace pensar que puede haberse visto expulsado hacia el exterior, a lo largo del tiempo, o que, en realidad, no guarda relación con los satélites más cercanos. Hay escenarios que permitirían explicar cómo pudo suceder.

Una posibilidad, según han explicado, es que, cuando uno de esos satélites grandes, desde los que se originaron, se rompiese, habría una gran cantidad de polvo y gas, provocando una fricción muy intensa con los satélites más pequeños, causando que sus órbitas se acercasen hacia el planeta. También han deducido cuándo debieron producirse esas colisiones. Porque, en su infancia, el Sol estaba rodeado por un disco de polvo y gas, del que surgieron los planetas. Saturno debió tener un disco similar durante su formación.

20 nuevos satélites que dan pistas sobre la historia de Saturno

Que estos satélites, recién descubiertos, pudiesen seguir en órbita de Saturno, después de la rotura de las lunas de las que se originaron, indican que tuvieron lugar cuando el proceso de formación de planetas ya estaba casi terminado. La presencia de los discos de material, si es que todavía existían, no eran un factor importante. El descubrimiento ha sido posible gracias al telescopio Subaru, instalado en Hawái. Es parte de una campaña consistente en seguir descubriendo satélites de los planetas gigantes, y no es la primera observación que hacen.

Concepto artístico de un disco de polvo y gas girando en torno a una estrella joven. Crédito: NASA/JPL-Caltech

En 2018 se descubrieron 12 nuevos satélites de Júpiter. La Institución Carnegie para la Ciencia (a la que pertenece Scott Sheppard, el investigador que ha liderado al equipo responsable del descubrimiento) organizó un concurso para que el público pudiese proponer nombres para 5 de esos satélites. El experimento les funcionó tan bien que ahora han decidido rescatar ese concepto. Han lanzado un nuevo concurso para dar nombre a los 20 nuevos satélites de Saturno.

En esta ocasión, el requisito es que los nombres pertenezcan a las mitologías Inuit, Nórdica o Gala. Se puede participar en esta página. El plazo de inscripción permanecerá abierto desde el 7 de octubre hasta el 6 de diciembre. Y, por supuesto, es necesario que el nombre que se sugiera no esté ya en uso porque se le haya asignado a algún otro objeto celeste. En cualquier caso, el descubrimiento es un buen recordatorio de que, incluso en nuestro pequeño rincón de la Vía Láctea, todavía quedan muchas cosas por seguir encontrando…

Referencias: Phys