Antiguamente se creía que la Tierra era el centro del Universo y que todos los planetas, la Luna y el Sol giraban alrededor nuestro. Si os ponéis en su lugar, sin más herramientas que vuestra vista, seguramente llegaríais a la misma conclusión si observáis el cielo nocturno unas cuantas noches seguidas. Así que, si no nos fiamos de los libros de ciencia, ¿cómo podemos saber que la Tierra gira alrededor del Sol?

El geocentrismo dominó la astronomía hasta el siglo XVI

Claudio Ptolomeo allá por el siglo II estableció que todo giraba alrededor de la Tierra. Incluso explicó que todo funcionaba por un sistema de esferas más allá de la Tierra que describían el movimiento de todos los elementos del Sistema Solar, cada esfera, a su vez, tenía otra esfera dentro de sí misma que permitía que los planetas pudiesen acercarse o alejarse de la tierra, disminuir su velocidad, incluso frenar… ¡y dar la vuelta! (más que planetas uno hubiera pensado que se trataban de cuadrigas celestes).

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Órbita aparente de Marte en el año 2003

Algunos planetas (Marte es el caso más conocido) parecen frenar, cambiar de sentido, y volver a moverse en sentido normal de cuando en cuando, así que era necesario recurrir a alguna explicación (sin duda muy extravagante para los conocimientos que tenemos hoy en día).

Cómo comprobar el heliocentrismo por tu propia cuenta

Si buscas a Marte cada noche en el cielo (cuando es visible desde nuestro planeta) y anotas su posición, verás que tarda unos dos años (779 días en realidad) en volver a estar en ese punto, y que siempre hace un movimiento retrógrado (aunque no siempre es el mismo recorrido en el cielo). A esto lo llamamos periodo sinódico (el tiempo que tarda un objeto en volver a aparecer en el mismo punto en el cielo).  Nicolás Copérnico entendió que en realidad todo era mucho más sencillo de explicar si era el Sol el que estaba en el centro, ya que entonces, los movimientos «extraños» de planetas como Marte se podían explicar por el simple hecho de que la Tierra estaba llegando a su misma altura en la órbita y adelantándolos (ahí tienes tu primera prueba, si es que tienes la paciencia de anotar la posición de Marte cada día durante dos años).

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Júpiter y sus cuatro lunas más grandes

Además, Galileo Galilei, en el año 1610, utilizó su telescopio para observar Venus, y vio que, al igual que la Luna, también experimentaba diferentes fases. Pero el toque de gracia a la teoría geocéntrica fue obra, también, del propio Galileo: Descubrió las 4 lunas más grandes de Júpiter, y vio que giraban en torno al planeta. Esa fue la evidencia final para demostrar que el geocentrismo estaba equivocado, ya que decía que todos los cuerpos celestes orbitaban alrededor de la Tierra.

Después hubo mediciones más precisas, como las de Johannes Kepler y sus tres leyes, que explicaban que los planetas describían órbitas elípticas alrededor del Sol. Fue el primer astrónomo que predijo correctamente un tránsito de Venus (el tránsito es simplemente cuando un cuerpo celeste pasa por delante de otro más grande, como por ejemplo, la Luna por delante del Sol en los eclipses solares).

El telescopio de Galileo

El telescopio de Galileo

Así que ya sabes, si un día quieres tener la certeza de que es la Tierra la que gira alrededor del Sol, puedes coger un telescopio y observar las lunas de Júpiter, o puedes observar las fases de Venus. O puedes, simplemente, ver el recorrido que hace Marte en el cielo nocturno a lo largo de dos años.

De todos modos, si te quedan dudas, la NASA utiliza el movimiento de los planetas alrededor del Sol para saber cuándo lanzar sus misiones a Marte y otros lugares, así que, ya hubiéramos salido de dudas a estas alturas… (¡porque no hubiéramos llegado a ningún sitio!)