Las supertierras (planetas rocosos con un tamaño superior al de la Tierra), son los planetas más comunes en la galaxia. Ahora, por primera vez, hemos podido caracterizar cómo es la atmósfera de uno de estos exoplanetas, y nos puede ayudar para entender cómo se formaron y cómo evolucionan estos mundos…

La atmósfera de 55 Cancri e

Concepto artístico que muestra a 55 Cancri e en frente de su estrella. Crédito: ESA/Hubble, M. Kornmesser

Concepto artístico que muestra a 55 Cancri e en frente de su estrella.
Crédito: ESA/Hubble, M. Kornmesser

El planeta en cuestión es 55 Cancri e, del que ya hablé en la lista de exoplanetas más intrigantes hace algún tiempo. Sabemos que es el doble de grande y ocho veces más masivo que la Tierra. Para poder analizar su atmósfera, un equipo de astrónomos ha utilizado el telescopio Hubble con el que han detectado hidrógeno y helio, pero no han encontrado señales de vapor de agua. Es la primera vez que podemos analizar la atmósfera de una supertierra, pero en los próximos años se convertirá en algo cotidiano.

En palabras de Giovanna Tinetti, de la University College London en Reino Unido, ahora tenemos pistas de cuál es el estado actual del planeta, y cómo pudo haberse formado y haber evolucionado. Es un conocimiento que, seguramente, nos permitirá hacernos una idea mucho mejor de las otras supertierras que hemos encontrado hasta el momento y que, por su lejanía, no podemos observar con el mismo nivel de detalle.

Un planeta muy llamativo

Concepto artístico de 55 Cancri e. Crédito: ESA/Hubble, M. Kornmesser

Concepto artístico de 55 Cancri e.
Crédito: ESA/Hubble, M. Kornmesser

55 Cancri e es un planeta exótico en prácticamente todos los sentidos. Sabemos que no está en la zona habitable de su estrella, y que tarda 18 horas en completar su órbita. Es un lugar demasiado cálido para que pueda haber vida tal y como la conocemos. No en vano, calculamos que la temperatura en la superficie puede llegar a alcanzar los 2.000ºC. No hay que olvidar que el planeta está en rotación síncrona, es decir, la misma cara del planeta apunta siempre hacia la estrella, igual que en la Tierra vemos siempre la misma cara de la Luna.

Aunque fue descubierto en 2004, podemos decir que saltó a la «popularidad» en 2012 cuando, basándose en un estudio que tenía en cuenta el radio y masa de 55 Cancri e, y la composición de su estrella, se sugirió que el interior podía contener una cantidad de carbono muy elevada. De hecho, los autores de aquel estudio llegaron a decir que podía ser un planeta de diamante (tal y como llegó a comentarse en los medios en aquel momento).

Algún tiempo después, un nuevo estudio desveló que la estrella (55 Cancri) puede no ser tan rica en carbono como se había asumido inicialmente, y que, por tanto, esa imagen de un mundo de diamante no se ajustaría mucho a la realidad. Ese carbono podría estar, sin embargo, en la atmósfera, donde se han encontrado evidencias de presencia de ácido cianhídrico (y que supondría que la atmósfera es rica en carbono).

No sería un planeta en el que querríamos vivir

Imagen del telescopio Hubble poco después de separarse del transbordador Discovery, en 1990. Crédito: NASA

Imagen del telescopio Hubble poco después de separarse del transbordador Discovery, en 1990.
Crédito: NASA

Habrá que esperar a la próxima generación de telescopios infrarrojos para poder tener la confirmacíon de la presencia de acido cianhídrico y de otras moléculas en la atmósfera de 55 Cancri e. Si es así, dará fuerza a la hipótesis de que el planeta es rico en carbono. El inconveniente es que el ácido cianhídrico es muy venenoso, así que, sería un lugar de lo más hostil para la vida, incluso si la temperatura no fuese la que hemos calculado hasta el momento…

El equipo que ha creado este estudio ha analizado la estrella de 55 Cancri e, creando diferentes espectros. A partir de ahí, han deducido la composición de la atmósfera del planeta con la ayuda de software de análisis. Las observaciones de la atmósfera sugieren que el planeta ha conseguido retener una cantidad importante de hidrógeno y helio de la nebulosa en la que se formó originalmente.

El estudio ha sido aceptado para su publicación en el Astrophysical Journal.

Referencias: Space