Un grupo de investigadores ha anunciado el posible descubrimiento de Próxima c. Se trataría del segundo exoplaneta alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol. Y, de confirmarse, pondría fin a una sospecha que viene de hace ya unos años…

El posible descubrimiento de Próxima c está en el aire

En 2016, Próxima Centauri se convirtió en protagonista de nuestra actualidad. Un grupo de investigadores había descubierto la presencia de Próxima b. El exoplaneta más cercano al Sistema Solar. No se encontraría ninguno más cerca, porque no hay ninguna estrella a menor distancia. Algún tiempo después de ese hallazgo, se comenzó a plantear la posibilidad de que hubiese un segundo planeta alrededor de esta enana roja. Sin embargo, no se trataría de un exoplaneta rocoso en la zona habitable (como Próxima b).

Anuncian el posible descubrimiento de Próxima c
Concepto artístico de Próxima b orbitando alrededor de su estrella, con Alfa Centauri A y B al fondo. Crédito: ESO/M. Kornmesser

Estaría muy lejos de la zona habitable de la estrella y, por tanto, incluso si fuese rocoso, no tendría las condiciones necesarias para poder albergar vida. Sin embargo, de momento solo es un posible descubrimiento. No se puede confirmar que Próxima c realmente esté ahí. Pero ¿cómo saben entonces que podría ser el caso? Los investigadores han analizado la actividad estelar de Próxima Centauri. Han observado cambios en su brillo que no se corresponden con la actividad de la estrella. Algo que indica la presencia de un planeta.

Sin embargo, hacen falta más datos para poder salir de dudas y confirmar su existencia. De ser así, Próxima c sería un objetivo muy interesante para los telescopios de nueva generación, que están entrando en funcionamiento en estos años. Su separación respecto a la estrella, y su cercanía al Sol, hacen que sea un objetivo tremendamente interesante. Pero no nos encontraremos con un mundo similar al nuestro. Ni, para el caso, tampoco se parecerá a Próxima b. Será un mundo mucho más frío y hostil.

¿Cómo podría ser Próxima c?

Los investigadores han explicado que, si finalmente se confirma el hallazgo, Próxima c tiene alrededor de la mitad de la masa de Neptuno. Su órbita es un 50% más grande que la de la Tierra. Si no tiene atmósfera, su temperatura rondará los -200º C. Durante los últimos años, Próxima Centauri ha sido estudiada desde muchos enfoques diferentes. También Próxima b, intentando determinar si podría ser habitable o no. Algunos estudios apuntan a que sí, pero muchos otros apuntan a que no deberíamos ser optimistas.

Comparativa del tamaño del Sol, Alfa Centauri A, Alfa Centauri B y Próxima Centauri. Crédito: David Benbennick

Así, por ejemplo, también se ha determinado que no tiene planetas del tamaño de Júpiter. O al menos, no en una distancia de entre 0,8 y más de 5 UAs (unidad astronómica, la distancia que separa a la Tierra del Sol, aproximadamente 150 millones de kilómetros). Sin embargo, la presencia de Próxima c sería sorprendente. Los modelos que se han desarrollado, para explicar cómo se forman y evolucionan las supertierras (planetas rocosos más masivos que la Tierra) no son capaces de explicar su presencia satisfactoriamente.

De momento, parece que tendremos que esperar. Los investigadores han incidido en la dificultad para separar los datos, que se corresponderían con la presencia de un posible planeta, de los datos que se corresponden a la propia actividad de la estrella. Al igual que el Sol, Próxima Centauri tiene manchas solares, y pueden provocar que el brillo de la estrella sea diferente cuando son visibles desde la Tierra. Es solo un ejemplo de los aspectos que necesitan tener en cuenta para confirmar la presencia de Próxima c.

Un hallazgo que se esperaba desde hace años

A lo largo del tiempo, ha habido diferentes grupos de investigadores dedicados a intentar detectar la presencia de planetas alrededor de Próxima Centauri. A través del método de velocidad radial, consistente en analizar el movimiento de una estrella para detectar la influencia gravitacional de algún objeto a su alrededor, se había descartado que tuviese planetas de diferentes masas, en función de su distancia al astro. En 1999, por ejemplo, se concluyó que no podría tener planetas a grandes distancias.

El posible descubrimiento de Próxima c tiene su origen en la observación de Próxima Centauri con la técnica de velocidad radial.
Esta ilustración explica el método de velocidad radial. Desde nuestra perspectiva, una estrella puede parecer alejarse o acercarse al tener en su órbita un exoplaneta (o a un objeto más masivo). Crédito: ESO

Concretamente, a no más de 1700 UAs. Así mismo, como máximo, en 10 UAs, un planeta tendría el 30% de la masa de Júpiter. Mientras que, en el rango de 10 a 50 UAs, la masa posible oscilaría entre 0,3 y 8 veces la de Júpiter. Y solo son una muestra de algunas limitaciones que se habían ido entendiendo respecto a Próxima Centauri y los mundos a su alrededor. Pero, por otro lado, las enanas rojas son capaces de tener muchos planetas pequeños a su alrededor. En ese sentido, sin duda, TRAPPIST-1 es el mejor ejemplo.

Si se confirmarse el posible descubrimiento de Próxima c, será muy interesante. Sería una supertierra alrededor de una estrella de poca masa. Tendría tanto la cantidad más baja de masa como la órbita más larga, de todas las supertierras descubiertas hasta el momento. Lo más desconcertante, quizá, es que se encuentra más allá de la línea de nieve. Es la región, alrededor de una estrella, a partir de la que podemos encontrar elementos volátiles. No parece haber nada que indique que fue expulsado hasta su órbita.

El posible descubrimiento de Próxima c también añade interés a Breakthrough Starshot

La idea de poder encontrar otro planeta alrededor de Próxima Centauri tiene otras consecuencias. La más directa es para Breakthrough Starshot. Es un ambicioso proyecto que busca intentar enviar pequeñas naves a Alfa Centauri, al 20 % de la velocidad de la luz, en las próximas décadas. El viaje duraría unos 20 años. De momento no hay fechas concretas, pero una vez se llegue al momento de lanzamiento, no es descabellado suponer que se intentará estudiar tanto las estrellas como los planetas a su alrededor.

Esta imagen compara la órbita de Próxima b alrededor de su estrella con la región equivalente del Sistema Solar. La franja verde indica la zona habitable. Crédito: ESO/M. Kornmesser/G. Coleman

Es decir, tanto Próxima Centauri, como Alfa Centauri A y B, y los planetas que se descubran son objetivos potenciales para ser visitados. A esa lista puede que haya que sumarle Próxima c. Estas pequeñas naves podrían observar el planeta y ayudar a entender sus particularidades. Su presencia más allá de la línea de congelamiento es desconcertante. Los modelos indican que es la propia línea de nieve (que en este caso estaría mucho más cerca de la estrella, a 0,15 UAs) donde deberíamos esperar encontrar el planeta.

Es allí donde se dan las mejores condiciones para que se formen supertierras. Sin embargo, no hay señales de que el planeta fuese expulsado hasta su ubicación actual. Su órbita es circular y no tendría señales de inestabilidad. Sea como fuere, el estudio sirve para recordarnos, una vez más, que hay muchos descubrimientos esperándonos en nuestro alrededor. Incluso Próxima Centauri todavía parece tener mucho más que desvelarnos. En los próximos años, podría ser un gran foco de atención para entender mejor los planetas…

Estudio

El estudio es M. Damasso, F. del Sordo, G. Anglada-Escudé et al.; «A low-mass planet candidate orbiting Proxima Centauri at a distance of 1.5 AU». Publicado en la revista Science Advances el 15 de enero de 2020. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys