Detectar vida en exoplanetas es uno de los grandes objetivos de la astronomía moderna. Sin embargo, cómo lograrlo es algo que no está tan claro. A fin de cuentas, solo tenemos nuestro planeta como base para intuir qué deberíamos buscar. Ahora, un nuevo estudio plantea que la Tierra podría darnos toda la información que necesitamos.

 Detectar vida en exoplanetas podría depender de la atmósfera

La clave para detectar vida en exoplanetas es la Tierra

La Tierra, vista el 6 de julio de 2015, desde una distancia de 1,5 millones de kilómetros.
Crédito: NASA

Un nuevo estudio, que analiza cómo evolucionó la atmósfera de la Tierra a lo largo del tiempo, podría darnos la clave para detectar vida en exoplanetas. Al menos, esa es la conclusión a la que ha llegado el grupo de investigadores que lo ha llevado a cabo. En él, se detalla cómo evolucionó la atmósfera de nuestro planeta. Se analizan diferentes momentos y cómo se corresponden con la aparición de diferentes formas de vida.

La idea es interesante principalmente porque, como he comentado en otras ocasiones, no sabemos cómo podría ser la vida. Ni en otros lugares del Sistema Solar, ni fuera de este pequeño rincón de la Vía Láctea. No es descabellado pensar que nuestro planeta tiene que tener unas condiciones similares a los de exoplanetas habitables. No hay nada que nos haga pensar que la Tierra es diferente, o especial, desde una perspectiva cósmica.

Así que los investigadores decidieron estudiar diferentes momentos en la historia geológica del planeta. Eso sí, preguntándose cómo se comportarían en exoplanetas en torno a diferentes estrellas, tanto más pequeñas como más grandes que el Sol. Lo que les llevó a determinar que el tipo de estrella, en torno a la que orbita un planeta, es un factor muy importante. Influye en la evolución de la atmósfera y en cómo serán las posibles señales detectables.

Cuatro momentos clave

Concepto artístico del exoplaneta Kepler-186f.
Crédito: NASA Ames/SETI Institute/JPL-Caltech

En el estudio, los investigadores han identificado cuatro grandes momentos en los que centrarse. La atmósfera del planeta antes de la aparición de microbios, hace unos 3.900 millones de años. Tras la aparición de microbios y el aumento del oxígeno, hace unos 2.000 millones de años. También durante el segundo aumento del oxígeno, que sucedió hace 800 millones de años. Por último, la atmósfera en la actualidad.

En esos cuatro momentos, las cantidades de oxígeno, metano y dióxido de carbono presentes en la atmósfera eran drásticamente diferentes entre sí. Los nuevos hallazgos, sobre la evolución de la vida bajo diferentes atmósferas, pueden ser muy útiles. Podrían convertirse en los cimientos que permitan a los científicos interpretar las señales de presencia de vida sencilla. De forma más general, también para identificar señales de vida en planetas de un tamaño similar al de la Tierra.

Aunque hemos descubierto muchos exoplanetas, sería un error decir que ya conocemos todos los tipos. Sin duda, seguro que hay mundos que ni siquiera podemos imaginar. El pasado de nuestro planeta nos muestra que la atmósfera ha cambiado drásticamente muchas veces. Analizar cómo se hubiera comportado la atmósfera del planeta, en esos cuatro momentos, con diferentes estrellas, permite crear modelos que sirvan de base para las observaciones que se harán en el futuro.

La posibilidad de detectar gases

Concepto artístico del exoplaneta rocoso HD 85512 b.
Crédito: NASA

En este caso, la forma de detectar vida en exoplanetas pasa por el gas. En el estudio, los investigadores indican que querían descubrir si los gases, que hubieran indicado la presencia de vida en el pasado de la Tierra, habrían sido detectables. Del mismo modo, también, querían determinar qué gases serían detectables en otros planetas que orbiten alrededor de estrellas diferentes del Sol, aunque de tipos similares.

Hay varios factores que influyen en los resultados. Cosas como la extensión de la capa de nubes de la atmósfera. O la presencia de océanos y continentes (y su distribución). Todos esos detalles han sido tenidos en cuenta por los investigadores. Sin embargo, estamos en un campo de investigación todavía muy nuevo. Apenas hace dos décadas que comenzamos a descubrir exoplanetas. Es un campo que está dando sus primeros pasos.

Evidentemente, lo mismo sucede con la búsqueda de vida. Aunque es una pregunta que llevamos mucho tiempo haciéndonos, apenas estamos comenzando ahora a dar los primeros pasos hacia poder responder a esa pregunta de verdad. Con algo que no sean simples conjeturas. Los modelos son muy útiles, por supuesto, pero para poder saber si los investigadores están en lo cierto, o no, es necesario un poco de paciencia.

Una tarea para los nuevos telescopios

Concepto artístico del Telescopio Extremadamente Grande.
Crédito: ESO/L. Calçada/ACe Consortium

La única forma de saber si lo planteado encaja con la realidad, es observar exoplanetas con telescopios más grandes que los que ya están en funcionamiento. Los investigadores se refieren, específicamente, al telescopio espacial James Webb. En él hay depositadas muchas esperanzas. Hay muchos proyectos, y muchos campos de la investigación (no solo en astrobiología), que esperan con ansias su lanzamiento.

Eso no sucederá hasta 2019. Pero, cuando pase, los investigadores podrán centrarse en varios exoplanetas que podrían ser habitables, en torno a enanas rojas. A esto habrá que sumarle, ya a mediados de la década de 2020, el Telescopio Extremadamente Grande. Un proyecto europeo muy ambicioso. Si cumple con lo esperado, podría ser capaz, incluso, de observar directamente algunos exoplanetas.

Aunque parece que no termina de llegar, los próximos años prometen ser apasionantes. Quizá no encontremos señales de vida en otros mundos. Puede que nuestra tecnología todavía no esté en ese punto. Pero, sin duda, vamos acercándonos a poder descubrir si estamos solos en el universo o no. De momento, toca esperar, y prestar mucha atención a estudios que, como este, intentan prepararnos para detectar vida en exoplanetas.

El estudio es S. Rugheimer y L. Kaltenegger; «Spectra of Earth-like planets through geological evolution around FGKM stars». Publicado en la revista The Astrophysical Journal el 7 de febrero de 2018. Puede ser consultado en arXiv.

Referencias: Phys.org