La compañía Blue Origin ha transportado la inmensa primera fase de su nuevo cohete, New Glenn, al lugar desde el que se realizará su primer lanzamiento. Está en las instalaciones de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral. El transporte se produjo el 30 pasado de octubre…
La primera fase del cohete New Glenn se prepara para su funcionamiento
La primera fase del cohete New Glenn mide algo más de 57 metros. Tiene siete motores BE-4 que, en las imágenes que ha compartido Dave Limp (CEO de la compañía Blue Origin) estaban ocultos en envoltorio. Las imágenes mostraban el transporte de la primera fase desde la fábrica, en Merrit Island, hasta el Complejo de Lanzamiento 36 en Cabo Cañaveral. La compañía de Jeff Bezos espera lanzar el cohete, que medirá unos 97 metros con la segunda fase, en algún momento de noviembre. Si bien no se ha dicho una fecha específica.
Sin embargo, según recogen algunos medios estadounidenses, los directivos de Puerto Cañaveral apuntan a una posible fecha de lanzamiento del 30 de noviembre. El viaje de la primera fase de New Glenn ha sido de 37 kilómetros y duró varias horas. Viajó a bordo de dos tráileres con un diseño propio para poder soportar los 22 ejes y 176 neumáticos, tirados por un tanque (reutilizado) del ejército de Estados Unidos. Específicamente, un Oshkosh M1070 con 505 caballos. El nombre que le han dado a este vehículo, explica Limp, es GERT.
Son las iniciales de Giant Enormous Rocket Truck (Camión del Cohete enormemente gigante). La distancia entre la parte frontal y la trasera del vehículo es de 94 metros. Más o menos lo mismo que mide un campo de fútbol americano. El viaje comenzó antes del amanecer y terminó por la tarde. Ahora, el siguiente paso es unir las dos fases, ya en la plataforma de lanzamiento, para un encendido de prueba. La segunda fase ya ha pasado por su propio encendido, también en el lugar de lanzamiento. Si todo sale bien, Blue Origin estaría lista para el lanzamiento.
Una plataforma de lanzamiento muy cara
Jeff Bezos ha invertido más de mil millones de dólares para preparar el Complejo de Lanzamiento 36 para los futuros lanzamientos del cohete. Está en el extremo sur de la estación de la Fuerza Espacial. Los lanzamientos se producirán a solo ocho kilómetros de la entrada a Puerto Cañaveral, por lo que seguramente será un lugar popular para la gente que quiera desplazarse a ver el espectáculo. Especialmente al poder dirigirse a las playas cercanas. En comparación, la plataforma 39-A, desde la que se lanza el Falcon Heavy de SpaceX, está a 22 kilómetros del mismo lugar.
Blue Origin alquiló el Complejo 36 en 2015. Hasta ese entonces, se había utilizado para lanzamientos del gobierno, entre 1962 y 2005, incluyendo la misión Surveyor 1, en 1967, y algunas de las sondas Mariner. Aunque el cohete New Glenn todavía no ha volado, no será la primera vez que se usen los motores BE-4. Blue Origin se los proporciona a United Launch Alliance, que los ha utilizado en dos lanzamientos de su cohete Vulcan Centaur, y lo hará de nuevo en un futuro lanzamiento. El cohete Vulcan Centaur, sin embargo, solo utiliza dos.
La compañía tuvo que adaptarse, para centrarse en su propio cohete, tras entregar suficientes motores BE-4 a ULA para permitir que pudiesen cumplir con su lista de lanzamientos de 2024. Sin embargo, siguen suministrado nuevos motores, porque Tory Bruno (CEO de United Launch Alliance) ha compartido la imagen de otros 4 motores BE-4 que han recibido para un lanzamiento en 2025. En estos momentos, ULA tiene una lista de 25 misiones, algunas para seguridad nacional y otras para compañías comerciales, que utilizarán sus cohetes.
Un cohete parcialmente reutilizable
Los cohetes Vulcan Centaur, de ULA, no son reutilizables. Blue Origin espera que sus cohetes New Glenn sí lo sean parcialmente. La primera fase será recuperada, de una manera similar a como lo hace SpaceX con su cohete Falcon 9. En el caso de New Glenn, el objetivo es que aterrice en una plataforma, en el Océano Atlántico, llamada Jacklyn (por la madre de Jeff Bezos). La primera fase del cohete New Glenn está diseñada para volar en 25 ocasiones. Para el primer vuelo, la compañía enviará su propio hardware como cargamento. Enviarán una tecnología de despliegue de satélites, llamada Blue Ring.
Aunque no volará con ningún cliente, si todo sale bien, será uno de los dos vuelos requeridos por la Fuerza Espacial de EE. UU. Esto permitiría que pueda recibir alguno de los lucrativos contratos de seguridad nacional, que en estos momentos tienen tanto SpaceX como ULA. El segundo vuelo no llegará, seguramente, hasta la primavera de 2025. Podría ser el lanzamiento de un par de satélites de NASA que vayan rumbo a Marte. En realidad, NASA iba a enviar un cargamento en el primer vuelo de New Glenn, pero finalmente no fue posible.
La ventana de lanzamiento, frente al estado de preparación del cohete, no eran ideales, por lo que optaron por esperar hasta 2025. De esta manera se evitaban tener que cargar los satélites de combustible para, simplemente, tener que vaciarlos de nuevo si no se podía llegar a la ventana de lanzamiento. Blue Origin también tiene otros vuelos contratados con Amazon, que busca desplegar miles de satélites para su constelación de internet, el proyecto Kuiper. Su objetivo es competir con Starlink y Amazon tiene docenas de lanzamientos planeados, con la propia Blue Origin, así como ULA, Arianespace e incluso SpaceX…
Referencias: Phys
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