Ayer hablaba de los módulos hinchables de la compañía aeroespacial Bigelow. Hoy, casualmente, tenemos la noticia que nos acerca un poquito más a ver convertirse en realidad las aspiraciones de la compañía americana. El módulo BEAM será lanzado la próxima semana con destino a la Estación Espacial Internacional…

El módulo BEAM

Impresión artística del módulo BEAM acoplado a la Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA

Impresión artística del módulo BEAM acoplado a la Estación Espacial Internacional.
Crédito: NASA

En el artículo que publiqué ayer hablaba de los módulos hinchables, específicamente de BEAM, de Genesis I y II (que fueron lanzados en 2006 y 2007) y el futuro módulo BA 330, que será considerablemente más grande. La NASA va a probar su viabilidad en la Estación Espacial Internacional y es posible que, en el futuro, una versión derivada de este módulo sea la que se emplee para misiones hacia el espacio profundo, incluyendo a Marte (es una tecnología que espero que también sirva para que compañías y naciones se animen a pensar la vista en una posible base lunar).

El módulo BEAM será lanzado en el próximo vuelo de la nave reutilizable Dragon, de SpaceX, el próximo 8 de abril. Será lanzado en forma compacta, con un tamaño cuatro veces más pequeño que su volumen final, y ocupará 1,7 metros de largo con un diámetro de 2,4. Su tamaño, una vez hinchado, será de 3,7 por 3,2 metros, con un volumen de 16 metros cúbicos.

Una vez en la Estación Espacial Internacional, el módulo empezará su auténtica prueba de fuego en un entorno de microgravedad en el que va a permanecer durante dos años. Durante este tiempo, la tripulación de la estación entrará en el módulo constantemente para evaluar diferentes sistemas y tecnologías que se están considerando para posibles misiones futuras hacia el espacio profundo.

No funcionará hasta mayo

En esta imagen se puede ver el módulo BEAM, compactado, siendo cargado en la nave Dragon. Crédito: SpaceX

En esta imagen se puede ver el módulo BEAM, compactado, siendo cargado en la nave Dragon.
Crédito: SpaceX

Aunque BEAM será acoplado al nodo Tranquility con la ayuda del brazo robótico de la estación, y el lanzamiento va a producirse en poco más de una semana, el módulo no va a estar instalado hasta finales de mayo. Al menos según lo explicado por el personal de la NASA en una rueda de prensa celebrada ayer.

Para hincharlo, el módulo será llenado de gas en un proceso que tardará unos 45 minutos en completarse. Una vez esté operativo, la tripulación igualará su aire con el de la estación para poder acceder al interior. Sólo podrán estar tres horas seguidas en su interior pero, a todos los efectos, puede considerarse una sala extra temporal.

De momento no se utilizará para las operaciones de los astronautas. Todavía no estamos en ese punto, si no que el objetivo es demostrar que la tecnología funciona, así que las principales tareas de la tripulación van a ser las instalaciones de sensores en el módulo, con los que podrán recoger datos sobre temperatura, radiación e impactos durante esos dos años que se espera que el módulo esté operativo. Al final de su ciclo, BEAM será desacoplado de la estación y se enviará de vuelta a la Tierra para que se queme en la atmósfera.

Los datos sobre posibles impactos serán especialmente interesantes. Los módulos de la EEI tienen que estar protegidos contra las posibles colisiones de micrometeoritos y basura espacial, así que BEAM tiene que demostrar que está a la par. Como comentaba en el artículo de ayer, los módulos de Bigelow están compuestos de varios materiales, incluyendo kevlar y, al menos en teoría, una vez hinchados deberían tener la misma integridad estructural que el cemento.

Por ahora toca esperar

Una reproducción a escala de la estación alfa de Bigelow.

Una reproducción a escala de la estación alfa de Bigelow.

Bigelow tiene ambiciones mucho más grandes que acoplar una sala de demostración a la EEI. No es descartable que en 2017 tengamos más información sobre su Alpha Station, que podría ser la primera estación espacial privada que tengamos en órbita y, de ser así, hará mucho más evidente en nuestra consciencia colectiva que el espacio no es algo limitado sólo a unas pocas agencias espaciales ni tan lejano como podríamos pensar.

Esta prueba va a ser muy interesante desde el principio porque el lanzamiento de SpaceX también será un nuevo intento de hacer aterrizar el cohete Falcon 9. Veremos si tienen éxito y consiguen la supervivencia del cohete. Después de eso, tocará centrar la atención en ver si, con esto, estamos un poquito más cerca del día en que nuestra civilización pueda dar el salto a otros objetos celestes del Sistema Solar…

En este vídeo de la NASA puedes ver la animación de la instalación del módulo (y si entiendes bien el inglés, también puedes escuchar su narración sobre los hábitats expandibles).

 

Referencias: IFLScience