¿Sabías que hay un asteroide en una órbita prácticamente similar a la de la Tierra? Se llama Cruithne, y tiene un tamaño más bien insignificante (sólo 5 kilómetros) en la escala cósmica, pero nos haría mucho, mucho daño si chocase contra nosotros. Tarda 364 días en completar su órbita. Quizá alguna vez hayas oído hablar de una «segunda luna» de nuestro planeta, pero este asteroide no orbita alrededor de nuestro planeta, si no del Sol…

Es un cuasi-satélite

Imagen de Cruithne, tomada en 2001. Crédito: Sonia Keys

Imagen de Cruithne, tomada en 2001.
Crédito: Sonia Keys

Llamamos cuasi-satélite a cualquier objeto que comparta la configuración orbital con otro objeto celeste. Es decir, ambos objetos describen la misma órbita, o muy similar alrededor de un mismo cuerpo celeste (en este caso el Sol). En el caso de Cruithne, tiene una resonancia orbital con la Tierra de 1:1 (es decir, por cada vuelta que da la Tierra alrededor del Sol, Cruithne también da 1), aunque tarda 364 días, en lugar de 365 días en completar su órbita.

La gravedad de nuestro planeta afecta a este asteroide de tal manera que, cada año, vuelven a acercarse prácticamente al mismo lugar en sus órbitas en relación al otro (el punto más cercano, sin embargo, está a millones de kilómetros de nosotros). Aunque se cree que la órbita de Cruithne no es estable a largo plazo, se han realizado estudios que demuestran que, probablemente, está en resonancia orbital con nuestro planeta desde hace mucho tiempo. No hay ningún peligro de colisión en millones de años, si es que llega a suceder alguna vez, así que no es ningún motivo de preocupación.

¿Por qué no hay riesgo de colisión? Entre otros motivos, se debe a que no comparten el mismo recorrido orbital (es decir, no hay ningún punto en el espacio en el que la órbita de ambos cuerpos se cruce), y además, el plano orbital del asteroide está inclinado casi 20º respecto al nuestro. Cuando más cerca está de la Tierra, Cruithne tiene una magnitud de tan sólo +15,8, es decir, es más tenue que Pluto, y hace falta un telescopio para poder observarlo. 

Algunas curiosidades sobre Cruithne

Las órbitas de Cruithne y la Tierra.

Las órbitas de Cruithne y la Tierra. Crédito: Usuario «Jecowa» de Wikipedia

El período orbital de este asteroide de 364 días, es decir, un poco más rápido que el de la Tierra. Eso provoca que ambos objetos parezcan estar siguiéndose constantemente. No sólo está cerca de la Tierra, también se acerca a Marte de cuando en cuando. Por ejemplo, en 2.058, llegará a su máximo acercamiento al planeta rojo, pasará a unos 13.500.000 kilómetros de distancia. 

A diferencia de la Tierra, la órbita de Cruithne es muy excéntrica (es decir, su órbita es mucho más elíptica que la de nuestro planeta) por lo que la distancia respecto al Sol (y su velocidad orbital) varía mucho más que la nuestra. Desde nuestro punto de vista, su órbita parece describir la silueta de una haba de riñón. Como además tarda un poquito menos de un año en completarla, cada año que pasa, parece que nos alejamos un poco de la órbita de Cruithne (insisto, siempre tomando como punto de vista la superficie de la Tierra, no el espacio).

Órbita aparente de Cruithne al observarla desde la Tierra. Crédito: Usuario "Jecowa" de Wikipedia

Órbita aparente de Cruithne al observarla desde la Tierra.
Crédito: Usuario «Jecowa» de Wikipedia

Con el paso de muchos años, la Tierra parecerá estar tan lejos de la órbita del asteroide, que pasará lo inverso, parecerá que nos estará alcanzando. Cuando eso pase, se producirán varios encuentros cercanos y habrá un intercambio de energía orbital. Ese intercambio provocará que la órbita de Cruithne cambie en medio millón de kilómetros (esto quiere decir que su órbita se amplía o se reduce en esa distancia), y que la de la Tierra cambie en 1,3 centímetros. El resultado es que, durante los años posteriores, la órbita del asteroide será un poquito superior a un año.

¿El resultado? Que su órbita desde la Tierra parecerá alejarse de nuevo, y se repetirá el ciclo que hemos descrito antes. El ciclo completo tarda unos 380 o 390 años en suceder. La última vez que Cruithne orbitó alrededor de la Tierra (a una distancia enorme) fue en 1902, y provocó que su órbita pasase a ser de algo menos de un año. En 2.292 (en julio de ese año, por si te interesa) se producirá el intercambio de energía orbital que provocará que el asteroide pase a tardar un poco más de un año en orbitar alrededor del Sol, y otros 390 años después, volverá a haber un intercambio orbital que producirá que su órbita sea algo inferior a un año. Y así constantemente…

Puede ser el destino de alguna misión en el futuro

En definitiva, Cruithne, de por sí, no tiene mucho interés, pero por su lugar en el sistema solar, es una reliquia de la época, y ha sido objeto de sugerencias para posibles misiones científicas. Es muy posible que su composición química siga siendo la misma que cuando se originó el Sistema Solar (ya que no se ha visto alterada por altas presiones ni altas temperaturas internas). Además, por su cercanía a nuestro planeta, se podría llegar en menos de un año al destino.

De momento no hay nada concreto, sólo conceptos, pero quién sabe, quizá en un futuro no muy lejano visitemos a nuestra… segunda luna.

Referencias: EarthSky From Quarks to Quasars