Hace unos días Encélado saltaba al foco informativo. De momento sólo hemos encontrado evidencias de que hay procesos hidrotermales en su interior. Pero… ¿cómo podría buscar vida en Encélado la NASA?…

Una fuente de energía

Imagen de una columna de vapor de un géiser en el polo sur de Encélado.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

Como ya expliqué en este artículo, los científicos han encontrado evidencias de que hay una fuente de energía para poder mantener vida extraterrestre microbiana en Encélado. La detección de hidrógeno dentro de una columna de hielo es importantísimo. Quiere decir que, dentro de esta luna de Saturno, el agua caliente está interaccionando con las rocas. En otras palabras, está creando un entorno del que las posibles formas de vida microbianas podrían alimentarse. De esta manera, no necesitarían la fotosíntesis para sobrevivir.

En la Tierra, estos microbios florecen alrededor de las fuentes hidrotermales, en el lecho oceánico. Es inevitable preguntarse si lo mismo podría estar sucediendo a más de 1.000 millones de kilómetros de distancia. Encélado está recubierto de una capa de hielo. En su interior se oculta un océano de agua al que no llegan los rayos del Sol. Este proceso hidrotermal podría tener la misma función que en nuestro planeta.

También sabemos que hay mucho hidrógeno molecular. Hay dos interpretaciones posibles en cuanto a la vida. Por un lado, que sea tan abundante puede indicar que no hay vida. En la Tierra el hidrógeno molecular no es demasiado abundante porque se lo comen los microbios. Así que, en el satélite, su abundancia podría deberse a que, simplemente, no hay microbios. Por otro lado, esa abundancia también puede interpretarse de una forma más positiva. Hay un montón de comida para esos microbios, pero quizá hay algún factor que limite su crecimiento, y por eso abunda.

¿Cómo buscar vida en Encélado?

Concepto artístico de Cassini atravesando la pluma de un géiser en Encélado.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

Si viésemos este hidrógeno molecular en la Tierra, pensaríamos que hay un alimento potencial para los microbios que pudiesen vivir en sus océanos. Sin embargo, en ningún momento diríamos que, necesariamente, haya microbios en el océano. Para que nos entendamos, poco a poco encontramos más evidencias que indican que el océano de Encélado es habitable. Pero eso no quiere decir que podamos afirmar que esté habitado.

La sonda Casini, que lleva desde 2004 en la órbita de Saturno, terminará en septiembre su misión. Se estrellará contra la atmósfera del planeta. Así se evitará cualquier posibilidad de contaminar la posible vida de Encélado. De todos modos, aunque la sonda pudiese funcionar durante décadas, no nos serviría. No fue diseñada para buscar vida. Esto es hasta lo más lejos que podíamos llegar con la misión actual.

Para detectar vida en Encélado habrá que recurrir a una futura misión. Lo ideal sería perforar la capa de hielo para poder tomar una muestra del océano que se oculta debajo. Sin embargo, no sería ni barata ni sencilla. Una alternativa sería hacer lo que ya ha hecho la sonda Cassini. Volar a través de las plumas de material en el polo sur del satélite. Son expulsadas constantemente al espacio y contienen material del océano.

En busca de vida microbiana

Una de las teorías es que la vida pudo aparecer en fuentes hidrotermales en las profundidades del mar (como la de esta imagen).
Crédito: NOAA

Además de medir la proporción de hidrógeno y dióxido de carbono, como hacía la sonda Cassini, hay otras reacciones químicas que podrían ser evidencias de posibles fuentes de alimentación para la vida microbiana. En una misión futura se podría diseñar una lista de los procesos sobre los que buscar posibles evidencias. También caben otras opciones, como analizar la proporción de aminoácidos y los patrones estructurales en los ácidos grasos. Serían indicadores de que existe biología.

De momento no hay nada concreto sobre la mesa. Pero en la década de 2020, la NASA planea lanzar una nave a Europa, el satélite de Júpiter. Al igual que Encélado, tiene un océano salado bajo su superficie. En vista de las últimas informaciones, no es descabellado pensar que podrían elegir el satélite de Saturno como destino de algunas de las misiones planetarias previstas en el programa New Frontiers. La fecha para enviar las propuestas termina el 28 de abril. Así que en cuestión de tiempo tendremos una mejor idea de qué es lo que podemos esperar…

Referencias: Space