Alguien se ha dado un festín cósmico en nuestro jardín. Andrómeda devoró una gran galaxia hace unos 2 000 millones de años. Al menos, esa es la conclusión a la que ha llegado un grupo de astrónomos tras examinar su estructura.

La evolución de las galaxias

Andrómeda devoró una gran galaxia hace 2 000 millones de años

La galaxia de Andrómeda.
Crédito: Adam Evans

Las galaxias evolucionan de una manera que parece bastante intuitiva. Se vuelven grandes a base de consumir otras galaxias más pequeñas. No es una mera suposición. Es algo que se puede ver al observar los halos galácticos. Es allí donde todavía se pueden encontrar las estrellas de galaxias que fueron devoradas en el pasado. La galaxia más cercana a la Vía Láctea no es una excepción. Andrómeda tiene un gigantesco halo casi invisible.

Por gigantesco, quiero decir realmente grande y masivo. Tanto que es más grande que la propia galaxia. Durante mucho tiempo, los astrónomos han creído que ese halo era el resultado de muchísimas colisiones con galaxias pequeñas. Sin embargo, un nuevo estudio, de un grupo de astrónomos de la Universidad de Michigan, nos ofrece una imagen diferente. El halo podría ser el producto de un gran festín.

Andrómeda devoró una gran galaxia hace unos 2 000 millones de años. El estudio de los restos de esa galaxia permitirá a los astrónomos comprender cómo evolucionan las galaxias en forma de disco. En ese tipo de se engloban tanto la Vía Láctea como Andrómeda, así como otro tipo de galaxias. Por lo que su estudio podría resultar muy útil para poder refinar mejor la comprensión de la evolución de las galaxias a lo largo del tiempo.

Andrómeda devoró una gran galaxia… pero, ¿qué sabemos?

Porción de la galaxia de Andrómeda fotografiada por el telescopio Hubble. Crédito: NASA, ESA, J. Dalcanton, B.F. Williams, y L.C. Johnson (University of Washington), el equipo PHAT, y R. Gendler

Con la ayuda de modelos por ordenador, los investigadores han sido capaces de comprender cómo pudo ser la secuencia por la que Andrómeda devoró una gran galaxia. Así, la extinta galaxia masiva, a la que llaman M32p, distorsionó y, con el tiempo, se unió a Andrómeda. A partir  de esas simulaciones, han deducido datos que resultan muy llamativos. M32p debió ser 20 veces más grande que cualquier galaxia con la que se haya fusionado la Vía Láctea a lo largo de su historia.

Esto quiere decir, en consecuencia, que M32p era la tercera galaxia más grande del Grupo Local. El Grupo Local, como quizá sepas, es el nombre que recibe el conjunto de galaxias más cercano a la Vía Láctea. Así que estaríamos hablando de una especie de hermano perdido de la Vía Láctea, Andrómeda y la Galaxia del Triángulo. Asimismo, también han concluido que Andrómeda ha debido experimentar muchas fusiones con galaxias más pequeñas a lo largo del tiempo.

Pero, en cualquier caso, el halo galáctico se explica mejor porque Andrómeda devoró una gran galaxia. El estudio también permitirá comprender mejor cómo crecieron galaxias como la Vía Láctea y Andrómeda. También podría permitir responder uno de los grandes misterios de nuestra galaxia vecina. ¿Cómo se formó M32, su galaxia satélite? Según el estudio, M32 podría ser, en realidad, el centro de la vieja M32p.

Desentrañando a M32

M32 (Messier 32), la galaxia enana satélite de Andrómeda.
Crédito: John Lanoue

Si están en lo correcto, M32 es todo lo que quedaría de M32p, después de que sus brazos espirales fuesen arrancados por Andrómeda. No es una cuestión menor. Porque M32 parece una galaxia elíptica compacta y pequeña. Es decir, debería estar compuesta, principalmente, por una gran cantidad de estrellas viejas. Sin embargo, lo que muestra es lo contrario. Tiene multitud de estrellas jóvenes. Además, es una de las galaxias más compactas conocidas.

No hay ninguna otra galaxia que se le parezca. Así que ahora podríamos tener una respuesta a ese enigma. El estudio, además, según los investigadores, podría ayudar a comprender cómo evolucionan las galaxias en un sentido más general. Porque, hasta ahora, siempre se ha supuesto que las interacciones entre galaxias grandes las destruiría y daría como resultado la formación de galaxias elípticas.

Algo que no se cumpliría en este caso. Porque, de la colisión entre M32p y Andrómeda, tendría que haber surgido una galaxia elíptica. Sin embargo, como todos sabemos, no fue así. A todo esto, hay que sumarle que el momento también parece encajar. Según varios estudios, hace unos 2 000 millones de años, el disco de Andrómeda creció, provocando un episodio de formación de estrellas más acelerado de lo normal.

Un método útil para otras galaxias

En unos 3 750 millones de años, la Vía Láctea y Andrómeda comenzarán a distorsionarse mutuamente por la acción de la gravedad.
Crédito: NASA

A decir verdad, y considerando todos los factores, el escenario resulta muy interesante. Si Andrómeda devoró una gran galaxia y no sucedió lo que cabría esperar, quiere decir que hay mucho por aprender. Este método, además, según los investigadores, podría permitir estudiar otras galaxias y determinar cuáles fueron las colisiones más grandes a las que se enfrentaron. Algo que podría permitir a los científicos comprender mejor cómo funciona todo este proceso.

Porque no es nada fácil explicar qué rige el crecimiento y evolución de las galaxias. Entender cómo le afectará una colisión con otra galaxia no resulta particularmente sencillo. Por lo que este conocimiento será muy útil incluso en nuestro propio caso. No hay que olvidar que en unos 4 500 millones, la Vía Láctea chocará con Andrómeda. Por lo que este estudio podría ayudar a comprender mejor cuál será su evolución en ese momento del futuro.

Sea como fuere, poco a poco vamos refinando nuestro conocimiento del universo. Desde las particularidades del Sistema Solar a los rincones más remotos del universo observable. En todos los pasos hay algo siempre por descubrir. Comprender cómo evolucionan las galaxias será también muy útil tanto para nuestro Grupo Local como para la observación de galaxias más distantes, en diferentes fases de su evolución…

El estudio es Richard D. Souza y Eric F. Bell; «The Andromeda galaxy’s most important merger about 2 billion years ago as M32’s likely progenitor». Publicado en la revista Nature Astronomy el 23 de julio de 2018. Puede ser consultado en este enlace.

Referencias: Universe Today