En estos últimos días, varios medios se han hecho eco del asteroide 2002 AJ129. Para variar, ha sido con mucho alarmismo, dando a entender que el asteroide supone un peligro para nuestro planeta. Así que, como es algo que carece de fundamento, vamos a desmentirlo…

2002 AJ129 no chocará con la Tierra

Concepto artístico de un objeto cercano a la Tierra.
Crédito: NASA

Como seguramente ya sabéis, me fastidia tener que hacer un artículo sobre esto. Pero, por desgracia, hay medios que están dispuestos a vender un enfoque sensacionalista (y falso) antes que la verdad. Todo por el clic, claro. Podría decirse que la única parte real y fiable de las noticias es que 2002 AJ129 es un asteroide potencialmente peligroso. Sin embargo, más allá de eso, he leído todo tipo de barbaridades que no se acercan a la realidad…

Así que vamos a dejar las cosas claras. 2002 AJ129 es un viejo conocido. De hecho, fue descubierto el 15 de enero de 2002. Es un asteroide que cruza con la órbita de Mercurio. También es el noveno que más se acerca al Sol (de los que conocemos hasta la fecha). Es decir, su órbita se acerca a la de todos los planetas interiores (esto incluye a Venus y también a Marte, porque su punto más lejano está más allá del planeta rojo).

La designación de «asteroide potencialmente peligroso» suena peor de lo que realmente es. Sí, 2002 AJ129 es un asetroide potencialmente peligroso. Sin embargo, esta designación solo indica dos cosas: que tiene un diámetro de más de 140 metros y que se acerca a menos de 7,48 millones de kilómetros de la Tierra. Estos dos factores quieren decir que existe la posibilidad de que el asteroide pueda chocar con nuestro planeta en el futuro y provocar destrucción regional.

No hay motivo para alarmarse

El asteroide 2002 AJ129 no va a chocar con la Tierra.

Esta animación muestra el recorrido de 2002 AJ129. No se acercará a menos de 11 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

Pero que un asteroide sea potencialmente peligroso solo quiere decir eso. Existe la posibilidad de que, en algún momento, ese asteroide choque con nuestro planeta. Conocemos, aproximadamente, unos 1.700 asteroides de este tipo. No hay posibilidad de colisión con ninguno de ellos en los próximos 100 años. No hay, tampoco, factores que puedan provocar que un asteroide cambie de rumbo inesperadamente, como he leído en algún «medio».

Seré muy claro. Hay cero posibilidad de que 2002 AJ129 choque con la Tierra este 4 de febrero. Tampoco lo hará en los próximos 150 años (en 2172 pasará a 685.000 kilómetros de distancia, y entre este paso y ese hay multitud que serán más lejanos). Va a pasar a 4.207.600 kilómetros de distancia, con un margen de error de tan solo 200 kilómetros (más cerca o más lejos). Preocuparse por este asteroide sería absurdo.

Aproximadamente, pasará a 11 veces la distancia que nos separa de la Luna. Lo único que no está completamente claro es cuál es su tamaño, que está entre 500 metros y 1,2 kilómetros. Si bien es cierto que la cifra que se suele utilizar es la de un kilómetro. Además, la visita de 2002 AJ129 no tiene nada de especial. Aunque podría parecer lo contrario, muchos asteroides pasan cerca de la Tierra constantemente…

2002 AJ129 no es una excepción

Posición de 2002 AJ129 el 4 de febrero de 2018. Estará a 4,2 millones de kilómetros de la Tierra en el momento de mayor cercanía.
Crédito: astro.vanbuitenen.nl

Sin ir más lejos, la semana pasada, dos asteroides pasaron muchísimo más cerca del planeta. El primero fue el asteroide 2018 BD (descubierto este mismo año) que pasó a solo 34.600 kilómetros de distancia de la Tierra. Dicho sea de paso, por su tamaño, si hubiese chocado con la Tierra, las consecuencias no habrían sido especialmente dramáticas. Lo complicado de todo esto, en realidad, es que los asteroides más pequeños (y que suponen una amenaza muy baja) son más difíciles de detectar.

El otro asteroide fue 2018 BD, que también tiene un tamaño muy similar, y que nos visitó la noche del viernes. Pasó a 280.670 kilómetros de nuestro planeta. Ambos, por tanto, más cerca que la distancia que nos separa de la Luna. Además, estos dos asteroides sí suponían una amenaza algo más palpable. 2018 BX, por ejemplo, pasó lo suficientemente cerca como para haber chocado con algún satélite GPS, que podría haber provocado algún problema puntual en esa red.

Hay asteroides mucho más grandes que 2002 AJ129 que también se acercan a la Tierra con cierta frecuencia. De hecho, en septiembre de 2017, el asteroide Florence dio mucho que hablar. Es un asteroide bastante más grande, de 4,4 kilómetros, y pasó a 7 millones de kilómetros del planeta. Hubo algún medio que intentó ser sensacionalista, a pesar de que lo realmente interesante de esa visita es que era el asteroide, de un tamaño similar, que más se acercaba.

No hay que dejarse lleva por el sensacionalismo

Un asteroide pasando cerca de la Tierra.
Crédito: HelloScience.us

Otro caso es el del asteroide 2017 SX17 que pasó a solo 87.065 kilómetros de la Tierra el 2 de octubre de 2017, y que tiene unos pocos metros de diámetro. Este tipo de eventos, como ves, no son ni mucho menos raros o poco frecuentes. Pero esos objetos están perfectamente controlados. Sus órbitas son razonablemente fáciles de calcular, hasta el punto de que se pueden proyectar sus órbitas a varios siglos en el futuro.

En el caso de 2002 AJ129 he leído varias barbaridades que no quiero pasar por alto. Por un lado, que el asteroide ha acelerado inesperadamente. Es mentira. Sí que ha acelerado, pero simplemente porque ha pasado cerca del Sol, y su inmensa gravedad le ha dado más impulso. Pero no ha sido inesperado, al contrario. Además, también se ha insinuado que ha cambiado de rumbo a última hora, o que podría cambiar de rumbo.

Esto es mentira. Como digo, la mecánica orbital (el movimiento de los cuerpos celestes) es una rama de la astronomía que está muy controlada. Es relativamente fácil, me atrevería a decir trivial, determinar en donde está cada objeto celeste conocido en un momento determinado. Así que se puede calcular con facilidad y, por supuesto, no hay nada de cierto en esta afirmación. Así que ya sabéis, nada de nada. No hay riesgo de colisión.

Observar 2002 AJ129

Recorrido que describirá 2002 AJ129 en los próximos meses en el firmamento.
Crédito: astro.vanbuitenen.nl

Es más, esto lo podemos extrapolar a todos los asteroides potencialmente peligrosos conocidos. No hay ninguno que vaya a chocar con la Tierra en los próximos 100 años. Nada. Ninguno. Así que si en algún momento lees una noticia de este tipo, duda. Además, ten por seguro que si realmente existiese ese peligro, el de un asteroide que fuese a chocar con la Tierra, inmediatamente lo verías publicado en todos los medios del mundo. No en páginas y medios de dudosa reputación.

Dicho esto, muchos me habéis preguntado si es posible observar 2002 AJ129. La respuesta es sí, pero no es sencillo. A simple vista no podrá verse, es demasiado tenue. Tampoco servirán unos prismáticos astronómicos. En su lugar, hará falta un telescopio bueno y disponer de un cielo lo más oscuro posible, el próximo 4 de febrero. El paso será a las 22:31 (hora peninsular española, 21:31 en Canarias, 16:31, 15:31 en Ciudad de México, 16:31 en Colombia, 18:31 en Argentina).

¿Sabéis qué es lo que más me fastidia de todo esto? Que por desgracia, no será el último artículo que escriba sobre este asunto. En unas semanas, o meses, sin ninguna duda, saldrá otra noticia sensacionalista sobre algún otro asteroide. Lo que más me irrita es que hay gente que se asusta al leer esas barbaridades, porque no sabe si realmente existe ese riesgo de colisión. Este tipo de noticias no solo son malos bulos, son crueles.

Referencias: Wikipedia