El proyecto Mars Base Camp de Lockheed Martin sigue adelante. En el futuro podríamos tener una estación espacial alrededor de Marte. Es más, sería un paso imprescindible (y muy lógico) previo a la llegada del hombre a otro planeta del Sistema Solar…

Mars Base Camp de Lockheed Martin, una estación espacial muy útil

Concepto artístico de la Mars Base Camp de Lockheed Martin en la órbita de Marte.

Concepto artístico de Mars Base Camp en la órbita de Marte.
Crédito: Lockheed Martin

Sabemos que la NASA quiere llegar a Marte en las próximas décadas. Hacia 2030, quiere un astronauta ponga los pies en el planeta rojo por primera vez en nuestr ahistoria. Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Primero hay que resolver muchos obstáculos y planteamientos. Además de un sistema de lanzamiento (el Sistema de Lanzamiento Espacial), hará falta una cápsula de tripulación (la cápsula Orión) y una estación espacial más allá de la Luna (el Portal de Espacio Profundo).

Pero también hara falto algo más. Un hábitat espacial en la órbita de Marte. No es la primera vez que hablo de la Mars Base Camp de Lockheed Martin (una empresa estadounidense). La primera ocasión fue a principios de año. La NASA buscaba un colaborador con el que construir este hábitat, y ellos fueron los primeros en responder. Ahora, en el marco del Congreso Internacional de Astronáutica, la compañía ha revelado nuevos detalles.

Esta base será la avanzadilla para que los astronautas puedan llevar a cabo sus investigaciones. En la presentación, se ha explicado mejor cómo encaja la Mars Base Camp de Lockheed Martin con el resto de componentes de la misión de la NASA. Será la cuarta pieza de ese conjunto. Con todas ellas, visitar Marte no será algo que suceda en una única ocasión. Todas las instalaciones nos permitirán ir allí repetidamente.

Un propósito sencillo, pero vital

Esta imagen explica las diferentes partes de la Mars Base Camp una vez esté en órbita en Marte.
Crédito: Lockheed Martin

El propósito de la Mars Base Camp de Lockheed Martin no podría ser más sencillo. Es un puesto orbital al que los astronautas serán enviados tras abandonar la Tierra. Volarán hasta allí partiendo desde el Portal de Espacio Profundo. Una vez en su destino, se encontrarán en la órbita de Marte. Desde allí, desde esa estación espacial, podrán explorar la atmósfera del planeta en tiempo real. También podrán dirigir misiones en la superficie.

Las piezas principales de este campamento base serán lanzadas por separado. Algunas, según cuenta Lockheed Martin, serán enviadas y puestas en órbita antes que el resto. Otras serán ensambladas en la órbita lunar y enviadas después a su destino. En cualquier caso, al final del proceso, seis astronautas viajarán en la nave Orión, que será una pieza clave del sistema de Mars Base Camp. Ellos serán los encargados de ensamblar todos los componentes en la órbita de Marte.

Todo esto encaja también con las fases II y III del plan de la NASA. Respectivamente, son las fases de «región de pruebas» y «Independiente de la Tierra». En la fase II se realizarán diferentes misiones para probar los diferentes componentes. También se llevarán a cabo misiones y paseos lunares en el Portal de Espacio profundo. Todo ello servirá como paso previo a la fase III. Si todo sale según lo previsto, será el momento cumbre.

La fase III y la llegada a Marte

Concepto artístico del aterrizador de Mars Base Camp.
Crédito: Lockheed Martin

En la fase III, se trabajara en refinar las técnicas de entrada, descenso y aterrizaje en el planeta. También se centrarán en el uso de los recursos disponibles en el lugar. Cuando todo esté terminado, la fase III acabará con las misiones tripuladas a la órbita de Marte. A eso, le seguirán las misiones a la superficie del planeta. La primera misión de la Mars Base Camp de Lockheed Martin será una estancia extendida en la órbita de Marte.

De esta manera, los astronautas podrán adquirir una experiencia imprescindible. Trabajarán lejos de la Tierra y la protección de su campo magnético. Después, llegará un aterrizador. Una nave que permitirá a la tripulación descender y realizar misiones en la superficie. El aterrizador viajaría al campamento entre misiones, y descendería a la superficie utilizando un sistema de retropropulsión supersónica.

Ese aterrizador, ademas, utilizará la aviónica y los sistemas de la cápsula Orión como su centro de mandos. Utilizará motores propulsados por una mezcla de hidrógeno y oxígeno líquidos. Cada misión a la superficie duraría, probablemente, dos semanas. En ella, cuatro astronautas bajarán y realizarán diferentes investigaciones. También enviarán muestras de vuelta a la estación espacial. A su regreso, podrán reabastecer la nave con combustible y suministros para otras misiones.

La importancia del agua

Concepto artístico del módulo habitacional del Portal de Espacio Profundo.
Crédito: Lockheed Martin

Ese combustible del aterrizador tiene una fuente sencilla pero difícil de encontrar. Se puede fabricar a partir del agua, y podríamos extraerlo del hielo que hay bajo la superficie de Marte. De hecho, si se lleva la infraestructura necesaria a la superficie, se podría crear ese combustible directamente en la superficie del planeta. Así que no sorprende que uno de los grandes intereses de la NASA y compañías como SpaceX sea precisamente ese: encontrar fuentes de agua bajo la superficie.

Tanto el Portal de Espacio Profundo como la Mars Base Camp permitirán desarrollar y poner a prueba diferentes sistemas espaciales antes de enviarlos al planeta rojo. El Portal, además, permitirá a los astronautas realizar investigaciones de la luna y vivir en la órbita de nuestro satélite durante meses. Será un paso previo muy útil antes de comenzar a viajar a Marte. La relativa cercanía de la Luna será vital en caso de imprevistos.

Desde 2010, poco a poco venimos conociendo más detalles de la propuesta de la NASA. Viajar a Marte, y enviar astronautas allí, es un objetivo tremendamente ambicioso. Hay muchos desafíos técnicos y logísticos a los que enfrentarse. Pero, poco a poco, vamos conociendo cómo hacer frente a ellos. Está por ver si se cumplirá el objetivo de poner un astronauta allí en la década de 2030. Pero lo que está fuera de toda duda es que, hasta entonces, podemos esperar avances muy interesantes en los diferentes campos de la exploración espacial.

Referencias: Universe Today